sábado, 17 de octubre de 2015

EL DISPOSITIVO

Supongo que a nadie se le escapa que la evolución de la ciencia y la tecnología en las últimas décadas se centra, sobre todo, en la electrónica. No es un fenómeno nuevo, cuando James Watt inventó la máquina de vapor, el ferrocarril fue el centro de la innovación tecnológica y cambió la configuración de las ciudades, lo mismo que ha hecho luego el automóvil, pero ahora la electrónica tiene una peculiaridad que no tuvieron los inventos anteriores.

De la electrónica depende el arranque, el funcionamiento, de casi todos los sistemas funcionales, sean domésticos, el micro ondas, el televisor, las redes de transporte, aéreo o terrestre, los sistemas de diagnóstico y atención médica, hasta los accesos al baño en lugares públicos, que exigen un código para su uso.

En fin, todo, todo. No se si se ha caído en la cuenta de que esa concentración del progreso tecnológico básicamente en un solo sector, produce una sociedad mas avanzada, pero mas vulnerable.

¿Imaginan un dispositivo capaz de neutralizar, de un solo golpe, los mecanismos electrónicos que hacen funcionar la sociedad de hoy? Yo si, mas que nada porque hoy la cosa va de la ficción de la ciencia, que no es lo mismo que la ciencia ficción.

La ciencia, a través de su progreso, crea la ficción de que la humanidad progresa con ella, pero no parece un progreso que la gente camine por la calle despistada, mirando la pantalla de un teléfono móvil, con un riesgo cierto de morir atropellado, ya consumado en algún caso, hasta el punto de que en alguna ciudad del lejano oriente han habililtado un carril móvil por razones de seguridad.

La comunicación es una necesidad humana, pero cuando deviene en manía dependiente, de modo que vas por la calle y no sabes si los paseantes han salido de un frenopático porque hablan solos, o hablan porque van provistos de un mecanismo que no funciona sin la electrónica, entonces te viene a la imaginación qué sucedería si todos los mecanismos electrónicos cayeran a la vez.

¿Que pasaría con la navegación aérea, con el transporte terrestre, dependiente del GPS, cómo cocinaríamos, que pasaría con la tele, dejarían de colocarnos el rollo Más/Rajoy?. Que fuerte, no?.

Bueno, sospecho que ese mecanismo neutralizador ya existe, pero, por ahora, se usa solo en las guerras cibernéticas entre paises hostiles, y no va a más porque a nadie le interesa dejar de facturar en los otros sectores.

El día que la electrónica deje de ser negocio, sustituída por impulsos neuronales de nuestro cerebro modificado, pondrán en marcha el dispositivo a toda mecha y, adiós electrónica. Al menos, eso es lo que me hace intuir la ficción de la ciencia.

 En fin. El Dispositivo.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 17 10 15.

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