viernes, 5 de mayo de 2017

114.000

Hace apenas un mes que publiqué la cifra de visitas recibidas en el blog, el número de páginas visitadas dicen las estadísticas, y hoy observo que esa cifra ha crecido en casi cuatro mil más, en poco más de treinta días, lo que indica que la atención de los usuarios al blog está creciendo a una tasa de cerca de 50.000 visitas anuales.

Cuando comencé en el blog, hace casi diez años, esto no era así. Interpretar este dato permite varias elucubraciones.

¿Significa que la calidad de los contenidos del blog ha crecido?. Creo que no. Yo sigo siendo el mismo, digo, poco más o menos, las mismas chorradas, y mi información de lo que sucede por ahí está ahora condicionada por eso que se ha dado en llamar, posverdad.

Lo que está sucediendo, me parece, es un claro signo de la aceleración tecnológica, el hecho de que las cosas que circulan por aquí estén ahora disponibles en los teléfonos móviles, por ejemplo, es uno de los factores que explican este rápìdo crecimiento, pues cuando empecé con esto solo se podía acceder a Internet desde los ordenadores, y ahora ya ven.

Fué José Luís Sampedro, humanista, catedrático, escritor y marxista cristiano científico, quien empleó, en su libro, 'Las fuerzas económicas de nuestro tiempo', la expresión, aceleración tecnológica, aunque le llamó 'aceleración técnica' y junto con la demografía y algo más, expresó que eran las claves de hacia donde se dirigía la sociedad de su tiempo.

Pero, claro, la aceleración tecnológica es responsable de muchas cosas, no solo de que el ritmo de crecimiento de las visitas al blog crezca por encima de lo que era habitual cuando se creó.

Consideren los cien millones de visitas que, según algún medio de comunicación, recibe  el capullo de Ronaldo en Instagram, un gran deportista, pero también un indeseable que no se conforma con sus elevadísimos emolumentos por su trabajo y encima tiene que promover la ludopatía del personal incitándolos a que se juegen la pasta en dudosos asuntos de azar, por medio de los anuncios que protagoniza en la tele, que a mí, y mira que lo siento, me producen repugnancia cuando los veo.

Es esta dualidad de los efectos de la revolución tecnológica lo que dá un poco de miedo, no?.

Cuando empecé con esto del blog, confieso que me planteé si colocar o no publicidad en ese soporte. Mi hijo, más entendido que yo en asuntos informáticos, me dijo, papá, ni se te ocurra, con las visitas que recibes, tendrías que pagar tú, en lugar de cobrar.

El modo en que crece el número de visitas, que para otros se puede medir en impactos publicitarios, junto a la sospechosa aparición en mi correo de páginas que no cesan de ofrecerme trabajo en los mejores empleos disponibles, a mi, que llevo jubilado más de diez años, parece indicar que algo está cambiando en las redes sociales y que mi remota y escondida presencia en ellas podría reportarme en el futuro algún beneficio económico, si consiento en abrir mis páginas a la publicidad.

Ni hablar, no pienso caer en esa bajeza ronaldiana, al menos hasta que alcance el millón de visitas.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 5 05 17.

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