domingo, 9 de mayo de 2010

SABIOS Y LISTOS

¿Cuales son las diferencias en la actitud de una persona sabia y otra lista, ante la búsqueda de soluciones a un problema? Interesante pregunta ¿no? , sobre todo ahora que un comité de sabios, coordinado por un listo, ha presentado conclusiones sobre el futuro de Europa, es decir de los europeos, hasta 2.030.

Ustedes piensen lo que quieran, pero yo sospecho que los sabios se distinguen porque tienen muchas dudas, y los listos porque cogen cualquier papel elaborado por los sabios y lo convierten en certezas en nombre del pragmatismo.

Al parecer, el comité de sabios que ha elaborado su informe para el Consejo Europeo, ha incluido en sus recomendaciones un centenar de medidas. Ignoro porqué, de ese numeroso catálogo,'El País' de hoy pone el énfasis solo en tres. Gastar menos en pensiones, gastar mas en centrales nucleares, gastar mas en sabios, (I+D , la sociedad del conocimiento, esas cosas).

No me puedo creer que el Grupo de Reflexión que ha coordinado durante año y medio nuestro político mas listo, jubilado por las urnas, después de tantas deliberaciones, haya concluido que hay que joder a los pensionistas, a los antinucleares, y añada el tópico de la sociedad del conocimiento, al otro tópico de que hay que competir mejor con otros países y mercados, porque cada vez competimos en peores condiciones. Mas bien creo que el modo de presentar esas conclusiones obedece a unos determinados intereses, y eso hace que se destaquen ciertas recomendaciones, y se silencien otras.

Todo esto me suena. ¿Recuerdan ustedes cuando, en nombre de esa horrenda palabra, competitividad, se desmantelaron aquí astilleros, se vendieron empresas nacionales, se acabó con la ganadería norteña, mientras la policía democrática daba leñazos a diestro y siniestro, en nombre de la competitividad, a quienes defendían sus interesas inmediatos, porque no tenían otros?.

Entonces se justificó esa estrategia, en nombre de la certeza del pragmatismo y el interés general y ahora resulta, veinticinco años después, que seguimos sin ser competitivos. Es lo que pasa cuando intervienen los listos, con sus certezas, sin atender a las dudas, las alternativas, de los sabios.

Los países y las economías están obligados a tener éxito en los mercados, porque esa es una condición necesaria para el bienestar de todos. Ahora bien, hay diversos caminos para ser competitivos. Fabricar o comercializar productos que ya producen otros con mejor tecnología, bajando los salarios, es un camino trillado que aquí se ha seguido demasiadas veces. Y cada vez que hay una crisis, dado que el factor trabajo es el componente con el que se compite, los salarios deben bajar aún mas.

Hay otros modos de estar en el mercado global. Uno de ellos es la especialización. Si tu dispones de una gama de productos y servicios que los demás no tienen, el factor precio pasa a segundo plano. Cualquier vendedor de mercadillo, sin pertenecer a ningún comité, está al cabo de la calle. No he leído en ningún sitio que las medidas recomendadas incidan en la especialización. Eso no quiere decir que no existan, solo que no las han publicitado

Este es solo un ejemplo, que podrá ampliar cualquiera que disponga del informe en su integridad, que no es mi caso ahora.

Ya que hablamos de listos y de sabios, plantearé otra pregunta, ¿Cuales son las diferencias de comportamiento político entre una persona lista, que además, es de Andalucía, y otra que no lo es?
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Quienes crean que la pregunta es impertinente y ofensiva, que no se la hagan. A mi modo de ver no es ociosa, porque es un elemento necesario para entender la evolución del socialismo en España, en la medida en que Felipe González, que ha sido el mas conspicuo representante del socialismo gobernante en este país, es de Sevilla.

El listo, en general, se distingue por su comportamiento pragmático, mas dado a las certezas que a las dudas, porque el ejercicio político se distingue de la filosofía, sobre todo, en que el político actúa, mientras que el filósofo piensa. Parece que ambas cosas deberían ser compatibles, y lo son, en la medida en que el listo añada al pragmatismo una porción de ética extraída del ámbito ajeno a la política, es decir libre de intereses bastardos a corto plazo.

En la medida en que esto sea así o no, los presupuestos éticos del socialismo posible en un entorno capitalista, se verán mas o menos reforzados. Uno de los rasgos personales mas marcados de González, nuestro coordinador de sabios, es su carácter sureño, y eso indica, precisamente por ser un tópico, una rapidez de pensamiento, una capacidad dialéctica y una habilidad para llevarse al huerto al contrario, de las que el ex presidente hizo gala durante decenios, y que le valieron la calificación de 'pico de oro'.

Una personalidad, la de González, muy parecida a la de Lula Da Silva, un sindicalista que ha seducido al mundo, pero cuyo pragmatismo, como el de González, le lleva a decir, “En el ejercicio del poder soy un ciudadano, ¿como diría..? (..) multiideológico, ¿no?."

No digo yo que el dogmatismo ideológico deba marcar la conducta de los jefes de Estado y de gobierno que se dicen socialistas, pero sus bases militantes, sus electores, deberían exigirles no solo que escuchen mas a los sabios, sino que en el ejercicio del poder que les ha sido delegado, no se comporten como meros sujetos pragmáticos al servicio del capitalismo, dejando siempre para mas adelante, mediante los planes de futuro que patrocinan, en aras de una supuesta competitividad que nunca se alcanza, las aspiraciones populares en materia de energías limpias, pensiones y calidad de vida, porque esas aspiraciones caben en cualquier impulso de renovación social y tecnológica, como demuestran con su práctica política y económica los países escandinavos, y algunos otros. Esos de los que todavía estamos lejos, después de treinta años de democracia, y varias legislaturas de socialismo 'pragmático'.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 9-05-10.

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