jueves, 1 de diciembre de 2016

FILOLOGÍA DOMÉSTICA

"He bajado a La Fuente, como todos los días, pero hoy no es un día como los demás. Me explico. Me he despertado a las cinco de la mañana, como casi siempre, pero he ido a mear al baño pequeño, porque el otro, que está junto a la habitación grande, donde dormimos, de nuevo, juntos, mi mujer y yo, desde hace unas semanas, aunque en estos quince días solo hemos celebrado ese acontecimiento una sola vez, ese otro baño, digo, no está disponible, debido a la reforma de albañilería de esa, digamos, dependencia defecatoria, que empieza hoy, aunque no sabemos cuándo y cómo terminará.

A las ocho menos cuarto, ha sonado el timbre, he abierto la puerta. Son los albañiles, que vienen a derruir la bañera, y alguna otra cosa, para instalar un plato de ducha, esas cosas que hace la gente cuando se considera mayor para  levantar la pata, entrar en la bañera y ducharse.

Yo, para nada me considero mayor, si acaso, me considero inmaduro y algo irresponsable, si por mÍ fuera, habría esperado diez años más para hacer esta reforma, pero mi mujer, más sensata, que me vé con mi verdadera edad, y me considera algo torpe físicamente, ha decidido que ya ha llegado el momento de eliminar los obstáculos a la movilidad que impone la vieja arquitectura doméstica del cuarto de baño 'grande'.

--Hola, somos los albañiles, venimos para inciar los trabajos de la reforma de su baño. ¿Donde podemos dejar el material y las herramientas? --Dejénlo donde quieran, a partir de ahora, yo delego en ustedes la organización de mi casa, mientras duren las obras, si necesitan cualquier cosa, dirijánse a mi mujer, que no es aparejador, pero se va a encargar de todo lo necesario, y de supervisarles a ustedes, que para eso tiene un par de ovarios de dimensiones algo superiores a la media.

Por cierto, cual es el origen de la palabra 'albañil', 'al bañil'..'al baño..', como Al Bano, ja, ja, ja..me dá a mi que tiene que ser de orígen árabe, por lo de Al...Al Russafí, ya saben.

El albañil jefe se me ha quedado mirando con extrañeza, como diciendo, de donde ha salido este tío...parece un poco raro, no?.

Yo he escapado a la calle, a La Fuente, como un cobarde, y le he dejado a mi mujer la dirección de obra. Mientras bajaba en el ascensor, le daba vueltas a esa expresión, 'al bañil',  recordando mi visita a los baños del Almirante, construídos por un tal Pedro el Ceremonioso?, un caballero cristiano?, un rey?, pero que utilizó las técnicas constructivas árabes para edificar ese lugar, al que mandaba a su servidumbre para que se aseara allí, por lo que les cobraba una parte de su sueldo, recordé que no había visto allí bañeras, sino piscinas, como los spá de ahora, además de sauna y todos los demás adelantos de la talasoterapia moderna, y una apertura en el techo, con forma de estrella del Islam, y los depósitos de agua caliente situados en los tejados.

Eso si que es un baño, no la mierda de cuartito que nos ha quedado en el pasillo, después de que Encarna mandara quitar un metro para darlo a la cocina, de modo que nos ha quedado un WC, y un lavabo tan estrecho, que solo cabe un cepillo de dientes. Los demás útiles de aseo, bastante voluminosos, están ahora en una jofaina, en la mesa de la cocina, y cada vez que los necesitamos hemos de salir a por ellos. Menos mal que este año he renunciado a afeitarme, y todo resulta más cómodo.

Mi ensayo de filología doméstica incluye solo dos palabras, albañil y camarero. La de albañil, doy por supuesto que es de origen árabe y tal vez tuvo su origen en los trabajos que se realizaban en los serrallos de la brillante época del califato de Córdoba, en cuyas dependencias de baño supongo que no había bañeras, sino hoyos mas o menos grandes en el suelo, llenos de agua templada, donde las huríes de palacio permanecían relajando sus hermosos cuerpos, antes de secarse y ser visitadas por los jerifaltes de alcurnia a las órdenes del califa.

En cuanto a la palabra camarero, después de tomar café hoy con Isa y Cármen en la terraza de La Fuente --ya no llueve por aquí-- he descubierto, por azar, que es de origen extremeño, como Isa. --Isa, ¿cual es tu pueblo? --Isa: Yo no tengo ningún pueblo, nací en un pueblo, que no es lo mismo, aquel lugar nunca fué de mi propiedad. Nací en Jerez de los Caballeros, un pueblo de Extremadura.

--¿Extremadura? caray, cuanta historia. Imagino a los conquistadores que luego volvieron a Trujillo cargados con el oro de su rapiña --por cierto, dice Isa que anoche, el telediario dió la noticia de un descuidero, que se ha quedado con una caja de oro, que viajaba junto a otras en un furgón del que dejaron la puerta abierta, y a estas horas, nadie sabe donde está, aunque las cámaras de seguridad observaron la increíble facilidad, sin nada de violencia, con la que el tipo se llevó el oro-- después de su aventura naval, que iniciaron, quizás espoleados por el hambre y la miseria que hubo en aquella tierra 'extrema y dura' antes de la conquista de América por los extremeños, aquellos conquistadores, digo, resueltos los problemas financieros que tenían antes de irse a las Américas, se lanzaron a construir palacios con salones muy amplios, en Mérida, en Cáceres, en Trujillo, y aquello debió ser el momento de mayor esplendor de la cultura extremeña.

Vuelvo a la filología doméstica para aventurar una teoría, tan plausible como cualquier otra, sobre el orígen y la etimología de la palabra camarero. Todo ha surgido cuando, mientras tomaba café en la Fuente con Isa y Cármen, he llamado a Paco, desde la terraza, con algo de coña, ¡camarero!, porque, de ordinario, siempre le llamamos ¡Paco!, y mientras servía los cafés, le he largado mi teoría.

"En la extremadura de los conquistadores se construyeron tantos palacios, con salones tan amplios, y cámaras (habitaciones) tan lujosas, que hubo que habilitar un ejército de sirvientes, no solo para servir comidas y bebidas a los señores y a sus invitados, sino para ofrecer ayuda en las cámaras (habitaciones) a los señores feudales extremeños, para vestirlos con ropas más lujosas y aparentes que los harapos que debieron vestir antes de ir a por el oro de las Indias.

O sea, digo yo que, de entonces, viene la expresión 'Ayuda de cámara', que mas tarde se ha envilecido en simple camarero, una profesión a la que ahora se dedican buena parte de los jóvenes extremeños, que han debido emigrar, de nuevo, a otro país, en este caso Alemania, en busca de una mínima porción del oro de los ricos de Europa."

No tengo ni idea de la validez de mi teoría de filología doméstica, sobre la etimología de 'albañil' y 'camarero', pero me parece un asunto importante, dada la cantidad de albañiles que tuvieron trabajo aquí en el boom inmobiliario, y ahora están desempleados, y el número creciente de jóvenes que se dedican a trabajar de camareros, con unos sueldos y contratos, en su caso, de mierda, algunos con titulaciones superiores en ciencias físicas o naturales.

De modo que, desde aquí, hago un llamamiento a los filólogos de verdad, de carrera, que tal vez ejercen ahora de camareros, para que investiguen la verdadera etimología de estas dos palabras, que han sido, y aún son, tan importantes en los mercados de trabajo, sobre todo después de la Reforma Laboral, que ahora se pone en cuestión en el parlamento por los políticos emergentes, y sepamos, de una vez, el origen y significado de las palabras que nombran los oficios mas abundantes en este país. He dicho..

Antes de despedirme de Isa y Cármen, hemos hablado de cómo hay que preparar el salmón ahumado, cuánto de sal ahumada, de azúcar, de eneldo, cuánto tiempo de congelación previa, cuánto de descongelación, y si el salmón ha de dormir en su cama de eneldo, veinticuatro o más horas. Según isa, ella lo deja más o menos tiempo, según el agua que suelta. Yo no sé nada de filología, pero Isa, es el Ferrán Adriá de la cocina doméstica, sí.

En cuanto a Cármen, tiene un par de ovarios, como mi mujer, por lo menos. Ha dicho que esta Navidad no piensa hacer nada en la cocina. Las navidades pasadas, cuando convalecía de una tremende operación quirúrgica, su familia cercana vino a comer a su casa por el morro, sin aportar trabajo ni viandas.

Estas navidades, no está dispuesta a esa servidumbre. Los que vengan, que aporten las viandas y su trabajo, ella, insiste, no piensa hacer nada. Y cuando Cármen dice algo así, lo cumple, sin ninguna duda.

Vuelvo a casa cuando los albañiles, después de derruír la bañera y los azulejos de la pared, han salido a almorzar. Empiezan los problemas, al descubrir la pared, los tubos del agua han quedado en una posición imposible. El albañil ha hecho una foto con el móvil y se la ha mandado por wassap al fontanero, para que diga lo que hay que hacer.

Además, las baldosas de la pared, estaban adheridas con pegamento, se han roto al quitarlas y ahora son un montón de escombros, habrá que traer más material para sustituirlas, con lo que, seguro, nos salimos del presupuesto. ¿Presupuesto?, que significa la palabra presupuesto, ahora tan de moda en el parlamento. Y yo que sé. Ya basta de filología doméstica por hoy, no pienso averiguarlo, aunque no descarto intentarlo en otra página.

En fin. Filología doméstica.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 1 12 16.

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