viernes, 2 de enero de 2015

AÑO NUEVO

"He bajado al Maravillas con los ojos bien abiertos, buscando algún signo de novedad en los rostros, los hábitos, las voces, de los clientes, en el local, su pintura, su distribución, y nada, no he encontrado nada nuevo, lo que me hace sospechar que la expresión 'año nuevo' que usamos todos con profusión estos días es una típica construcción mítica, que no resiste el menor análisis racional.

No obstante, si asociamos  la expresión 'nuevo', al deseo de que sea 'mejor', una palabra que suele acompañar a las felicitaciones del cambio de ciclo anual, la cosa cobra más sentido, y de algún modo es un juicío de valor sobre el año concluído.
.......
El tiempo es un contínuo y el hecho de que los humanos hayamos convenido en señalar ciertos ciclos temporales, a veces vinculados a las órbitas de planetas y estrellas, solo es la expresión de nuestras necesidades prácticas, generalmente vinculadas a procesos de producción, a labores agrícolas, o a ciclos naturales como el día y la noche, la luz y la oscuridad, pero, al margen de esas minucias relacionadas con nuestra ínfima condición de residentes en un mínusculo lugar del universo, la dimensión temporal es algo inabarcable, que no se puede seccionar, trocear, pese al uso de magnitudes como los años luz, para medir las distancias planetarias.

Los astrónomos nos han ayudado a crear magnitudes temporales muy prácticas, como el año, referido a la rotación, aproximada, de la tierra, alrededor del sol. Gracias a ellos han circulado estos días unos veinte millones de mensajes por Internet felicitando el año nuevo pero, les puedo asegurar que he bajado a la calle y no he encontrado ninguna novedad. Bueno, sí. 

Al regreso del Maravillas me he demorado un momento en un banco frente al sol. He dejado junto a mí una gran bolsa con las cosas de mis nietos, a los que he dejado junto a mi mujer en un parque. En eso que ha pasado junto a mi una mujer de mediana edad --que es eso, hay edades pequeñas, medianas y grandes, se ve que sí, luego hablaré de eso, de la edad, que se suele medir en años-- y al ver una caja de cartón vacía a mis piés, que ha debido dejar el anterior ocupante del banco y suponiendo que mi presencia allí, por la gran bolsa de plástico que había junto a mí,se debía a que soy un indigente, ha dejado una moneda en la caja. 

Le he dado las gracias, he recogido la moneda, y he de reconocer que eso si me ha parecido una novedad, además de una muestra de solidaridad. También me ha hecho pensar que mi mujer tiene razón cuando insiste en que me compre ropa nueva.En fin. 

El año es una medida temporal que sirve para medir la edad. Segmenta nuestro tiempo de vida para que podamos ordenar los recuerdos, hasta que llega un momento, un año determinado, en que nos segmenta a nosotros, desaparecemos, y ya está. 

No solo el año es una medida temporal emblemática, sospecho que el segundo se hizo muy popular con la revolución industrial y, después, con la producción en serie.

Es de suponer que Henry Ford, y quienes le sucedieron, cuando decidieron trocear el ciclo de producción en varios procesos separados que confluían en el montaje del producto final, no hubieran podido hacerlo sin una medida temporal adecuada a sus necesidades, algo que, con la incorporación de la electrónica a la mecánica, nos ha llevado a los nanosegundos, que ahora la física ha dejado desfasados con una medida temporal infinitamente mas pequeña. 

Estos procesos humanos de invención de magnitudes temporales han coexistido con otros mas antiguos y tranquilos, relacionados con el mes. El mes de la siembra, el de la cosecha. Puede que estos procesos hayan sido mas simples, pero te bebes un buen cava brut estos días, y agradeces la lentitud de los ciclos agrícolas en la maduración de los frutos.

Cuando felicitamos el año 'nuevo' a los amigos, incluso a los desconocidos, solemos olvidar que esos dos conceptos, año, y nuevo, son puras creaciones humanas, mas o menos míticas. Tal vez por eso, cuando he bajado al Maravillas esta mañana,  he intentado  reconocer algo nuevo allí, sin encontrarlo. Ahora bien, si ha sido una novedad que, por primera vez en mi vida, alguien me haya confundido con un indigente. He de hacer caso a mi mujer, y comprarme ropa nueva."

En fin. Año Nuevo.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 2 01 15.

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