miércoles, 7 de enero de 2015

EL MÉTODO OLLENDORFF

Hoy he asistido a clase de Medios de Comunicación y, entre otros temas, hemos debatido sobre el método Ollenforff, un sistema aparecido en el siglo XIX para el aprendizaje de idiomas, que en el siglo XX , y aún hoy, se utiliza cada vez mas en la comunicación política, con un claro efecto de degeneración del lenguaje pues, en su origen este método se basaba en formular preguntas relativamente inteligibles, a las que seguían respuestas absurdas. Lo que hoy definiríamos con la expresión, 'pregunte lo que quiera, y yo contestaré lo que me dé la gana'.

La profesora ha insistido en la influencia actual del método Ollendorff en la comunicación política, en base a un artículo de un periodista contemporáneo que nos ha dado a leer, pero yo, a mi vez, he citado la existencia de los gabinetes de comunicación de los partidos y el hábito de repartir argumentarios entre sus portavoces como una causa de degradación del lenguaje político de mayor peso que el sistema atribuído a Ollendorff, sobre todo porque esa práctica está convirtiendo a los políticos en meros reproductores y divulgadores de ideas ajenas, con lo que, al regresar a casa y ver al personal de la contrata de limpieza de Secopsa entrar con sus carritos al almacén, no he podido evitar la idea de que este grupo de trabajadores subcontratados podría hacer sin desdoro el trabajo de los portavoces o diputados de cualquier partido.
......

La profesora no ha compartido mi opinión sobre los gabinetes de comunicación y los portavoces de los partidos,probablemente porque ella misma ha dirigido algún gabinete de comunicación, o porque forma parte de algún partido.

Además, ha matizado que los gabinetes de comunicación solo se ocupan de distribuir la información. También existen los gabinetes de análisis que son los que se ocupan, con el consiguiente debate, de fijar la posición del partido en los asuntos de interés público.

A mí ese discurso no me ha hecho mella, me ha resbalado, porque escucho habitualmente a los portavoces de los partidos, y me parecen una especie de simios, imitadores de unas inteligencias que permanecen ocultas, a las que nunca vemos y sus palabras, cuando son un mero discurso están tan vacías de contenido como su gestualidad al decirlas, y cuando responden en una entrevista, ahí si que surge, invariablemente, el método Ollendorff en sus respuestas.

Luego está el uso repetido de palabras especificas en todos los medios, salidas de los gabinetes de prensa de ciertos partidos, en un intento abusivo de identificación negativa de las fuerzas políticas a las que se refieren.

El caso mas evidente y repetido ahora es Populismo, lo que es un ejemplo de la prostitución en el uso del lenguaje, tanto que dediqué una página a estos abusos, 'Populista, tu puta madre'. Todos estos 'profesionales' del periodismo, los de los gabinetes de los partidos, los que filtran en los medios una palabra única incansablemente, parecen más, prostitutas de las que están en los márgenes de ciertos caminos cuando anochece, que licenciados en Comunicación.

Ellos sabrán, si la prostitución les da para comer, quién soy yo para censurarlos.

En fin. El Método Ollendorff.


LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 7 01 15.

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