miércoles, 14 de octubre de 2015

200 MILLONES

He leído por ahí que la cosecha de uva en Utiel Requena ha alcanzado esta campaña 200 millones de kilos, un 30% más que en la anterior. Me alegro por los viticultores, dedicados a una actividad muy sacrificada, de alto riesgo, pues nunca sabes si un pedrisco acabará con tus esfuerzos, seguros aparte.

No recuerdo si el rendimiento de la uva al ser convertida en vino alcanza el 60, 70? por ciento. En cualquier caso la magnitud de esta cosecha dará mas de cien millones de litros de vino. Tengo un par de botellas de blanco en la nevera y una de ellas, aunque es de La Mancha, lleva en la etiqueta el indicio de lo mucho que ha evolucionado la viticultura --la cultura del vino?-- en este país.

Chardonnay Afrutado. Lées eso, Chardonnay Afrutado, y un perfume aromático de raíz clásica inunda tus sentidos, aún antes de abrir la botella. L'Arome, como diría esa mujer que anuncia el café en cápsulas.

Compré una casa campesina en la sierra hace veinte años, rodeada de viñedos que no son míos, y cuando estoy allí tengo la sensación de vivir en La Toscana. Otra sensación muy agradable es que nunca recibo facturas de la luz, me apaño con una instalación de 12 voltios que me da servicio, sin coste; ni de Emivasa, ¿se llama así el tinglado del agua que factura de todo, incluso agua?, porque dispongo de un aljibe con 8 metros cúbicos de capacidad que, en veinte años, nunca se ha agotado.

De modo que esa casa es un refugio potencial, para retirarme allí, en caso de que la batalla política desatada estas próximas elecciones, lo aconseje, porque otra de las ventajas de ese refugio, es que no tiene televisión.

Así me ahorro hacerme mala sangre, que luego me salen páginas ácidas, insultonas, como la de '12 de Octubre', en la que insultaba al franquismo no solo histórico, sino residual, aunque, bien mirado, qué son unos pocos insultos, comparados con las masacres del fascismo franquista, perpetradas bajo la mirada indiferente de poderes exteriores, como de algún modo les sucede ahora a los sirios.

La Toscana, mi Toscana de la sierra de Utiel, tiene otras ventajas, te quedas mirando las viñas, ahora desnudas ya de frutos, y el color púrpura de sus hojas pintadas por el otoño, te transporta a la cultura clásica, porque pocos productos naturales como la uva, si acaso el olivo o el laurel, tienen el poder evocador de trasladarte a la época pagana, con Baco representando los excesos alcohólicos, las Bacanales, cuyo equivalente actual es el botellón, que deja las escaleras de los lugares públicos, llenas de envases vacíos de plástico, papeles, o incluso condones usados. Que vulgar, ¿no?

Mi interés por el vino, por la vid, se remonta a la época en la que trabajé en la primera empresa ezportadora de vinos del paós, una de mis funciones fue supervisar una finca vitivinícola en el término de Requena, y otra dedicada a la elaboración de mosto concentrado.

Allí aprendí, entre otras, un par de cosas, que el vino rosado no procede de una variedad de uva rosada, sino de una variedad de uva tinta, y que se obtiene de la primera prensada, de ahí la suavidad de su coloración.

Lo del mosto fué mas revelador. Se vendía a los japoneses, que no tienen ni una viña en su país. Con ese mosto elaboraban vino blanco japonés, que luego podías encontrar, con una gamba pintada en la etiqueta, en los supermercados de París. Tiene huevos la cosa, ¿No?.

Lo mejor que me pudo pasar en aquella etapa de mi vida laboral, fue trabar amistad con el dueño de la finca, parte del grupo exportador donde trabajaba. El me puso en contacto con los entonces dueños de la casa de la sierra, y después de unas fáciles negociaciones, la compré, la rehabilité, y ahora, cuando paso unos días allí, siento que estoy en La Toscana, sí.

En fin. 200 millones.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 14 10 15.

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