IMPROVISACIÓN

Ayer, en el Aula de Teatro, hicimos un ejercicio de improvisación que me pareció interesante. Se trataba de interpretar dos papeles sucesivos, el de vidente, y el de cliente que va a ver al vidente para trasladarle sus preocupaciones sobre el futuro. Reproduzco algunos de esos diálogos improvisados, porque me parece que contienen alguna cosa curiosa.

Vidente. Buenos días, usted dirá...

 Cliente. Verá...vengo a verle porque me han hablado de sus dotes de videncia..

Vidente. Suy vidente desde niño, adivinaba lo que iba a poner de comer mi madre....porque siempre comíamos lentejas, pero le advierto que yo no uso bola de cristal, cartas, ni tocamientos en las manos. Escucho, me limito a escuchar, eso sí, con mucha atención, al que duda, al que sufre, al que se hace preguntas..

Cliente. ¿Es usted psiquiatra?

Vidente. Lo fuí, pero me dedico a la videncia porque gano más pasta. No imagina usted --no es su caso-- cuantos primos pasan por aquí al cabo del día, con decirle que este verano me he pagado un crucero por el Rhin a su costa...pero vamos al grano, que le inquieta?

Cliente. Verá, pasado mañana cumplo setenta y dos años, y eso, no sé porqué, me inquieta, sí..

Vidente. Setenta y dos eh?. No le pregunto la fecha, el mes de su nacimiento, porque eso del Zodíaco, entre usted y yo, me parece una chorrada. Ahora bien, esos setenta y dos años que usted dice tener, siguiendo a Casona, en la Dama del Alba, son los años que usted ya no tiene, porque ya los ha vivido. En cuanto a los que le quedan por vivir, son un misterio insondable, hasta para mí...Usted fuma?,

Cliente. Si, gracias.

Vidente. No le estoy ofreciendo tabaco. Le pregunto si fuma, porque escucho un rumor sordo que sale de su pulmón izquierdo.

Cliente. Tengo un enfisema pulmonar, será eso.

Vidente. ¿Y porqué sigue fumando?

 Cliente. No lo sé...

Vidente. En eso no puedo ayudarle, yo estoy en su misma situación. Cuénteme, no habrá venido usted a verme solo por estas chorradas..

 Cliente. Tengo un problema gordo..

Vidente. No hay problemas gordos y flacos. Hay problemas reales e inventados. El suyo es real o inventado?

Cliente. No sabría decirle...se trata de una herencia...

Vidente. ¿Una herencia?, hombre de Dios, vaya usted primero al notario y al registrador de la propiedad, en lugar de visitar al vidente...

(el cliente sale de la sala cabreado y luego vuelve a entrar)-

Vidente---- ¿Usted, otra vez? .

Cliente. Vengo de ver al notario y al registrador, necesito que me diga si la herencia va a ser para  mí un acontecimiento favorable o desfavorable.

Vidente. ¿Quiere saberlo, eh?. Pues se lo voy a decir, puede ser favorable, o puede ser desfavorable, porque las herencias, como usted sabe,conllevan una carga fiscal, así que yo de usted aceptaría la herencia a beneficio de inventario, es decir sin hacerse cargo de las deudas, en el caso de que superen el patrimonio heredado, o sea, renunciando, en última instancia, a la herencia.

Cliente. ¿Eso es todo?

Vidente. No se preocupe, no le voy a cobrar, me cae usted bien.

(Joder, al final, esto en vez de teatro se parece a una consultoría jurídica)

Cuando terminamos con esta chorrada en el Aula de Teatro, algunos compañeros fuimos a tomar café --yo agua mineral-- al bar de los chinos que tiene un corralito con una terraza muy agradable. Allí escuché contar la experiencia personal de un compañero, que repetiré brevemente, tratando de ser fiel a su esencia.

Viajaba el compañero en un crucero marítimo y cuando estaba tranquilamente en la hamaca de la cubierta de lujo, un infarto con parada cardíaca lo dejó literalmente muerto. Su compañera encontró entre el pasaje a un médico holandés especialista en reanimación que lo devolvió a la vida.

Alguien ha pensado en la tertulia, jo, el holandés se podía haber metido las manos en el culo, a quien se le ocurre estropear así un final tan magnífico, palmarla en un crucero de lujo, sin sufrir, mirando al mar. Un final de película, como el de Muerte en Venecia, no?.

Es todo.

En fin. Improvisación.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 30 10 15.