"Vaya por delante que soy agnóstico, no creo en las diversas patrañas que los humanos han inventado para consolarse de su propia indefensión ante los embates de la vida, pero, claro, soy humano, es decir, contradictorio, y no me corto en celebrar la navidad con comilonas, asistencia a conciertos, --esta noche vamos, con Lola y Antoni a uno de Gospel en La Almoina, la plaza que está detrás de la basílica dedicada a la virgen, en Heliópolis-- décimos de lotería no premiados y eso.
Desde esa evidente contradicción, no quiero dejar pasar la ocasión de felicitar las fiestas a todos los internautas, en particular a los que se dejan caer por aquí. No sabía como hacerlo. Al final lo hago en tres idiomas, en homenaje a los castellano parlantes, a los latinos que tanto se interesan por la página 'Doña Elisa y sus siete faldas', escrita pensando en ellos, a quienes usan la lengua inglesa, la lengua del imperio, para comunicarse, que son muchos más de quienes habitan los paises anglo parlantes, y a los que siguen las enseñanzas de Mahoma, en particular a los millones de personas que están sufriendo en zonas de conflicto el azote de la crueldad humana.
El hecho de que mi felicitación no incluya el sueco o el neerlandes no significa, en modo alguno, ignorar a quienes se expresan en esas lenguas, es, solo, que no tengo ni puta idea de sueco ni de neerlandés.
Se me ha ocurrido dedicar esta página a felicitarles a ustedes porque hace por lo menos dos días que no se me ocurre nada nuevo que escribir en el blog. Teniendo en cuenta que los veintitrés días transcurridos de diciembre, solo recogen 18 entradas en el blog, observo que algo está pasando en los índices de mi productividad, digamos, literaria.
Sospecho que la media pastilla pro-sueño que me recomendó la doctora que cuida de mi salud, tiene que ver con esta baja productividad, puesto
que uno de sus efectos es que duermo más horas, y escribo menos.
Por si esto fuera así, y el mes de diciembre terminara con la página BIG DATA, una de las más visitadas ultimamente, pues eso, me despido ya de ustedes y aprovecho para felicitarles un evento sagrado y festivo, en el que no creo, por eso añado algo en lo que sí creo:
FELIiZ AÑO NUEVO.
Porque, no creo que el nuevo año que se avecina sea tan infeliz, tan cruel, tan tremendo, como lo ha sido 2016 para millones de personas, afectadas por conflictos salvajes, por acontecimientos trágicos derivados del cambio climático, en el que sí creo, por tantas cosas que han provocado la indefensión ante los embates de la vida a millones de personas humanas que ellas sí creen en la justicia divina, y a quienes
respeto desde mi ignorancia de los mitos religiosos.
Porque, quiero creer, que 2017 es una nueva oportunidad para todos, para hacer de este mundo nuestro un lugar menos excluyente, menos dramático, menos agresivo, de lo que ha sido el malhadado 2016 que se vá dentro de nada.
Creo que me he pasado con la solemnidad de esta felicitación, de esta despedida, que temo que se parecerá demasiado al discurso del rey, seguro que mañana, pese a la pastilla, estaré contando la crónica del concierto de Gospel al que vamos a ir enseguida, con Lola y Antoni, en la plaza de la Almoina, de Heliópolis, y todo volverá a
ser como siempre, como antes de que me haya venido la extravagante idea de que algo sucede en estas fechas que me impide escribir con la dedicación de siempre.
Del mismo modo, puede ocurrir, ojalá no suceda, que el nuevo año sea tan cabrón como el que ahora termina, para mucha gente.
Pues nada, espero haber despertado el interés entre los internautas que visitan el blog, por saber si, en unos días, todo vuelve a la normalidad, o no. Solo tienen que volver a visitarlo, mirar, y si no hay nada nuevo, buscar en las entradas antiguas, son las mejores."
Un saludo cibernauta.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 23 12 16.
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