lunes, 12 de enero de 2015

MEDIO AMBIENTE

Hoy no he bajado al Maravillas porque tenía concertada una visita, junto a mis compañeros del Aula de Comunicación,a una dependencia municipal dedicada al Medio Ambiente, cuyo nombre no daré para no comprometer con mis impertinencias a la funcionaria ecologista que nos ha guiado en la visita.

Una exposición, una charla, una proyección y un debate, en cuya primera oportunidad, cuando han preguntado si alguien sabía lo que es el cambio climático, yo he respondido, con algo de malicia, si, algo cuya existencia unos niegan y otros, no, y así todo el rato.

Para empezar, he tomado el ascensor con otra compañera para ahorrarnos la travesía por los escalones de un edifico centenario, que tiene una magnífica vista desde su segunda planta, hemos pulsado el botón del piso 2, se ha cerrado la puerta del ascensor, pero no se ha movido.

Nos hemos quedado bloqueados, sin conseguir que el ascensor se elevara. Comenzaba yo a fantasear con las cosas que puede hacer una pareja ocasional cuando se queda encerrada en un ascensor, cuando la compañera ha pulsado el botón del bajo y la puerta se ha abierto.

Al terminar de subir las escaleras, la funcionaria ecologista ha explicado que el ascensor, para funcionar, requiere ser activado, y que al no serlo, eso explica que se haya comportado como una trampa, en este caso, para dos.

Una de las exposiciones visitadas ha consistido en una muestra fotográfica de un gran número de variedades de hongos tóxicos. Para mi sorpresa, una de esas variedades era idéntica a lo que se conoce vulgarmente como rebollón. En seguida he recordado la recomendación que nos suelen hacer quienes, supuestamente, saben de hongos. Si no quieres tener problemas con los hongos tóxicos, dedicate, exclusivamente, al rebollón. Joder, después de ver las fotos, ya no me creo nada de esos sabios de la micología.

Después de visitar varias plantas del edificio, nos hemos detenido en una dedicada a los productos de proximidad, los que se producen aquí o cerca de aquí, la acompañante ha pronunciado  una disertación sobre las ventajas de su consumo, por generar menos emisiones en su transporte.

Me he sentido obligado a puntualizar que consumir lo de aquí, no debe excluir consumir lo de allí, sobre todo cuando lo de allí no se produce aquí, es decir que, en mi opinión, las economías deben ser complementarias, no excluyentes, porque, podría ocurrir que un excesivo fervor solo por lo propio, nos privara de las excelencias de lo ajeno o lejano, y nos devolviera a una especie de autarquía, impropia de nuestro tiempo.

A continuación se han proyectado unos cortos animados de 2013, uno de ellos muy premiado, y se ha abierto un coloquio sobre reciclaje y contaminación que ha estimulado la participación de los espectadores, al que me referiré a continuación, en el núcleo de esta entrada.
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En uno de los cortos, un personaje dibujado muy esquemáticamente, sale de su casa, que echa fuego por la chimenea y usa toda suerte de medios de transporte, bicicleta, coche, barco, globo, hasta un cohete espacial que le lleva a otro planeta, pues el nuestro ya ha quedado inservible. 

Allí es devorado por un extraterrestre que, cuando defeca los restos del terrestre, abona el campo con ellos, y hace que brote una flor, que se marchita de inmediato debido al alto contenido en contaminantes de los restos defecados. 

Este corto, muy esquemático y tal vez exagerado, ha sido completado con una noticia cierta, de 2013?, sobre el delta del Río Niger, donde hay una explotación petrolífera de SHELL, participada por británicos y holandeses. En ese Delta se produjo una catástrofe ecológica semejante a la del Prestige en Galicia, que ha envenenado las aguas del Delta, se ha cargado la fauna y la flora de lo que fue unos de los parques naturales mas bellos de esa zona de Africa que, además, facilitaba la subsistencia a mucha gente.

Shell ha rehuído su responsabilidad en el asunto, con el argumento de que han sido las gentes de allí las causantes del desastre, por su afición a quedarse con el cobre de las tuberías. Las Organizaciones de defensa del medio ambiente argumentan de otra manera. Afirman que si Shell hubiera confiado a una compañía específica el mantenimiento de la planta y sus medios de distribución, nada de lo sucedido habría sido posible. 

Cargarse el delta de un río es algo muy serio, así que supongo que el tema estará ahora en los tribunales, mas o menos internacionales, pero es tan poco lo que se escribe sobre esto porque concierne a la Shell, que no es fácil obtener información sobre la situación actual del desastre.

Esto en cuanto a contaminación, en cuanto a reciclaje, la cosa se ha centrado en los procedimientos que siguen las autoridades municipales y el conocimiento que tienen los usuarios del uso de los contenedores selectivos.

El uso del contenedor amarillo, el de los plásticos, ha suscitado muchas preguntas. La ecologista que las contestaba ha precisado que ahí solo van envases, solo envases. Al preguntar alguien porqué no se destinan a otros plásticos, una percha rota, un trozo de peine, la ecologista ha contestado que la razón es que las máquinas destinadas a la seleccción del material, solo reconocen los envases. 

Una compañera, bastante desinformada, ha confesado que ella tira los briks al contenedor de cartón, porque son de cartón, no?, ha añadido. Al enterarse de que van recubiertos de aluminio y deben destinarse al contenedor amarillo, se ha quedado sorprendida, lo que parece indicar una falta de información por parte de los usuarios de esos envases. En fin.

Se ha suscitado un comentario sobre la condición del material plástico, porqué los plásticos que no son envases, deben ir a la basura, esas cosas. Al llegar a este punto, todos los que estábamos en la sala, sin calefacción, estábamos muertos de frío, aunque es evidente que habíamos ahorrado un montón de emisiones a la atmósfera, así que, en una última charla, he aprovechado para meter un par de temas, o tres, impertinentes, como siempre. 

El testimonio recibido de un amigo ácrata que condujo un camión de basura, cargado con pilas en desuso, y a quien su jefe, cuando preguntó, ¿donde descargo las pilas?, le dijo, en el montón de la basura. 

Que está pasando con los aceites domésticos usados, supercontaminantes. Hubo un camión que pasaba por el mercado a recogerlos. Nunca mas se supo. 

Porque los medidores de gases contaminantes, excepto uno, en lugar de ubicarse en las vías urbanas mas contaminadas se han instalado en los parques?, y cosas así. 

Hemos salido pitando de allí, no sin antes aceptar el regalo de una bolsa de tela para reducir el uso del plástico en nuestras compras, a tomar un café caliente, aunque no es un producto de proximidad, porque este acto sobre el medio ambiente nos ha dejado, literalmente,  helados. 

En fin. Medio Ambiente.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 12 01 15.

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