viernes, 9 de diciembre de 2016

EL PUEBLO

"Buenos días a todos los usuarios del blog. Aquí me tienen, al pié del cañón bloguero, como casi cada día, porque, si bien la mitad de mis vecinos se han ido todos 'al pueblo', nosotros permanecemos aquí, en Heliópolis, atendiendo nuestras obligaciones familiares.

Sin ir más lejos, ayer por la tarde estuve guisando una carrillada para la comida familiar de hoy porque, aunque sobró media cazuela de arroz al horno de la comida familiar de ayer, hemos estimado que servir, solo, un arroz sobrado, sería una ofensa a los comensales de hoy.

Por cierto, creo que me pasé con la sal en la carrillada, luego rectifiqué con un chorrito de Jerez dulce, pero tengo que volver a probar el guiso para darle el punto óptimo antes de servirlo.

En realidad, nosotros también queremos ir al pueblo, bueno, a la aldea donde tenemos nuestra casa serrana, aunque lo vamos dejando, o no nos dejan otros compromisos,  queremos verificar el estado de la casa después de las lluvias torrenciales de los últimos días, aunque, Isabel, nuestra vecina, que ha estado por allí, nos llamó por tekléfono y nos dijo que la casa está perfecta, por fuera, por dentro ni idea.

Por dentro, seguro que está de puta madre, porque no hace mucho nos gastamos un pastón para aislar con espuma de poliuretano el techado de la planta de arriba, y espero que no haya entrado ni gota de agua, o los técnicos que lo pusieron, me van a oír.

Esta expresión, 'el pueblo', tiene muchas connotaciones. Así, improvisando, recuerdo aquella cosa que decían, con bastante razón, los críticos de ciertos Estados llamados por unos, del socialismo real, por otros, Estados totalitarios, 'Todo por el pueblo, pero sin el pueblo' refiriéndose a aquellos sistemas comandados por unas élites (Lenin,Stalin, Mao), que se dirigían al pueblo en sus discursos, pero gobernaban sin ninguna participación popular efectiva, a golpe de bastones de mando.

Jerarquias, que no fueron mejores ni peores que las que deciden ahora por nosotros, entre las cajas del escenario de la democracia formal, porque todos fueron y son, jerarquías, la peste negra para cualquiera que sueñe con una sociedad más libertaria.

La expresión 'Pueblo' tiene una connotación que a mi, hoy, ahora, me parece mucho más interesante.Tengo entre las manos un paquete de tabaco para liar, de esa marca PUEBLO, que me ha costado, en el estanco, cinco euros con diez céntimos. Diez céntimos más de lo que me habría costado ayer, al parecer, Montoro no espera a la aprobación de los Presupuestos, para dar caña a los Impuestos Especiales.

Sigue siendo muy barato, porque se supone que su consumo me tendrá entretenido tres veces más tiempo que si compro cigarrillos ya elaborados, porque, como no sé liarlos, pues se me van las horas con esa labor artesana y, mientras tanto, no fumo.

Para su información, hoy doy por concluída mi etapa de experimentación con los cigarrillos herbales, tomillo, hierbas provenzales, poleo menta, esas cosas, y vuelvo al tabaco.

Mis receptores cerebrales que miden la cantidad de nicotina que les procuro, han protestado por mi adicción a las hierbas. De todos modos, esa experiencia me ha servido para reducir el consumo total, no descarto retomarla en el futuro, pero hoy, al comprar la bolsa de tabaco para liar en el estanco y leer, 'Fumar aumenta el riesgo de ceguera', me he dicho, con lo cegato que ya estoy, si esto me pone más ciego, me voy a poner morao, cuando esté ciego del todo, acudo a la Once, me pongo a vender el cupón, y con los beneficios seguro que puedo ir a Punta Cana, o Tenerife, al menos una vez al año, para volver a tomar mis daikiris en Playa Martianez.

La cosa es que he bajado a La Fuente, sin tabaco, llevaba en mi bolsillo el bote de tomillo y el librillo de papel de fumer Smoking, con la intención de pedir a Isa y/o Cármen, con quienes he tomado café, que me liaran el pito (de tomillo). Me han dicho que ellas no se dedican a liar los pitos de nadie, y que si iba a seguir diciendo tonterías, que lo hiciera en otra parte.

He hecho caso, me he acercado al Maravillas y allí, el pintor que se dedica a las tierras florentinas estaba sentado con otros colegas tomando unas cervezas. Le he puesto en la mesa el bote de tomillo, y el papel de fumar, y le he pedido que me liara un pito. Así lo ha hecho.

Mientras fumaba a la puerta del bar, el estanquero que provee la máquina de tabaco estaba renovando las existencias. Le ha llamado la atención el aroma del cigarrillo. Ha dicho, huele bien, me había parecido marihuana, pero no, huelo a otra cosa, ¿que es?. Tomillo. En cualquier caso... será mejor que esto, ha dicho, señalando los paquetes de tabaco que introducía en la máquina.

He saludado a Toni y he tomado un agua mineral Perrier. Le he preguntado a Toni, ¿alguien vende tabaco suelto aquí? he visto a un cliente tuyo en La Fuente, y me ha dicho que por aquí puedo comprar medio kilo de tabaco suelto, por cinco euros.

--Te han informado mal, tienes que ir al otro bar, el de la esquina, la chica que trabaja allí si lo vende. --Voy a ver, dejo el periódico aquí y vuelvo. El bar estaba cerrado.

Me he despedido de Toni, he vuelto a casa, luego he salido al estanco y ahora tengo sobre la mesa el paquete de Pueblo, con el que voy a iniciar una nueva etapa en mi constante actitud de experimentación de fumador.

Esta mañana, estamos aquí pringados, no solo por la comida familiar, sino porque vienen a medir los instaladores de la mampara del cuarto de baño, ya oigo el timbre, ya están aquí, tardarán dos semanas en dejarla montada. Mi mujer dice que ella se piensa duchar, aunque sea sin mampara, que no está dispuesta a esperar más para disfrutar el nuevo, remozado más bien, baño.

Ahora vuelvo.....

Ha venido el chico a medir, son veinte pavos.--Cuando tengan la mampara, me llaman. Diga a los que traigan la mámpara, que la suban a su casa, que no la dejen en el patio, como acostumbran. Nosotros, tampoco la subimos. --¿Y eso?.--Está montado así, Amado Salvador lo tiene montado así, los repartidores no suben hasta los domicilios, dejan el material abajo. Ustedes llamen, digan que son mayores, y que se la dejen dentro de casa.

--Joder, y para eso he de reconocer que soy mayor, previamente, no vale si les digo que soy inmaduro e irresponsable, no mayor...?

--Dígales lo que quiera, pero que suban el material, o les tocará subirlo a ustedes.

Se ve que los de Amado Salvador son seguidores del viejo lema 'Todo por el pueblo, pero sin el pueblo'."

Esto me recuerda aquella frase de Dr. Zhivago, de Pasternak, dicha por el padre del protagonista, 'Yo también soy el pueblo', que parece expresar un sentimiento de exclusión de la clase media alta, en aquel tiempo en que existió la clase obrera, hoy desaparecida, en cuyo nombre gobernaban o hacían la revolución las minorías elitistas de entonces.

O sea, que 'el pueblo somos todos', de acuerdo, pero, como en el caso de Hacienda, como dijo aquella, eso es un mero lema publicitario. Claro, Florentino, presidente del Real Madrid, Constructor y lobista de postín, también es del pueblo, como Ronaldo, su agente y demás ralea.

Conclusión (obvia) 'El pueblo somos todos, sí, pero unos, más que otros.'"

Me voy, he de rectificar de sal y eso las carrilladas. Que no se me olvide pedirle a Quique, hoy come con nosotros, que me líe unos cuantos cigarrillos del flamante nuevo paquete de 'Pueblo', el tabaco de liar con el que inicio hoy una nueva etapa experimental en mi currículo de fumador impenitente.

En fin. El Pueblo.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 9 12 16.

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