lunes, 30 de junio de 2014

DEPENDENCIA, INDEPENDENCIA, INTERDEPENDENCIA

Esta mañana he ido al Saler, a ocuparme de mis nietos. Antes de que despertaran he comprado un periódico, hace meses que no lo hacía, ahora los leo en el Maravillas gratis. El País, he comprado El País, creo que no lo compraba desde que Cebrián dejó la dirección y se la dieron a Moreno, que lo mismo vale para dirigir un periódico que una franquicia de comida rápida. Eso.

Las páginas de opinión me han aburrido pues este es, desde hace años, un país no solo decadente, sino aburrido, así que me he centrado en las de Internacional, concretamente en las que contaban cosas de Ucrania.

Al parecer hay un activista ruso, cuyo apellido es Limonóv, o algo así, debe ser un alias pues el clima ruso no parece propicio para criar mandarinas, naranjas o limones, que está a favor de que Rusia recupere los territorios que se cedieron temporalmente a Ucrania por caprichos de la historia reciente y que tienen una historia de siglos como parte de la madre, o padre, Rusia.

Antes de seguir, declaro que no tengo ni puta idea de Ucrania, aunque supongo que tiene frontera con Rusia, no así de los ucranios, de los que tengo una referencia personal de al menos uno de ellos, que reside aquí desde hace tiempo, trabaja como un animal montando cámaras frigoríficas allí donde se le requiere, lo mismo si es de Berlín, como de Estambul, de París o de Torrelavega, y da trabajo a gente de aquí, que a duras penas puede estar a la altura del ritmo de trabajo que impone el energético ucranio.

Este hombre se independizó de Ucrania hace tiempo y aunque reside en España, ya se ve que su única dependencia, su única patria, es el trabajo, y le importa un huevo lo que Putin haga o deje de hacer, dicen que obligado por las circunstancias surgidas de este conflicto, que le pilló tratando de que las pasarelas de moda se instalaran en Rusia, para darle glamour al oso de los Urales, y todo lo que ha hecho es improvisar.
 ....
Lo de la dependencia, y no me refiero a incapacidades físicas o psíquicas, puede ser una putada. Imagine que a los que dependemos de una pensión para subsistir nos la recortan dentro de un par de años, después de las elecciones, a la mitad, porque todo eso que dicen que han hecho para reflotar la economía resulta al final una puta mierda. 

En cambio la independencia, suena de puta madre. Significa que no dependes de otros para tomar tus decisiones de gasto e inversión, porque tus fuentes de ingresos no dependen de las decisiones de un gobierno de derechas, ni de cualesquiera otros imbéciles.

Otra cosa es la retórica de Más, con el rollo de la independencia para Catalunya, aunque, en cierto sentido, estamos hablando de lo mismo, la independencia para Catalunya significa, entre otras cosas, elaborar sus propios presupuestos haciendo caso omiso de las recomendaciones de cualquier gobierno central de imbéciles, de cualquier signo. 

Claro, llegados aquí, uno se pregunta porque no puede pedir para su distrito, para su barrio, la condición de independiente, con el argumento de que los árboles del distrito estarían mejor podados, los desagües olerían menos, tendríamos menos semáforos y menos farolas, los justos, y en contrapartida mejores centros de salud y de enseñanza. 

En el fondo, todo esto de la dependencia o la independencia, a los grandes poderes globales que mandan de un modo cada vez mas evidente en el mundo, les da igual. Los grandes conglomerados empresariales tienen en su cartera de pedidos el consumo de la humanidad entera, sea cual fuere su modo de organización política o social, y les resulta tan indiferente el nombre como la organización del país de destino de sus productos y servicios. 

La política local, y no me refiero solo a la municipal, sino a la nacional de cualquier país supuestamente independiente, carece en la actualidad de peso, de importancia alguna en el tinglado global, por eso resulta rídiculo, y hasta patético, que estemos hablando de independencias, cuando lo sustancial son las interdependencias. 

Interdependencia entre los consumidores de cualquier país y los centros de decisión, cuyos participantes no han sido votados por nadie, y deciden de modo independiente y sin representar a nadie, mas que a si mismos, los niveles de consumo e inversión, la naturaleza de los productos y servicios que van a prestar, en que medida se van a hacer cargo mediante privatizaciones de servicios hasta ahora de carácter público, y tantas otras cosas que afectan a la vida de las gentes, sin que los destinatarios finales de esas decisiones tengan voz ni voto en lo que se acuerda a sus espaldas. 

Interdependencia para que se termine con esa situación. Ninguna reunión de caracter global mas, en total oscuridad, sin la presencia de representantes de la ciudadanía y, si es preciso, que se reconozca públicamante la existencia de ese gobierno en la sombra, para que podamos votar, o no, a quienes deciden hasta ahora por nosotros, mientras nos tienen entretenidos votando a personajes que carecen de capacidad de decisión en el mundo. 

Mientras llega la gobernanza global del mundo, por medio de procedimientos representativos, la interdependencia entre los que mandan realmente en las economías de las sociedades nacionales y los ciudadanos de a pié sin capacidad para elegirlos, estaremos sometidos al albur de que algún gobierno imbécil nos recorte la pensión, obedeciendo las consignas de quienes deciden por el.

En esta situación, la cuestión de la independencia de alguna comunidad que se considere nacionalidad histórica y reclame su soberanía, que soberanía.... es una cuestión menor, al lado de la dependencia universal que sufren los ciudadanos, de poderes fácticos que actúan con total impunidad en el universo global. 

En fin. Dependencia, Independencia, Interdependencia.

LOHENGRIN )CIBERLOHENGRIN) 30 06 14.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios