"Nos van a subir el precio del tabaco, del alcohol, excepto vinos y cervezas, y el de las bebidas azucaradas, por la vía de los Impuestos Especiales, que no son muy especiales, la verdad, a mi me parecen la mar de corrientes.
En particular, a mi me afectará sobre todo lo del tabaco, porque, ni tomo bebidas azucaradas, ni soy consumidor habitual de bebidas alcoholicas, excepto el vino y la cerveza, que sí.
Estas medidas fiscales, supongo yo que se incluirán en los Presupuestos Generales del Estado para 2017. Antes de abordar el tema de los presupuestos, en general, a lo que voy a dedicar la entrada de hoy, me detendré en la estrategia a seguir cuando te comunican con antelación una medida de este tipo.
Estrategia especulativa. Comprar un gran número de cartones de tabaco al precio actual, antes de que suban, y almacenarlos, asegurando así el consumo futuro a precios actuales. En el supuesto de que puedas hacerlo, pues tu estanco, a lo mejor, se los guarda él, te dicen que no queda, para venderte luego más caros los que han comprado más baratos.
Estrategia del desestimiento, o reducción del consumo del bien encarecido. Esta estrategia, a mi, personalmente, me gusta más. De hecho, he estado ensayando estos días con cigarrillos herbales hechos con tomillo, hierbas provenzales, bolsitas de poleo menta, esas cosas, y con ese truco ya he conseguido reducir mi consumo de nicotina a la mitad, antes de que se produzca la subida, aunque no me he atrevido a experimentar con el pimentón picante que guarda Encarna en la alhacena. No lo hagan en sus casas, lo de los cigarrillos herbales, si no están fuertemente asidos al sillón.
Pero yo quiero hablar, más que de tabaco, de presupuestos, ¿que coño es eso del presupuesto? Ingénuo de mí, he consultado Wikipedia esperando encontrar una definición sencilla, y me he encontrado con una jungla de conceptos que me supera.
No solo hay Presupuestos Públicos, del Gobierno, y Privados, de las Empresas. Además de varios tipos de presupuesto, hay diversas técnicas
presupuestarias, por ejemplo, una que estudié hace unos treinta años, el Presupuesto Base Cero, que consiste, en lugar de andar copiando de los presupuestos de años anteriores, como hacen parcial o totalmente la mayoría de los Entes Públicos, tirar de la imaginación y partir de cero gastos, añadiendo al presupuesto solo aquellos gastos que respondan a un análisis nuevo, detenido y riguroso, de las necesidades a cubrir, sin dejarse influir por rutinas presupuestarias anteriores.
Pero, hay, además, presupuestos Flexibles, Fijos, a Corto Plazo, a Largo Plazo, Estimados, Estándares, de Posición Financiera,de Resultados, por Programas, de Inversión.. y no sigo, por no cansarles. La madre que me parió, yo creía que sabía algo de presupuestos, por una experiencia profesional que tuve cuando estuve en activo en el sector vinatero, pero, la verdad, esto, me excede, y eso, que no he consultado más que una de las numerosas fuentes que existen en Internet sobre este asunto.
Es cierto que tuve una cierta experiencia en la gestión de presupuestos. Concretamente, cuando supervisé una empresa dedicada a la fabricación de mostos concentrados, durante años elaboraba unas cuentas de resultados previsionales, normalmente a fin de año, referidas a la estimación
presupuestaria del ejercicio siguiente y, una vez ejecutado el presupuesto, las desviaciones entre las cifras previstas y las reales, nunca superaron el dos por ciento.
Esto, que podría parecer un mérito profesional, no lo era tanto, si consideramos que la empresa tenía asegurados la mayor parte de sus pedidos,
excepto una parte que se exportaba a los japoneses, por las propias empresas del grupo, de modo que las cantidades a producir, y los costes y precios a obtener, en ausencia de cambios en la tecnología de fabricación, eran totalmente previsibles. Así, cualquiera acierta.
Nada que ver con los Presupuestos de los Entes Públicos. En primer lugar, ningún responsable sea local, de alguna comunidad, o del gobierno
central, parte de cero, ni de coña. Al contrario, buena parte de las cifras de los presupuestos responden a compromisos contraídos de alcance plurianual, deuda, etc., por no hablar de los muchos capítulos de gastos que están ahí para satisfacer a amiguetes, funcionarios que llevan toda la vida chupando del presupuesto, sugerencias de poderes económicos privados que tienen un gran interés en influir en la política presupuestaria y, por lo tanto, influyen, cuando hay que incluir partidas en el presupuesto para satisfacer a Florentino Pérez y otros como él, como ocurrió con la indemnización diferida en favor de la empresa de fracking que tuvo que suspender su actividad por los temblores que producía en Castellón, y que se acordó con el ministro Soria en su momento, y ahora es una nueva carga presupuestaria.
Si añadimos a todo esto, las cargas fijas presupuestarias derivadas de las plantillas de personal de las diversas administraciones que prestan sus servicios a los ciudadanos, sanidad, educación, y las necesarias inversiones en infraestructuras, en los últimos años muy olvidadas, no parece que quede mucho margen libre para una política presupuestaria creativa, sin olvidar las instrucciones de Bruselas, que condicionan cuánto hemos de gastar, y cuánta deuda hemos de soportar, que déficit nos autorizan a tener, o sea, la pera, no?
En este contexto, elevar el precio del tabaco, de las bebidas azucaradas y de ciertos alcoholes, parece el chocolate del loro. Por tanto, se está hablando también del Impuesto de Sociedades, de eliminar bonificaciones que reducen considerablemente su recaudación, y ya han salido voces, diciendo que ni hablar, que lo que hay que hacer es extender más esas bonificaciones, lo mismo que ante el anuncio de subida del salario mínimo, el hijoputa de Linde, que 'desgobierna' el Banco de España, ha dicho que esa subida tendrá el efecto de aumentar el desempleo, al encarecer los costes de las empresas. Que fuerte.
En la anterior legislatura, con mayoría absoluta del PP, los enterados dicen que las medidas económicas las dictaban desde sus despachos
el Sr. Alierta, y el Sr. Botin, que me da igual si descansa en paz, o no. Parece que esta legislatura es algo más complicada, pues no hay mayorías absolutas, sino, dicen, 'consenso'.
Si ustedes creen que los Alierta, Florentino, los banqueros y eso, se van a quedar de brazos cruzados y van a dejar que las decisiones económicas se tomen por 'consenso', es que, ustedes, no tienen ni puta idea de como está funcionando este país, desde que se inició el siglo.
No obstante, no quisiera parecer tan descreído como para pensar que las cosas no pueden cambiar. Pueden cambiar, al menos en parte, pero, para eso, se requeriría una ciudadanía atenta, informada, comprometida y beligerante en la defensa de sus derechos ciudadanos --lo que no parece que sea el caso-- entendidos como contrapartida a sus obligaciones, como por ejemplo, pagar más por el paquete de tabaco, por la coca cola o por el güisqui, sin rechistar, pero exigiendo que se pague más por Sociedades, que ya está bien, y a ver qué se hace con los cabrones de la amnistía fiscal,
que se salieron de rositas con un 10%, mientras que a mi los albañiles que tengo en casa, que son muy legales, me exigen que les pague, y les voy a pagar, el veintuno por ciento de IVA, toma castaña.
Francamente, esta página me parece una puta mierda, lo peor que he escrito en el último mes. Se ve que, como se ha terminado noviembre,
con él, se me ha ido la inspiración. Joder."
En fin. Presupuestos.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 2 12 16.
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