FALLAS

Los monumentos falleros pasan por ser la expresión mas feroz de la sátira, del humor ácido, pero ni en la docena y media de fallas que he visto estos días en Xátiva, ni en las del barrio que contemplé someramente entre el viento a mi vuelta de La Costera, he visto nada parecido a las declaraciones de la Agencia Tributaria, controlada por el PP, en las que se dice, aproximadamente, que la financiación ilegal que se le imputa a ese partido es algo así como una donación a Cáritas o a la Cruz Roja, lo que viene a ser lo mismo que afirmar que las políticas de recortes salvajes de la derecha que gobierna han sido acciones de beneficencia.

Luego está lo de los dos millones de euros que fueron a parar a una firma fundada por Montoro, procedentes del erario público, al parecer sin prácticas concursales muy claras.

Solo ese par de viñetas, colocadas en el frontis de una falla, superarían la capacidad de sátira de los carteles falleros, acompañadas, claro está, de los correspondientes ninots.

Mañana visita Valencia, al parecer, el ninot que dirige la burocracia pepera, ese tan dudosamente gracioso que cuando pronuncia la ese, le mete una hache, de modo que cuando pronuncia ssshhhiii, uno no sabe si creerle, porque si algún título merece don Mariano es el de rey de la ambigüedad, salvo ahora que por exigencias de la campaña electoral se ha lanzado a la exageración mentirosa, prometiendo millones de puestos de trabajo, como ya hizo su colega González Pons, se acuerdan, como si los puestos de trabajo los crearan los políticos.
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Lamento no ser artista fallero, porque me gustaría modelar con mis propias manos un grupo de ninots, Montoro, Rajoy, Hernando, Floriano, la maleducada esa que vicepreside las Cortes, todos sacados a patadas en el culo de la escena fallera por un grupo de ciudadanos cabreados que no comparten el carácter de ONG que la Agencia Tributaria atribuye al PP, ni el modo de gastar el dinero público en beneficio del látigo de los contribuyentes, Montoro, o Nosferatu, que se le parece un montón. 

A quienes no tengan memoria, les recordaré que las fallas no han sido siempre así. No me duelen prendas al afirmar que la derecha española ha contado en otros tiempos, con personas que merecían el respeto de todo el mundo, pero claro, cómo podríamos hacer ahora una falla de contenido satírico, de no contar con los personajes citados mas arriba, una pandilla de cómicos tan malos, que cada vez que aparece su imágen en televisión, que balbucean un discurso tropezando en cada frase, nos parecen, literalmente, ninots de falla, algo útil para reirse de ellos, pero absolutamente inútil para gobernar la Economía que, según dice hoy Esquembre en 'Levante', es el Estado de la casa de cada uno de nosotros.

El voto es una cosa curiosa, secreta, tan secreta, que muchos mienten sobre a quien van a votar, o a quien han votado, cientos de miles de votantes actúan por clientelismo, es decir, porque se benefician, ellos directamente, o sus familias, de las prebendas de los que mandan. 

Sin embargo el voto es, también, en ocasiones como la que se acerca, la oportunidad de dar una patada en el trasero a quienes han dominado la escena política durante demasiado tiempo para la salud democrática, sea aquí o en Andalucía, la ocasión de sacarlos de la escena fallera. 

Ahora, cada día aparecen sondeos, a veces contradictorios, que cambian según sopla el viento. Esperaremos a ver lo que pasa en Andalucía, tampoco es que vaya a anticipar lo que sucederá en las generales, pero los movimientos pos electorales, los pactos entre ninots, tal vez si den alguna pista. 

En fin. Fallas.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 20 03 15.