miércoles, 25 de marzo de 2015

ECHARLOS

Echarlos. Echar al PP del poder político se ha convertido, precisamente por los efectos de las políticas que ha practicado en el país, en una necesidad prioritaria para alcanzar la normalidad en la vida nacional, sobre todo en sus aspectos económicos y sociales.

No es oportuno irrumpir en el parlamento, decapitarlos, despedazarlos y echar sus despojos a los buitres, porque ya no estamos en los tiempos en los que, cuando el jefe de la tribu ofendía a sus miembros con medidas perjudiciales para la comunidad, estos lo hacían trocitos y lo echaban al caldero, por lo que lo sensato parece ser esperar a las próximas elecciones para invitarlos a irse.

Sin embargo, una lista, que no es para nada exhaustiva, de los agravios perpetrados por la derecha española en el poder, contra buena parte de la comunidad nacional, consolida la necesidad de que estos tipos desaparezcan de la primera línea del poder político, cuando toque.

Un modo ordenado de hacer esta lista es referirse a lss medidas impuestas desde los diversos ministerios durante esta legisatura, que podría calificarse de ominosa

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Educación y cultura. Wert es, hay un elevado consenso sobre ello, que pregunten a los estudiantes, el peor ministro de educación que hemos tenido en los últimos veinte años, sobre todo para aquel segmento de la población que más necesita de la enseñanza pública, el encarecimiento de le enseñanza superior, por la vía de reducir su duración y remitir a los masters, es un ataque directo a los estudiantes de mas bajas posibilidades económicas. Lo digo yo, que hice una licenciatura de cinco años gracias a las ayudas de Promoción Profesional Obrera.

Poner a un tertuliano de ministro de Educación, fue una burla que ya hemos visto a lo que ha conducido, por no hablar de la religión como asignatura evaluable y el tema del IVA de la cultura, que corresponde a Montoro, pero al que Wert no se opuso. 

Hacienda. Lo del IVA al 27% para las actividades culturales, teatro, etc, ha sido una pura chulería de Montoro, que es un chulo de mierda, que de este modo ha querido castigar a los de la farándula que se significan contra el PP en sus declaraciones, del mismo modo que nos ha chuleado a todos, con la amnistía fiscal a sus amiguetes, pero que no ha tenido reaños para atacar como es debido la economía sumergida, pues las cifras de la agencia tributaria sobre el resultado de la afloración de rentas ocultas, son una ridiculez en relación con las estimaciones que miden esta bolsa de fraude. 

Sanidad. Haber cesado a Ana Mato es la decisión mas razonable que se tomó, pero poner a Alonso, ex portavoz del PP en su puesto, es otra metida de pata como la de haber mantenido a Mato durante tanto tiempo en un ministerio tan importante como este.

Con indepenencia de su titular la política sanitaria en este país se ha centrado en una sustitución contínua de medios públicos por medios privados, como confirma la evolución de las plantillas, cada vez mas reducidas, decenas de miles de puestos menos en la pública, a la vez que las contratas y subcontratas con amiguetes de lo privado, crecen. 

Defensa. Es un escándalo haber dado la cartera de Defensa a Pedro Morenés, un señor que viene de la industria armamentista, con la misión específica de asegurar el cobro de la elevada deuda pública con esa industria, a costa de apretar el cuello a las plantillas militares que, en aras a la disciplina, ni siquiera se les oye quejarse.

Interior. Es fácil resumir los resultados de este ministerio. Aumento de la represión. Disminución de las libertades públicas. Política de fronteras de dudosa legalidad.

Fomento. Es una pena el estado de buena parte de nuestras carreteras, necesitadas de una inversión que nunca llega, mientras la directora general de tráfico atribuye el aumento de siniestralidad a la mayor actividad vial por la recuperación económica, las asociaciones de conductores exigen mas inversiones en seguridad vial, que no se han realizado.

Es enorme el montón de proyectos olvidados en los cajones de Fomento, pero, además, esta falta de política inversora, que podría haber acelerado la recuperación, castiga mas a unas comunidades que a otras.

Podría seguir con la lista pero, la verdad, es algo cansado. Imaginen que estos agravios se hubieran tratado en una choza comunal en alguna aldea remota. El resultado de la asamblea habría sido, seguro, cortar en pedacitos al jefe de la tribu y echarlo al caldero.

Como no estamos en ese tiempo ni lugar, nos queda esperar a las próximas elecciones generales, pero, a la vista de este lístado mínimo, espero que haya quedado claro que hay que echarlos, sí, echarlos. 

En fin. Echarlos.   

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 26 03 15.

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