RUÍDO

"He ido al botellero a buscar la botella de champán Krug, pero no estaba, se vé que me la bebí hace años. He tenido más suerte con el frigorífico, he abierto la puerta y allí estaban, en el táper del fiambre, el salmón noruego ahumado y el fuá de oca que trajimos el otro día de El Corte Inglés.

Caviar, no había. Yo, entre salmón y caviar, y salmón y fuá, prescindo del caviar, entre otras cosas porque su nombre, huevas de esturión, me dá un poco de miedo. No les suena eso de esturión a militarismo antiguo?, a mí sí.

La cosa es que he recortado un poco de salmón, he montado el cuchillo con una porción mínima de fuá, lo he untado en una rebanadita de pan y he añadido un trago de cerveza, porque champán no hay, y, por un momento, me ha parecido que habitaba ya el paraíso.

Entonces, en el preciso momento en que me sentía transportado al cielo gastronómico, un ruidoso helicóptero de la policía municipal se ha pasado media hora dando estruendosas vueltas sobre las azoteas del barrio.

Me pregunto porqué, nuestro Ayuntamiento, que tanto celo demuestra en la calificación de Zonas Acústicamente Saturadas, poniendo limitaciones a la actividad hostelera en pro de la paz vecinal, es el primer productor de ruidos urbanos, con sus máquinas ultra ruidosas que tratan los jardines, unos camiones de basura super ruidosos, por no hablar de los porta contenedores, solo faltaba lo del helicóptero, para que merezcan el premio al primer ente ruidoso de la ciudad.

¿No les ha pasado a ustedes?, salir al balcón con la intención de leer la prensa al fresco, y tener que huir despavoridos porque una máquina que, supuestamente, limpia la acera, produce un ruído infernal.

O presenciar esas máquinas que cortan el cesped, tan ruidosas como cualquier otro mecanismo que se alimenta de combustibles fósiles. A ver. Cómo se puede argumentar que se protege a los vecinos del ruído, la flota completa de máquinas ruidosas del parque municipal, cuando les dan suelta, producen, ellas solas, más decibelios que el conjunto del tráfico rodado urbano.

El silencio no es cosa de este mundo, en particular, no lo es de esta ciudad, una de las mas ruidosas de España, sin mencionar sus fiestas mayores, pero he de decir que, por un momento, cuando he degustado el salmón y el fuá, he tenido esa grata sensación de ausencia de todo lo demás, como si estuviera en el paraíso, sea eso lo que fuere.

Luego ha venido el helicóptero y se ha roto el encanto. Mi mujer me dice que el helicóptero estaba allí porque se celebra un acto luctuoso en el vecino cuartel de la Policía. Al parecer ha venido el bobo ministro del Interior y no sé cuantas autoridades más o menos militares y religiosas. Vale. No lo sabía.

Acompaño a todos en su sentimiento luctuoso, pero ¿era necesario incluir el vuelo de un helicóptero sobre las azoteas vecinales en un acto de esa naturaleza?. No sé."

Sospechaba que esta ciudad, Valéncia, es la más ruidosa del planeta. Hoy, cuando se ha roto el encanto de la combinación de sabores, salmón y fuá, esa condición, queda confirmada.

En fin. Ruído.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 14 09 17.