LA ACTUALIDAD DEL DÍA (7)

He bajado al quiosco y, mientras tomaba un café con leche en el bar contiguo, he dado un vistazo al periódico local que viene lleno de noticias.

Ibarretxe se va a Puerto Rico a dar clases de Economía. Esta es la parte visible de una noticia incompleta. Lo que no se dice es que, Puerto Rico, solo es una etapa, una escala previa del viaje de Ibarretxe, cuyo último destino es el planeta Kapax, de donde procede. Para sus paisanos de Kapax, hay que aclarar que Ibarrexte ha ejercido de lehendakari, de jefe de gobierno en el País Vasco, hasta que una coalición de enemigos, suyos y entre si, lo ha desalojado. Los jefes de gobierno, cuando abandonan esa función, conservan el derecho a la privacidad, lo que tal vez explica que la noticia eluda su condición de extraterrestre. Pertenece al dominio de lo privado.

Un guardia civil mata a tiros (con su pistola) a su mujer. Además de un hecho trágico, este suceso es una muestra de algo que acontece de manera cotidiana. Le das tu dinero, con tus impuestos, a un servidor público, para que lo use en beneficio de la comunidad, y lo usa para otra cosa. Dicen que las armas las carga el diablo, pero esa pistola la hemos pagado nosotros, para que su portador nos defienda de las amenazas, muy reales, de las peligrosas mafias, y el la usa para matar a una persona inocente.

Otra noticia con alguna connotación similar, en lo que se refiere al uso torticero de los recursos públicos, encabeza la primera página. Valencia privatizará las tres guarderías que construye con fondos del plan Zapatero (del gobierno central). En este caso, no podemos hablar de un uso desviado del dinero de nuestros impuestos, sino de la deuda que el Estado ha contraído, y que pagaremos con impuestos futuros, con destino a inversiones de carácter público. Este es otro caso cotidiano del peculiar recorrido del dinero obtenido con la deuda. Los ciudadanos facilitamos al gobierno central recursos, para que se los gaste en cosas de interés público. El gobierno central se lo da a otro gobierno, autonómico, para que haga escuelas infantiles (públicas) y este, una vez terminadas, se las da al sector privado. Parece un círculo perfecto, si no fuera porque ciudadanos somos todos, pero beneficiarios de las privatizaciones del gobierno de Heliópolis son unos cuantos, casi siempre los mismos.

En páginas interiores -26- un militante socialista formula un plan para la rehabilitación del partido socialdemócrata de Heliópolis, PSPV, que, cada vez mas, parece un edificio en ruinas.En síntesis, la formula propuesta consta de los siguientes puntos: Recuperación de la memoria histórica. Transparencia. Tolerancia. Coherencia. Liderazgo.Creo que me he quedado corto en mi apreciación del estado ruinoso del PSPV. Un partido que sufre de Alzheimer, que no actúa con transparencia, que es intolerante, incoherente y carece de liderazgo, como se deduce de las demandas de uno de sus militantes, es mas que una ruina, un imposible metafísico.

Por si fuera poco, en la página de opinión -22- la abogada Blanquer, en una aportación llena de lamentos nostálgicos y sentimentales por el paraíso socialdemócrata perdido, afirma al final de su artículo que '.(...).se ha perdido la dirección. Quizá el tino.' Si las cualidades políticas de Blanquer no superan sus aptitudes literarias, tal vez ese paraíso fuera solo una ilusión de su percepción. En fin. Si al desaparecer ese edificio en ruinas, no surge una nueva izquierda cohesionada frente a los neo conservadores, --esos si que saben de cohesión para durar-- podría ocurrir que sigan sucediéndose las décadas de dominio conservador, entre los lamentos nostálgicos por un paraíso perdido, en lugar de concentrar las energías para refundar una izquierda solvente y creíble.

Elena Bastidas, Presidenta de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, por su parte, hace una encendida defensa de los chiringuitos, pero su fotografía desmiente claramente que ella frecuente las playas populares. Tiene toda la pinta de vivir en una urbanización de lujo, con seguratas y vallas, alejada de la cosa popular, con minúsculas. Ella misma lo da a entender, cuando al final de su diatriba contra las medidas de protección de la costa, concluye: 'Deberíamos recibir
una explicación consistente (…) .. y no porque vayamos a echar de menos esa forma de vivir el verano' (claro, tu vives en otra parte, tía).

Esto es todo, amigos. Así se despedían en los dibujos de Tom y Jerri, creo.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 8-09-09.