viernes, 4 de septiembre de 2009

AUTOMATISMOS

Cuando empecé a escribir en el Blog, hace mas de dos años, mi asesor informático me recomendó que no insertara publicidad en mi libreta cibernauta, porque al tratarse de un nicho casi privado, el previsible escaso número de visitas, con independencia de su solvencia y el aprecio que me merecen todas ellas, desaconsejaba cualquier añadido mercantilista a su contenido. Ya se sabe que la eficacia de la publicidad se mide por el número de sus impactos, y así aplican sus tarifas los medios que la divulgan por cuenta de sus anunciantes.

De este modo, los usuarios del Blog habrán comprobado durante este tiempo, al acceder a sus páginas, que ningún anuncio publicitario ha interferido en su lectura, lo que no sucede en otros sitios donde los recuadritos de los anuncios de entidades financieras, de seguros, de viajes, de cualquier cosa, suben y bajan por la pantalla como en una noria.

La publicidad tiene su lado necesario. Además, estoy convencido de que las mejores realizaciones estéticas del mundo audiovisual corresponden a los spots publicitarios, aunque solo sea porque sus productores invierten grandes cantidades de talento y dinero en superproducciones de una duración mínima. Percibo ese talento, tanto visual como literario, concentrado en dosis enormes en algunos spots, y lo disfruto como un aficionado al arte en un museo contemporáneo.

Otra cosa es lo que sucede desde hace algún tiempo en el ciberespacio. Incluyes la palabra pelos en una entrada del Blog, y te aparece, como por arte de magia, un recuadrito con el anuncio de una firma de implantes capilares. Pones el título Adicciones a otra página, y un pelotón de expertos en combatir toda clase de adicciones aparecen en la pantalla para ilustrar esa entrada, que tu no has querido ilustrar, porque de querer hacerlo, habrías puesto fotos.

El colmo es cuando te decides, después de muchas vacilaciones, a consultar los videos porno de Internet, para aumentar tu cultura, o para lo que sea, y un mensaje te aclara que te son ofrecidos unos videos determinados, ¡de entre los mas de 40 millones que circulan por ahí!, porque son los que encajan con el perfil de tu página web.

A ver si lo entiendo, mientras el Mossad está pendiente de los barcos que navegan cargados con misiles con destino a Hammás, y los políticos madrileños del PP se espían unos a otros, los señores de Google han implantado un sistema de escuchas con tal grado de automatismo que tu escribes la palabra pelos y te sale, de modo inmediato, el anuncio del trasplante capilar. Tratas, de manera jocosa, el asunto de las adicciones, y un montón de automatismos, incapaces de percibir la ironía, llenan la pantalla con mensajes de los mas diversos chamanes y cuando visitas el rincón del sexo, alguien secretamente asocia tu perfil con el puterío mas maduro. Por cierto, ¿Como saben cual es mi perfil? Yo podría ser un marciano emboscado en la red, haciendo un trabajo temporal de antropología para mis jefes de la división de planetas tontos.

Lo absurdo de todo esto es que la eficacia de esos métodos de automatismos publicitarios es prácticamente cero. Porque, si se hubieran molestado en ver la foto que aparece en el Blog, habrían comprobado que no tengo problemas de alopecia, por lo que, por ínfima que sea la cantidad que ha pagado el reciclador de melenas por ese impacto publicitario, es tirar el dinero.

No basta asociar el anuncio a la palabra pelo, además se requiere que el destinatario del mensaje sea calvo, o esté en trance de serlo, y que esa característica, que a muchos/as les parece sexi, le moleste. Como la simple mención de la expresión puterío maduro no justifica que me llenen la pantalla, sin haberlo solicitado, de señoras cincuentonas de buen ver.

El problema no es la gratuidad, algo a lo que yo me he apuntado desde el principio, sino el uso que sus promotores hacen de los espacios gratuitos. Tampoco es el control de los contenidos. Nunca ha estado en mi ánimo controlar, ni que me controlen,. mis contenidos, que nunca he considerado míos, en el sentido que se da a la propiedad intelectual.

El problema es que quienes indexan, ordenan, expanden, reproducen y exponen los contenidos de la red, se están pasando tres pueblos al otear las preferencias de los usuarios, además con resultados absolutamente estúpidos, como el de que aparezca un anuncio comercial cuando escribes la palabra pelos, como si esa memez, esa tontería activada por los automatismos, tuviera alguna eficacia.

Conviene aclarar que esos automatismos publicitarios, solo aparecen en el proceso de escribir los textos que luego tienen como destino las páginas del Blog que ven los usuarios, pero tal como va la cosa, no me extrañaría que llegaran al propio usuario, si no lo están haciendo ya. Cuando quiera publicidad, ya lo diré. De momento, este es un espacio privado, puesto que no sale en la tele ni en los periódicos, y a uno le gustaría seguir así. Si es posible.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 4-09-09.

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