martes, 4 de mayo de 2010

MIÉRCOLES

Nos disponíamos a salir esta tarde para cumplir el encargo que nos hicieron unos primos de Teruel con los que nos encontramos casualmente la semana pasada en el hotel Cristal Park de Benidorm, comprar unas miniaturas para la casa de muñecas que construye Fernando, cuando unas ráfagas de viento gélido que se desplaza por el estrecho pasillo entre una borrasca y un anticiclón –que jodido-- suenan tras la ventana, procedentes del Polo Norte, y desaconsejan la salida.

“Mañana tengo una visita de grupo a L'Almoina, la muestra arqueológica que está en la plaza del mismo nombre. Acabo de chatear con mi novia de los lunes y los miércoles y me ha dicho que ella también piensa ir. Además, tenemos comida familiar en casa y tendré trabajo en la cocina, así que, entre que la tarde está ventosa, y la mañana se presenta interesante, como no tendré tiempo para escribir la entrada habitual de los miércoles, aprovecho para adelantarla.

Mi novia impar me ha dicho que ha estado unos días en un balneario y que es una cosa divina, que le ha bajado la tensión a 6,5-11. Le he preguntado si ha disfrutado de jacuzzi compartido y ha dicho que no, que eran bañeras individuales. Bueno, pero se pueden asaltar, no?, he dicho yo. Me ha contestado con una de esas carcajadas de lata que domina a la perfección, para eso es alumna de informática, y después de sugerirle que deberíamos probar alguna vez lo del jacuzzi compartido, porque parece un recurso adecuado para hacer compatible un aumento de la emoción con el control de la tensión arterial, nos hemos despedido hasta mañana.”

Después, nos hemos sentado, con la radio puesta, para planificar la comida familiar de mañana. Seis adultos y un niño. Hay un plato fijo, arroz al horno. La cazuela es siempre la misma. Vengan los que vengan, la elasticidad del tamaño de las raciones permite acomodarlas al número de comensales.

Antes de meternos con las entradas, la radio introduce el dramatismo de la caída de las bolsas europeas, la griega mas de un seis por ciento, que barbaridad. Como carecemos de inversiones en bolsa, esa noticia no afecta al tamaño de las raciones de mañana. Una de las escasas ventajas de ser pobre es que rara vez te puedes arruinar, y que no sueles hacer planes mas allá de un día.

Un vistazo al frigorífico nos informa de las posibilidades para completar el menú. Croquetas de ave, a Quique le gustan mucho. Hay pollo en la nevera. Calamares encebollados. Ayer trajimos una bolsa de A Bordo. Pescaíto frito. Mañana se pueden comprar boquerones frescos, en el mercado. Queso de cabra gratinado sobre tostas, con semillas de sésamo. Ensalada china, sobre fondo de lechuga.De postre, piña natural y kiwi troceados. Un blanco de Valdepeñas, Cepa Inea, que está estupendo
y se puede comprar en Día por 1'05, estará bien.

En síntesis, el menú ha quedado así:

Entradas:

-Ensalada china
-Pescaíto frito
-Calamares encebollados .
-Croquetas de ave
-Queso de cabra gratinado

Plato fuerte:

-Arroz al horno, con patatas, garbanzos, costillas de cerdo, morcilla y tocino.

Postre:

-Macedonia de dos frutas

Vino:

-Blanco Valdepeñas Cepa Inea.

Ya está, pero ahora tengo un problema. ¿Donde pongo esta entrada? ¿En cocina, por la sugerencia del menú? ¿En Relatos, por la breve incursión en la ficción de la novia impar?

Lo pondré en cocina. Que les aproveche. Hasta la vista.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 4-05-10.

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