martes, 20 de octubre de 2015

ESTADO CRÍTICO

Hemos ido al mercado a por el arreglo para el arroz al horno de mañana y, de paso, hemos comprado un par de rodajas de salmón para hacerlas hoy a la plancha junto con una docena de espárragos gordos, desoyendo las recomendaciones de uno de mis hijos, --No compreis pescados grandes que están cargados de metales pesados.

No se yo si los pescados grandes y los metales pesados habrán llegado a un acuerdo de coexistencia pacífica, porque no observo ninguna reacción nuclear en las pescaderías. Al regreso, me he acercado al Maravillas, donde no había prensa del día, ya me iba, después de tomar un agua Perrier, cuando un cliente ha aparecido con el periódico y lo ha dejado sobre la barra.

He visto el titular de una noticia local, que a mi me ha parecido ambiguo, a pesar de su rotundidad. Gregorio Martín, analista habitual de la situación financiera de la comunidad valenciana, dice que está en estado crítico, y emplea no menos de una página para argumentarlo.

Viniendo de quien viene, esta noticia, grave en su enunciado, es menos preocupante si consideramos que Martín lleva, desde que afloró la crisis, anunciando este diagnóstico, por lo que podemos entender que el mal que nos aqueja se ha cronificado, el cuerpo social y el mal financiero se han integrado y, si bien la invasión vírica no ha desaparecido, ha renunciado a producir la muerte del sistema, a condición de seguir habitando en él, de  modo latente, por una larga temporada.

Quienes tienen la llave para que ese virus siga cronificado, o provoque una crisis puntual, son dos personajes que parecen salidos de un relato de terror, Montoro y Beteta. A mi me da mas miedo Beteta. Montoro suelta sus paridas, pero el que se encarga de materializar sus amenazas es ese señor enjuto, a quien solo le falta un hábito negro con capucha para encarnar con fidelidad lo que en un tiempo fue la Santa Inquisición, y si dice que va a quemar en la hoguera los recursos necesarios para que los funcionarios recuperen la paga extra detraída en los recortes, pues, no hay que tomarlo a broma.

El estado crítico y el crónico, son dos estados relacionados, con la salud, o con la falta de salud de las personas y de los sistemas. Cuando un estado crítico se cronifica, el doliente puede esperar sobrevivir durante mucho tiempo a su dolencia, y, probablemente, palmar de otra cosa.

Los que hemos alcanzado una cierta edad, solemos ir por el mundo con alguna dolencia que, al haberse cronificado, nos permite una vida normal.

Para mi es un misterio el proceso por el que una dolencia aguda, grave, llega a transformarse en una simple molestia que solo exige la toma de algunos fármacos, o una vigilancia analítica periódica, es como si nuestro cuerpo se hubiera sentado a negociar con los virus invasores y hubieran llegado a un elaborado acuerdo, después de muchos intentos, para establecer el lugar que cada uno ha de ocupar, tolerando al otro.

Yo no se si las finanzas públicas de la comunidad valenciana están realmente, como dice Martín, en estado crítico, pero basándome en la biología del cuerpo humano, estoy esperando que los políticos de uno y otro lado, se sienten de una vez a hablar,  con verdadera voluntad de convertir un caso clínico crítico, en una dolencia meramente crónica.

Les pagamos para eso, saben?.

En fin. Estado crítico.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 20 10 15.

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