martes, 27 de octubre de 2015

UN REINO DEMEDIADO

'Viva la república catalana' la arenga escuchada en el parlament de Catalunya, es solo una anécdota qur provocará ríos de tinta. Yo, no voy a ser menos, aunque en plan de coña.

Las Repúblicas suelen suceder a las monarquías, con distinta suerte para sus pueblos. En este caso, Catalunya no ha sido nunca una República, ni siquiera en tiempos de la República española, en que solo fue una sucursal, con sus normas particulares, del gobierno central, mucho menos, históricamente, tiene pedigrí de monarquía, fué solo un condado, que se le va a hacer, la historia es tan aleatoria como la lotería.

En cambio Catalunya ha sido, es, Zona Franca para determinadas actividades.

Propongo una solución de compromiso para calmar las ansias anti monárquicas de unos y centralistas de otros. Elevar a rango constitucional la condición de Zona Franca Repúblicana, de Catalunya, solo a los efectos de que los Borbones no puedan entrar allí, salvo de paisano y con pasaporte, solo para ver a los amigos, como los coreanos ahora, porque, ahora en serio, sin coña, la amistad desinteresada me parece uno de los mas bellos sentimientos de la condición humana, y no debe verse obstaculizado su ejercicio por culpa de la política.

No crean que me detengo aquí con mis sugerencias creativas. De poco serviría lo anterior, si no actuamos en Madrid, la fuente de un centralismo político que tanto molesta a algunos.

Otra modificación constitucional debería trasladar la capital política del reino a Villaconejos, o un sitio parecido, pero solo por quince años, en una especie de rotación que evitará que las nuevas capitales adquieran los vicios de las viejas.

Una vez hecho esto, aprovechando que Madrid está lleno de payasos, a los que vemos diariamente en la tele en sus actuaciones parlamentarias, deberíamos convertirlo en un parque temático, en el que sus habitantes se financiaran, preferentemente, con el importe de las entradas a su circo, pagadas religiosamente por nosotros, los indígenas de la periferia, que acudiriamos gustosos a ver su espectáculo, para que no les falte financiación.

Claro, estas propuestas no serán del agrado de la monarquía. Considerando el carácter de Zona Franca Libre de Borbones de la nueva Catalunya, Felipe VI pasaría a ser un monarca demediado, parcialmente trasterrado, por así decirlo, una especie de mixtura entre Alfonso XIII, y Constantino de Grecia, pero, a cambio de ese sacrificio personal, se mantendría la unidad del Estado que, la verdad, no sé lo que es.

En fin. Un Reino Demediado.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 27 10 15.

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