"He bajado al Maravillas con la única intención --lo juro-- de contemplar la belleza de los árboles que habitan el barrio en el que vivo --no me gusta el posesivo mi barrio-- iluminados por la suave luz mediterráena que, a esta hora, es de una delicadeza que resalta la estética de sus formas, sin deslumbrar los ojos del espectador.
Sin embargo, un colega en la barra del bar me ha pasado el periódico sin yo solicitarlo, he leído el artículo de Millás, al que luego me referiré, y una urgente necesidad fisiológica --nada que ver con la calidad del texto de Millás-- me ha empujado a volver a casa enseguida, y visitar el baño, uff.. que descanso, perdón por la licencia escatológica.
Lo cierto es que el otro día publiqué la página Arte Contemporáneo sin aludir para nada a la abstracción, y esta mañana, al percibir cómo las circunstancias que rodean al observador y al objeto o sujeto observados --por ejemplo, la hora del día-- influyen decisivamente en los resultados plásticos de esa observación , he creído entender porqué quienes cultivan el arte abstracto prescinden del realismo figurativo o paisajistico, y se apropian de formas geométricas, o no, que reflejan, exclusivamente, su percepción de la realidad, por ejemplo, la tragedia, como hizo Saura con sus tonos oscuros, sin interferencias de ningún tipo.
Millás, en su artículo de la 2 de 'Levante' de hoy, dice lo siguiente:
"Continuamos sin una articulación ideológica capaz de (alcanzar) la unidad de los diferentes territorios de España, a lo que hemos de añadir ahora un problema de percepción que nos obliga a ver lo que no es...Resulta, en fin, que el PP jamás destruyó a martillazos las pruebas de la corrupción de su partido..España Alucinada, víctima de los sistemas que nos imponen ..todavía no sabemos quién es"
Millás observa en su visión de la actualidad política, dos cuestiones, unidad e identidad, que suenan bastante a lo largo de la historia reciente del siglo XX.
En particular, el concepto de Unidad formó parte del franquismo o fascismo fundacional con aquel viejo lema, España: Una, Grande y Libre. Una si que fué, por la fuerza de las armas y los fusilamientos a mansalva, pero que fuera libre después de imponer la Unidad a sangre y fuego....la verdad , no.
A mi, que quieren que les diga, la Unidad y la Identidad, no me seducen demasiado, prefiero una Diversidad ordenada, y una Libertad que no se parezca, para nada, a la de los neoliberales, que la usan solo para sus negocios y a los otros que les den por el saco, no.
Después del breve paseo por el barrio, esta mañana, de la maravilla de la luz mediterránea, a esas horas, reflexiono sobre las cuestiones que plantea Millás y concluyo que España es, sí, una unidad geográfica, pero caracterizada por la diversidad, como sabrá cualquiera que haya viajado un poco por sus tierras, y claro, esa diversidad se traduce en riqueza cultural, pues, de algún modo, hemos sido un conglomerado de culturas que han pasado por aquí, unas se han quedado y otras no.
En consecuencia, desde mi punto de vista España es, antes que otra cosa, una abstracción, no es una unidad politica, ni una identidad nacional, solo un conglomerado de pueblos aficionados, unos a la sidra, otros a la horchata, un lugar donde el café se pide de cien maneras diferentes. Ese conglomerado de gentes aspiran, creo yo, a la libertad y a un cierto grado de justicia, el problema al que alude Millás es la ausencia de una clase política digna, que alcance cierta altura moral e intelectual, capaz de crear de ese lienzo abstracto, un acuerdo político equilibrado que represente a todos."
De momento, eso no lo tenemos y, desde luego, a pesar de ello, vamos tirando, no necesitamos otro salvador, se llame Franco o Rajoy, que ponga a España como escudo para ocultar sus torpezas.
En fin. Abstracciones.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 16 05 17.
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