martes, 18 de mayo de 2010

PROGRAMA DOBLE

Ayer estuve en el Cine D'or, la única sala de Heliópolis que proyecta dos películas por sesión. En este caso fueron, 'Tensión sexual no resuelta' , una vibrante comedia dirigida por Miguel Ángel Lamata, un director para mi desconocido a quien, después de lo visto, habrá que seguir la pista, y 'Shutter Island', una lamentable mezcla de guión tramposo y truculencia que desacredita la trayectoria de Scorsese y que es un ejemplo de lo que no hay que hacer cuando se monta el entramado de un guión cinematográfico: intentar engañar al espectador de una forma burda para mantener su interés, y luego retorcer los hilos de la trama destrozando la lógica del relato.

Me entretuve observando al dueño de la sala, también empresario del teatro Olimpia, plantado en el hall del cine en actitud vigilante, como los antiguos directores de sucursal de los grandes bancos que se situaban en el patio de operaciones para otear al personal y a los clientes, con un aire de dominio experto de su oficio. Situado cerca de la taquilla, contaba a los espectadores que pasábamos por su lado, calculaba nuestra edad para saber cuanto pagaba cada uno, si la entrada normal, o la reducida de 2,50 E. y me pareció seguro que al terminar la sesión y hacer caja, la suma que le entregara la taquillera sería exactamente la previamente calculada por el mismo.

Soy espectador habitual de este cine y he tenido ocasión de comprobar en muchas ocasiones que los programadores suelen elegir pares de películas que tienen algún tipo de relación entre si. La semana pasada a 'Tierra Hostil', la película premiada con seis Oscar, sobre la guerra de Irak, la emparejaron con otra, 'Brothers' que tiene como escenario Afganistan, la guerra contra los Talibanes, habilidad que no me parece que estuviera presente en el programa doble de ayer, algo disparejo.

Por cierto, en mi calidad de aficionado y asistente cotidiano a esta sala de cine, me permito rogar, sin ánimo de molestar a quien la gestiona, que ponga fundas nuevas en las butacas. Las que hay, cantan a bocadillo de sardinas, tinto peleón, y sudores vaginales, y no creo que sea por el componente venéreo de la comedia de ayer, del que no se abusa, sino por la antigüedad secular del mobiliario, que no ha sido renovado desde la época de Ronald Reagan, por lo menos, aunque hay que decir que 2,50 por un programa doble, no da para muchas alegrías financieras, y que seguramente mantener esta sala viva responde mas a motivaciones vocacionales que pecuniarias.

Hecha la introducción, paso a dar mi indocumentada opinión sobre las dos películas que vi. 'Tensión sexual no resuelta', me pareció una comedia trepidante, una de cuyas excelentes virtudes es el ritmo de la acción, una condición necesaria, aunque no suficiente, para atreverse con este género. El enredo amoroso es un ingrediente clásico de esta cinta, que pone su punto ácido en una frase del guión que se repite como un mantra, “El amor saca lo peor de nosotros mismos..' y en el cínico personaje del estudiante que se ofrece de celestina para que su profesor de literatura recupere a su novia, llamada, muy propiamente, Celeste, a cambio de que le califique con matrícula de honor.

Una situación que me parece de lo mas creíble, pues mi propio hijo menor hace de negro de un profesor, trabajando en la edición material de su libro, previa negociación de la misma recompensa.

La presencia de Santiago Segura, con su aire friqui, pirateando móviles, la dirección artística y la música, son tres elementos que añaden personalidad a la película, y de la interpretación me pareció genial Jacinta, (Norma Ruíz) que resuelve de un modo muy convincente su transición de chica rural a sofisticada urbanita.
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Es esta una película que, con su elaborada trama, los golpes de humor del guión, las situaciones algo disparatadas, la buena interpretación y una realización que cuida mas los detalles de puesta en escena de lo que es habitual, te hace pasar un rato divertido y estimula la afición al cine en pantalla grande, el único formato que, en mi opinión, merece ese nombre. Vayan a verla, sigan la pista a su director, Lamata, y ya me dirán. De nada.

No se puede decir lo mismo de la película mas tramposa que he visto de Scorsese, 'Shutter Island', una desafortunada mezcla de película carcelaria y 'La Isla Misteriosa', en la que se carga la mano innecesariamente en lo truculento, con el resultado de que lo único psicológico que tiene este 'thriller' es un montón de confusión antinarrativa, que Scorsese se tendría que hacer mirar, mezclada con imágenes desagradables, todo puesto al servicio del engaño al espectador con una técnica odiosa que consiste en arrancar la narración con un planteamiento que solo el director sabe que es falso, para descubrir esa falsedad después de mediada la película, vendiendo ese truco de feria como si fuera suspense, cuando en realidad se trata de una burda ruptura de la lógica narrativa.

El pobre Di Caprio se la pasa todo el rato dando la réplica a personajes que nunca sabes si habitan el mundo real o son fantasmas de su cabeza. La cosa habría sido mas soportable si se hubieran desligado algo mas las escenas oníricas o imaginarias, de las creíbles como reales, hay recursos cinematográficos que se podían haber usado, pero se ha apostado por la confusión, que se nos vende como intriga. Ben Kingsley y Max Von Sidov contribuyen, con su sólida presencia actoral, a remendar un poco esta chapuza de Scorsese.

No recomiendo a nadie que pierda dos horas de su tiempo con este bodrio, sobre todo ahora que hay comedias españolas en pantalla de un nivel tan estimable como “Tensión....”

Es una opinión. Se puede compartir o no, vía comentarios.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 18-05-10.

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