sábado, 24 de enero de 2015

EL EFECTO DRAGHI

Hace un frío del carallo, no?. No se si es un factor meteorológico, o es que me estoy quedando helado al percibir las consecuencias del calentamiento de los precios que solo unas horas después del anuncio del Banco Central Europeo, que pone a disposición de los países de la UE un billón de Euros para luchar contra la deflación, tomando como garantía de esa generosidad a las poblaciones enteras de los países beneficiarios, el paquete de tabaco me ha costado cinco céntimos mas, sin previo aviso de la tabaquera, lo que indica que pronto todas las marcas se sumarán a la política anti deflación de Draghi.

Es cierto que en la entrada de ayer dí una bienvenida eufórica a la nueva política monetaria de Draghi, pero como me gusta disfrutar de mis contradicciones, como dice ese anuncio de un automóvil, voy a ensayar un enfoque diferente para enjuiciar el mismo hecho.

Vamos a ver Mr. Draghi, con esa cara de buena persona que tiene usted, como se le ocurre lanzar una ofensiva tan brutal, en plan billonario, contra la deflación. ¿Tan horrible es la deflación?, un proceso por el que los precios se reducen. Si usted no hubiera hecho nada contra la deflación, cual sería el escenario?.

Imaginen una vivienda nueva que cuesta cero euros, o el salario de un presidente, ahora mal pagado, cero euros, dejaría de estar mal pagado, pues todos cobraríamos cero euros. Tal vez ese escenario al que, con mucha imaginación, podríamos pensar en llegar, si no se detiene la dinámica deflacionista, la bajada de los precios, evoca el mundo sin dinero soñado por algunos teóricos anarquistas, y ese riesgo podría ser la verdadera causa de la medida de Draghi contra la deflación, pero, porqué, ¿Acaso no sería posible vivir en un mundo sin dinero?.

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El dinero solo es una abstracción convenida entre los miembros de las distintas comunidades que han inventado diferentes tipos de dinero, con lo que tenían mas a mano. Por ejemplo, la sal, origen de la palabra salario, aunque es cierto que la moneda metálica es muy antigua y ha estado presente en las civilizaciones mas remotas, el papel moneda, una parte del dinero actual, menos importante que las tarjetas de crédito o el dinero bancario, es la expresión de la degradación de las finanzas públicas que hubo un tiempo en que estuvieron garantizadas por reservas de oro y ahora lo están por una firma en un billete de alguien que podría estar sometido a un proceso judicial. 

Sería posible vivir en un mundo sin dinero?, ¿Como compraríamos las cosas que necesitamos? Hay alternativas, y no estoy pensando en el trueque ni en los bancos de tiempo, que también. ¿Porqué no una bolsa de méritos donde estuvieran disponibles, a cero euros, todas las materias primas, todos los productos terminados, que no tendrían que serlo en menores cantidades ni de distinta naturaleza de los que ahora conocemos, y su acceso por parte de las empresas y los consumidores fuera en base a sus méritos, con especial énfasis en la ausencia de deméritos, es decir, que no se les hubiera pillado prevaricando, malversando, evadiendo, estafando y demás, lo que les dejaría fuera de las oportunidades de la bolsa, o lo que es lo mismo, condenados a la inanición.

Esa bolsa no podría ser dirigida por humanos, no sería posible evitar trampas o favoritismos, por lo que debería ser gestionada por un ente robotizado, inalcanzable a su uso torticero, partidista o interesado. 

Claro, este sistema dejaría fuera a mucha gente, por lo que, aunque fuera posible, generaría tal cantidad de economía sumergida, que la vieja práctica acabaría devorando a la bolsa de méritos, los precios bajarían y aparecería otro Draghi para luchar contra la deflación, es decir, para subir los precios. 

Al colapsar el sistema de méritos en sustitución del dinero, al ir al estanco comprobaríamos que las tabaqueras habrían subido el precio del paquete, pero esta vez muchísimo, porque partirían de cero, así que, no sé. 

En fin. El efecto Draghi.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 24 01 15.

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