sábado, 8 de mayo de 2010

LA DELICADEZA DEL ACERO

En Heliópolis hay un lugar desconocido para la mayoría de la gente, un edificio situado en el número siete de la calle Aluders, un callejón céntrico pero escondido, donde antiguamente se celebraron peleas de gallos con la consiguiente actividad de apuestas. En el interior de ese edificio hubo un ruedo de arena rodeado de gradas donde los agricultores enriquecidos satisfacían su pasión por el juego y la sangre. Esa estructura circular todavía pervive, aunque las gradas ya no están, y ahora es una sala de arte, 'La Gallera', que primero fue una galería privada, ahora la gestiona el Consorcio de Museos del gobierno autonómico, y casi nadie visita.

Blanca Muñóz, una artista notable de cuarenta y siete años ha instalado en ese espacio una muestra de sus esculturas de acero y grabados que vale la pena visitar.

Al primer golpe de vista, antes de leer el folleto y hojear el catálogo, percibes que las delicadas formas que Blanca consigue realizar con ese material tan duro están inspiradas en la naturaleza, pero lo sorprendente es que esa referencia la utiliza para representar desde lo inmensamente grande, una constelación, Cignus A, que llena el patio de la sala, hasta lo mas frágil y poético, los grabados de crisantemos que están en la parte superior, y en los que he creído reconocer una influencia del arte oriental.

Una escultura esférica que cuelga de la pared formada por una ligera estructura que recuerda las hojas del ficus, produce un efecto de ingravidez, y toda la obra en su conjunto es un alarde del tratamiento sutil, como solo una mujer puede conseguirlo, de un material, el acero, del que no he visto a ningún otro artista obtener resultados tan deliberadamente sencillos, y con tanta carga poética.


Me ha impresionado especialmente el par de esculturas de apariencia botánica y referencias cósmicas, Géminis II, congruente con el título de la exposición, Cueva de estrellas, pues nuevamente lo grande, las estrellas, y lo mínimo, las hojas de una planta, se sintetizan en esta muestra que parece representar la naturaleza con su dimensión de totalidad.

Según cuentan el catálogo de la artista y Wikipedia, sus obras han estado en el Reina Sofía y en el Edificio Foster de Madrid, en el Museo de Bellas Artes de Álava, en el Museo Wurth de Alemania, en el Museo del Grabado Contemporáneo de Málaga, en Badajoz y supongo que en muchos otros lugares, y ahora tenemos la suerte de poder visitar una parte mínima de su obra aquí, en Heliópolis, en La Gallera, solo hasta el próximo mes de Julio.

A medida que veo mas arte contemporáneo me convenzo de que la sensibilidad y la delicadeza del cada vez mayor número de mujeres que se incorporan a la nómina artística está produciendo una corriente diferenciada en el mundo de la plástica, por su particular modo de expresión estética.

Después de visitar La Gallera nos hemos acercado a La Llotjeta, junto al Mercado Central, donde otra artista, Beatríz Díaz, nos ha sorprendido con una serie picto escultórica de manos y palabras descompuestas en letras, Biografías, le llama la artista, con una fuerza poética y conceptual muy notable, que solo se puede ver hasta el próximo día 28.

Al salir de la Llotjeta, nos hemos encontrado, en la Plaza de la Reina, con mi amigo Antoni Llop, el pintor, quien todos los años concurre con sus óleos a una o dos exposiciones, y va a participar el próximo día once de junio en un concurso de pintura al aire libre en la villa de Utiel. Le hemos dicho que allí estaremos para verle.

Bueno, pues ya lo ven, hoy va de pintura y escultura. Otro día hablaremos de Gran Bretaña. Desde la radio que tengo puesta, dicen que es el tema del día. Espero que les sean mas útiles a ustedes las referencias que les he dado de las exposiciones de arte de por aquí, que las cotizaciones de valores en la Bolsa de Londres.

De nada.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 8-05-10.

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