domingo, 17 de abril de 2011

PARTIDO ÚNICO

El PP es un partido único, leo en la once de 'Levante' de hoy' junto a la foto de uno de sus cargos militantes en Alicante. Vuelvo a leer, y me doy cuenta de mi error, seguramente inducido por el prejuicio sectario. No dice el titular que el PP sea un partido único, sino unido. Sin embargo, esa confusión, si bien lo miras, es un motivo para la reflexión.

El PP no es un partido único, en el sentido fiel de la expresión, pero en tanto que gobierna solo en Heliópolis, sin oposición, su comportamiento político se asemeja mucho al de aquellas formaciones históricas que traicionaron la política democrática convirtiendo lo que en principio fue una mayoría social en un régimen autoritario.

El peligro de las mayorías absolutas, de la unicidad y la soledad en las decisiones de gobierno es que hay, al menos, dos caminos para ejercerlas, el respeto a las minorías, o la deriva hacia el absolutismo en nombre de la mayoría social. Cualquier observador ajeno a la realidad política de Heliópolis, a poco que se dedique a observar lo que pasa aquí, se podrá formar una opinión sobre cual es el estilo de gobierno que aquí se practica.

El nacional socialismo en la Alemania de pre guerra tuvo una mayoría social que le llevó al Reichstag, porque sus promesas de sacar al país de una profunda crisis de inflación y desempleo fueron el argumento al que un pueblo desesperado se agarró con una actitud deficitaria en pensamiento crítico. Luego el Reichstag fue incendiado y el nacionalsocialismo pasó de una mayoría parlamentaria a un régimen de partido único.

No creo que la Generalitat esté en riesgo de ser incendiada, pero el recuerdo histórico está para ser evocado oportunamente, no vaya a ser que demos paso con el voto, no a una mayoría social democrática, sino a un régimen que, por falta de alternancia, funcione como un sistema de partido único, en lugar de estar dirigido por un partido unido, que es otra cosa.

(...)
Las calles de Heliópolis hierven estos últimos días con manifestantes de todas las orientaciones políticas. En pocas semanas hemos visto toda clase de actos de esta naturaleza. La manifestación contra la corrupción, la de los anti nucleares, las de carácter sindical, del transporte público. La de la mal llamada Coalición Valenciana. Me avergüenza que alguien que usa esa denominación pague anuncios en la prensa con el rostro de su oponente político agredido por un puñetazo en el ojo. Si esto no es fascismo de la época nazi, pues ya me dirán lo que es.

Para que no parezca que esto último, lo del comportamiento nazi, es una apreciación sectaria, contaré lo sucedido cuando me vi involucrado, por azar, al regresar de visitar la exposición del Centro del Cármen, y coincidir en la calle del Micalet con los manifestantes de simpatías republicanas que volvían del acto de las Torres de Serranos en el que cantó Llach.

Paseaba con mi mujer y un par de amigos por la calle indicada, cuando esta se llenó de simpatizantes republicanos, algunos se envolvían en esa bandera como muestra de sus preferencias políticas. En ese momento un manifestante republicano fue objeto de una agresión taimada y cobarde. Un joven dio un tirón intentando arrebatar la bandera y le desequilibró antes de salir huyendo entre la multitud. El hombre se desequilibró, intentado sujetarse, dio un manotazo en la cara, sin querer, a mi mujer, mientras el tipo se escabullía entre las gestos de desaprobación de los manifestantes que, sin embargo, no le llamaron nazi, ni fascista, sino incivil.

He comprado el 'Levante' por ver como informaban de la manifestación de ayer. Lo que a mi me pareció una demostración de simpatías republicanas, el periódico lo interpreta como una demostración en defensa de TV3. Es otro punto de vista. En otro ejemplar anterior, un catedrático de sociología hacia un elogio de lo que llamó nacionalismo integrador y lo atribuía a la fusión de Unión Valenciana con el Partido Popular. Llamar nacionalismo integrador a la destrucción de la lengua y la cultura propias desde el control de la Educación y la Televisión autonómica es, ciertamente, una desfachatez, a las que García Ferrando nos tiene acostumbrados.

Todos estos signos vienen a confirmar que hay una cierta ebullición política, por la proximidad de las elecciones, en nuestro suelo asolado por una política de partido único, en un régimen democrático, y que se acerca una oportunidad para clarificar el peso relativo de cada iniciativa política y ciudadana en nuestra vida parlamentaria. Tengo la sensación de que los electores mostraran su madurez, emitiendo un voto no
adormecido por el pensamiento acrítico, dando a cada uno lo que merece, en razón de los hechos de su política, no de sus meros discursos.

Por cierto, la exposición del Centro del Carmen, muy bien. Una magnifica colección de retratos de la Belle Epoque, donde se puede observar el paralelismo entre Sorolla y Sargent. Magnifica la composición de Sorolla en el retrato de una familia burguesa vasca que evoca Las Meninas. Impresionante la modernidad de algunos rostros femeninos. No hay que perderse la restauración efectuada en las antiguas dependencias del convento del Cármen

En La Nau también se expone estos días una muestra fotográfica, muy interesante y extensa. En una de las salas se puede ver el provocativo retrato de una mujer sobre un columpio con las nalgas al aire. Ya se ve que la censura fotográfica es mas propia del partido único actual, a juzgar por lo que pasó con la exposición de foto periodismo en el Muvim, que de sus antecesores liberales.

Terminada nuestra visita al Centro del Cármen, y después del mínimo incidente de la calle Micalet, nos tomamos unos montaditos en Lizarrán, y luego unos mojitos en una taberna cubana de Ruzafa. Todo no va ser hacer campaña electoral para prevenir a los electores de los riesgos del partido único. Hay otras cosas mas agradables.

En fin. Partido único.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 17-04-11.

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