lunes, 17 de marzo de 2014

CRÓNICAS DESDE BENICÀSSIM (1)

La llegada. Lo primero que hicimos al llegar a Benicàssim, una vez deshecha la maleta y ocupada la habitación 276 de un hotelazo enorme, construído sobre una planta en forma de Y, paredes y pasillos y paredes y pasillos y paredes y pasillos...(Mercé Rodoreda), cómo son los arquitectos, no?, fue hacer una visita fugaz a los alrededores del internado donde Encarna vivió una etapa efímera de su formación en aquel colegio de señoritas donde aprendió, entre otras cosas, sus exquisitos modales en la mesa.

Hay que ver como pela las naranjas sin tocarlas con las manos. No como yo que, cuando pincho un calamar, sale disparado y aterriza en la calva de algún huésped.

En los primeros años cincuenta del siglo pasado --joder, que fuerte-- lo que hoy es el albergue Argentina, situado frente a la Escuela de Vela, en las Villas de Benicàssim, fue una institución gobernada por la Sección Femenina de Falange Española Tradicionalista y de las JONS, y los mástiles de sus banderas, aún presentes en la fachada del edificio, fueron testigos de los cantos del Cara al Sol, una ceremonia vespertina a la que asistían las educandas en el patio del colegio, entre otras mi mujer, que ahora es mas roja que yo, donde va a parar.
(...)
Ha sido una visita nocturna, algo furtiva. Desde la acera se vislumbran, entre la oscuridad del patio arbolado, las arcadas iluminadas del antiguo internado, donde Encarna tuvo compañeras tan interesantes como Mari Carmen París, de la rama familiar venida a menos de los Condes de París. Mari Carmen, si estás viva, eres internauta y lees esto, por favor di algo, si no estás viva pues, que se le va a hacer.

En el edificio no hay signos aparentes de presencia humana. Decidimos volver otro día para revisitar el escenario de las experiencias pre adolescentes de Encarna. Regresamos al hotel y después de cenar en el variado y bien provisto bufet del comedor bajamos a la discoteca. 

En el salón de baile observo que los bailes coreografíados predominan sobre el amarre en pareja, ya saben, fox, bolero, tango, esas cosas. Llámenme antiguo pero, observo ese predominio del grupo, de la tribu, y eso me hace sospechar que estamos de regreso al neolítico, con ayuda del señor Rajoy. 

No quiero cansarles, así que dejo la crónica del primer día completo de estancia en Benicàssim para otra página. Un saludo cibernauta. De nuevo con ustedes, al pié del teclado. 

En fin. Crónicas desde Benicàssim (1) 

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 17-03-14.

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