Neguri es un barrio de Bilbao que está en el lado de la ría hacia donde no sopla el viento. Lo pusieron ahí para que los del otro lado, los currantes, se tragaran la enorme contaminación que generaba la ciudad industrializada de los altos hornos y la minería. Es el lugar de residencia de la mas rancia y reaccionaria burguesía industrial y financiera del país. Ahora, un tipo forrado de Neguri, gestor del BBVA, sale en los papeles y se le aplican conceptos como prejubilación, 80%, indemnización, como si fuera uno de los curritos de la otra orilla que, gracias a luchas sindicales prolongadas durante mas de un siglo, consiguieron por fin un sistema de pensiones que se les aplicaba porque no disponían de otros ingresos.
Los actuales sistemas de pensiones tienen su origen histórico en las cajas de resistencia habilitadas por los obreros para que sus familias comieran, cuando un sector hacía huelga, gracias a la solidaridad de otros sectores que permanecían en activo. Cuando se hicieron frecuentes las huelgas generales reivindicativas, hubo que guardar una parte del salario que se percibía cuando se estaba en activo, para la subsistencia en los periodos de huelga. Los sistemas de protección social que han venido después, son deudores de aquellas experiencias.
La noticia de que el tipo de Neguri, cuyos residentes siempre han sido enemigos, en bloque, de cualquier mejora de las prestaciones sociales con recursos del Estado, se 'prejubile' a los cincuenta y cinco años, con el ochenta por ciento de su 'salario', unos 3 millones de Euros, y reciba una 'indemnización' que, si no he leído mal, ronda los 80 millones de Euros, es un sarcasmo, una burla infame, a las generaciones de trabajadores que perdieron su salud al otro lado de la ría, con los efluvios que les enviaban los amos de la otra orilla.
Es un sarcasmo y una burla, al menos, por dos razones. Primero, porque se aplican al patrón conceptos tales como prejubilación, ochenta por ciento, indemnización, que solo tienen razón de ser cuando se trata de personas que no tienen otros ingresos que el fruto de su trabajo. Segundo, porque, aunque paga el Banco, lo hace con el producto de las abusivas comisiones que cobra a los mismos curritos que depositan allí sus escasos ahorros.
Se puede argumentar que el de Neguri ha pagado sus cuotas como todo el mundo, y tiene derecho cuando se jubile definitivamente, a su pensión , la que sea, al margen de los complementos de la Empresa. También se puede evocar esa frase del médico, el padre del Dr. Zhivago, cuando se siente agredido por el colectivismo, 'yo también soy el pueblo'.
Cada uno es libre de verlo como quiera, por eso yo prefiero fijarme en que el de Neguri no es exactamente del pueblo, sino que, en mi opinión, encarna a la perfección a 'Un enemigo del pueblo' que decía Ibsen, en el sentido de que siendo dueño de una fortuna considerable, no debería acceder a ningún tipo de prestación social con recursos escasos que no alcanzan a todos los que las necesitan.
Es posible que el de Neguri tenga pensado renunciar a prestaciones sociales, tan denostadas por sus iguales, a las que pudiera tener derecho cuando se convierta en jubilado, y las destine a cualquier O.N.G. o Fundación no administrada por el mismo. Si fuera así, retiraré muy gustoso esta entrada y reconoceré que no he sido muy ecuánime en mi juicio.
En caso contrario, me reafirmo en el carácter de burla y sarcasmo intolerable que tiene el modo en el que pasan de la condición de activos a prejubilados los gestores de la banca, siempre, pero, sobre todo, ahora que se piden sacrificios fiscales a la mayoría de los españoles. ¿Donde está el trato severo a las gabelas bancarias del que se habla en el G20? Aquí, por lo que parece, esa retórica es pura filfa.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 30-09-09.
bien visto!
ResponderEliminarSalut!