miércoles, 6 de septiembre de 2017

EL AGUA

"El 14 de Octubre de 1.957, el desbordamiento del río Turia anegó mi barrio, inundó la ciudad y se llevó por delante las chabolas adosadas al muro del río, y las vidas de quienes las habitaban. De haber existido entonces los aparatos informativos que abundan ahora, las imágenes divulgadas de aquella catástrofe se habrían parecido a las de Houston.

Hoy, miércoles 6 de Septiembre de 2017, sesenta años después de aquello, la 14 de Levante alerta de que la cuenca del Júcar no alcanza el 30 por ciento de su capacidad, y el Segura está en emergencia con un 17,1%, lo que no parece una garantía de que el próximo octubre no vayamos a tener otro episodio de lluvias torrenciales, porque las oscilaciones brutales entre los excesos y la escasez de aguas, en territorios concretos, son más frecuentes y catastróficas, desde que los efectos por el cambio climático, en el que Trump no crée, se manifiestan con el aumento de la temperatura, particularmente en los entornos marinos, el aumento de las turbulencias en la atmósfera, los cambios en las corrientes que regulan el clima, y los demás signos que los que saben de ésto señalan, sin que los mandamases les hagan demasiado caso.

Cuando sucedió aquí la gran riada del 57 yo tenía catorce años, recuerdo que, antes de que las aguas bajaran del todo di un paseo por el barrio inundado acompañado de mi padre, aquella aventura me dejó 10 días encamado porque pillé la gripe, por lo demás, seguí viviendo en la misma casa que no se encontraba en las zonas más afectadas por la inundación, pero la ciudad en la que sucedió todo vivió un cambio urbanístico sin precedentes, con la construcción de un nuevo cauce para el Turia, acompañado de vías de ciurculación del tráfico nuevas, y el cauce viejo, que algunos querían convertido en autovía, después de una ejemplar batalla ciudadana, quedó convertido en el actual Jardín del Turia, donde ahora se ubica la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

Una auténtica epopeya urbana cuya causa directa fué el agua.

A veces se nos olvida la importancia de los elementos esenciales de la vida, desde su origen, con su evolución, el agua, la tierra, el fuego, y supongo que el aire que respiramos.

Ignoro si los niños de ahora, al abrir el grifo, son conscientes de que el elemento que surge de el no se fabrica allí mismo, sino que surge como consecuencia de un complejísimo sistema, primero natural, que determina la abundancia o escasez, la lluvia y los cauces de los rios, luego artificial, la trama de ingenieria para su almacenamaiento y circulación final, y finalmente, la fragilidad de la calidad del agua, a veces sujeta a vertidos no naturales, contaminantes, producto de la actividad humana.

Claro, si abres el grifo y sale agua, todo eso pasa a segundo plano. No se trata, solo, del agua que bebemos, dado que hay muchas comunidades isleñas. En algunas de ellas están empezando a notar sus costas invadidas por el agua oceánica, lo que les obligará, si esos procesos no se detienen, a retirarse hacia el interior de las islas donde residen, y en algunos casos, a abandonarlas.

Yo diría, desde mi ignorancia, que estamos viviendo una etapa paradójica en la evolución de la actividad humana. Vemos unos niveles tecnológicos altísimos en diversos sectores que crecen con el ingenio humano, y a la vez, una ignorancia supina, deliberada o no, sobre los efectos de las actividades humanas en nuestros entornos, que siguen condicionados por los elementos básicos, la calidad del aire, el fuego, la tierra, el agua.

En mi opinión, tenemos un problema, el predominio de lo económico sobre lo ecológico. Parecemos ignorar que, en ámbitos con ausencia de economías desarrolladas, el hombre sobrevivió, pero es improbable que pueda hacerlo indefinidamente en entornos ecológicos degradados, cuando no destruídos.

Hasta que en los centros de poder tomen conciencia y actúen sobre estas realidades, nada impedirá que la escasez de agua, hoy, 6 de septiembre de 2017, se convierta en inundaciones cualquier octubre de estos, incluso, el próximo octubre."

Mientras eso sucede, o no sucede, como no llueve, lo mejor es irse a dar un voltio por ahí.

Hasta luego.

En fin. El Agua.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 6 09 17.

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