viernes, 7 de mayo de 2010

MONTAIGNE Y EL SECTARISMO

He bajado al Maravillas con mi camisa de seda agujereada por la polilla, a una hora un poco tardía porque he dormido como dios hasta las tantas, y los clientes del bar habían abandonado el 'Levante' sobre la barra, así que me lo he papeado entero, pese a que hoy, viernes, lleva mas páginas.

Al tropezar con la columna habitual de Jesús Civera, la he leído con atención y he podido comprobar que, como siempre, haciendo honor al nombre de la sección 'Las migas', tenía mucha miga, pero no he podido evitar la sensación de que esta vez se ha pasado con el aceite y le ha salido un guiso algo alterado por el exceso de aliño.

Les voy a contar los argumentos con los que Civera adoba su guiso periodístico, después de una cita culta que se refiere a Montaigne, de quien se cuenta en Wikipedia que pensaba “... es preciso evitar la reducción de la complejidad a la oposición binaria y a la obligación de escoger bando, privilegiar el retraimiento escéptico como respuesta al fanatismo..”.

Los humanos solemos ser, antes que otra cosa, animales contradictorios, Civera, después de citar a Montaigne, como se ve un ferviente defensor del juicio ponderado que abomina del sectarismo, hace una demostración sectaria que, aunque amparada en la libertad de expresión, --como es natural cada quien escribe lo que le sale del bolo, hasta ahí podíamos llegar-- tiene un tufo de fanatismo, incoherente con la línea del periódico, o no.

Se refiere Civera en su columna a la actitud de Oltra, una diputada de izquierdas de un partido minoritario que ha tenido conflictos internos quien, al parecer, se negó a ser fotografiada en sede judicial.

“Oltra emplazó al juez a evitar la imagen de su comparecencia ante la opinión pública sentada en un tribunal (en el juicio por la expulsión de Gloria Marcos)”

“Al igual que el PP en el Muvim, se imponen los beneficios partidistas”

“El acto de censura del PP (en el Muvim) se justificaba en el ámbito privado”

“La peripecia de Oltra adolece de la misma intención”

Para quien no lo sepa, la alusión al Muvim se refiere a la censura por parte de la Diputación de Heliópolis, responsable del museo, de una exposición de fotoperiodismo, porque las fotos no les gustaron a los responsables del PP de aquí, que produjo la renuncia del director del museo y una protesta de los periodistas a nivel nacional ante un acto censor mas propio de la dictadura franquista que de un país democrático.

Vamos a ver, Civera, tío, como puedes llegar a un grado de sectarismo tan repugnante, siendo, como eres, periodista, y de los buenos. Equiparar un acto de censura como el del Muvim, que afectó a un colectivo de periodistas, tus compañeros, con la actitud de Oltra de hacer uso de su derecho a proteger su imagen personal, sabiendo que iba a ser utilizada de manera torticera, es, entre otras cosas, una mezquindad, que además parece una burla a los principios básicos de la ética periodística porque, aunque sea una opinión, reduce la complejidad de la realidad a la simplificación binaria, escoge bando y se aproxima al fanatismo, todo lo contrario del retraimiento escéptico de tu admirado Montaigne.

Lo que nos lleva al asunto de la línea editorial. ¿Que es eso de la línea editorial? Pues algo que los responsables de cada periódico eligen y definen y que es, de algún modo, una seña de identidad. Todos los periódicos tienen su línea editorial que hace que los lectores los perciban de un modo singular. Así, a unos lectores un periódico les parece amarillo, escandaloso, partidista, independiente, pro o contra gubernamental, serio, fiable, frívolo, y a otros todo lo contrario, según su propio posicionamiento y preferencias.

Esto en el plano de la información de contenido político. Luego hay otros factores que también definen la línea editorial, el interés y atención que dedican, en términos relativos, al ámbito local o internacional, a las noticias de sucesos y tribunales, al ámbito de la cultura, y hasta si ponen, o no, anuncios de putas. Todo esto y mucho mas es lo que los no profesionales entendemos por línea editorial.

Diría que 'Levante' tiene, en lo político, una línea editorial bien definida. El espacio que ha dedicado desde hace mucho tiempo a divulgar noticias sobre la trama Gürtel que perjudican al Partido Popular lo convierte, tal vez sin buscarlo, porque no se debe renunciar a noticias como esa, sea quien sea el partido perjudicado, en pro gubernamental en el ámbito nacional y anti gubernamental en el autonómico

La pertenencia de 'Levante' a un grupo de comunicación mas grande marca un modo de tratar la información política distinto del de otros diarios, que tienen otras vinculaciones, como 'Las Provincias'.

Un periódico que sigue una determinada línea editorial, que tiene unas ciertas afinidades, también da cabida, en nombre de la libertad de expresión y de la ética periodística, a opiniones contrarias y es frecuente encontrar en la misma página, colaboraciones con opiniones contrapuestas sobre un mismo hecho periodístico, lo que se supone que permite a los lectores formarse una opinión mas ponderada de la realidad que se le cuenta Hasta aquí todo normal.

Ahora bien, que la línea del periódico incluya colaboraciones de signo contrario ante un hecho periodístico singular que las requiera, es una cosa, y otra muy distinta permitir que sujetos como Gauden Villa y el peor Civera, en el caso que me ocupa, exhiban un sectarismo tan repugnante sin darles una colleja en el cogote para que se moderen un poco, es una incongruencia ética, mas que una defensa de la libertad de expresión, porque para decir lo que a veces dicen, ya tienen la Gaceta, la Razón, Intereconomía y ABC, y así los lectores fieles de 'Levante' no tendríamos convulsiones gástricas al encontrarnos con sus colaboraciones, cuando se dejan arrastrar por la vena de sus fobias.

Como diría Benedicto XVI, quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. Pero un Blog no es un periódico escrito, aquí tenemos mas manga ancha. A pesar de eso, en alguna ocasión me he auto censurado voluntariamente y he dejado temporalmente de dar opiniones políticas, cuando me he percatado de que estaba pisando peligrosamente cerca de la charca del sectarismo.

Recuerdo una entrada del Blog que, por mucho que la busco, no la encuentro, se ve que la borré hace tiempo, en la que yo mismo me reconvenía por mis excesos sectarios, pero a continuación citaba a Civera y prometía abandonar el sectarismo si el lo hacía también. Para mi sorpresa, las lecturas que hice días después de sus colaboraciones eran un ejemplo de distanciamiento a lo Montaigne. Espero y deseo que ahora suceda lo mismo. Descansa, Civera, tío. El sectarismo es malo para la salud, si se insiste en el durante demasiado tiempo.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 7-05-10.

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