PÁJAROS

"He bajado a La Fuente, me he instalado junto a una mesa de la terraza y, mientras tomaba un café he esperado escuchar el canto de los pájaros que residen en el vecino jardín urbano. No he oído nada. Es una hora tardía, después de estar insomne hasta  las cinco de la madrugada, me he dormido y veo que  me he levantado demasiado tarde para asistir al saludo matinal de los pájaros que residen aquí

No los oigo, pero sé que están ahí. Me consta que en ese jardín residen diferentes especies, de distinto origen, autóctono o migratorio, que conviven armónicamente sin conflictos, después de haber llegado a un acuerdo tácito sobre el uso de esa territorialidad por cada grupo.

Los más escandalosos son las cacatúas, no paran de llamar la atención con sus chillidos, no es una especie autóctona, un grupo más numeroso reside en el Jardín del Turia, pero los indiviuos que han anidado aquí, también han encontrado sustento y cobijo, y no a costa de los otros, que aquí cada uno se busca la vida.

Los gorriones, según pude comprobar en una estancia turística en Catalunya, son los mas gorrones, los más desvergonzados, hay que ver como se paseaban sobre los tableros de los veladores de las terrazas, picoteando las migas sobradas, y lo más asombroso, sin ningún gesto de temor ante la presencia humana.

Hubo un tiempo en que disfruté de la presencia fascinante de los estorninos en el barrio. Un grupo muy numeroso anidaba en las copas de los árboles del patio del viejo cuartel abandonado, ahora talados. Al atardecer emprendían un vuelo de unas formas geométricas fascinantes, dibujando en el cielo sorprendentes formas grupales, todos en pos del guía que, seguramente, los llevaba a un destino ignorado por ellos. Algún gen especial debían tener aquellos pájaros, para exhibir una conducta grupal así, de uniforme obediencia al guía.

Me lo han recordado unas aves carroñeras que he visto en el plasma de La Fuente, al pagar la cuenta, en el programa de la 1 Los desayunos.... Tres periodistas? graznaban como las cacatúas, y nada de lo que decían, puros formulismos, ya saben, la Constitución, el Estado de Derecho, guardaba relación con su auténtica estructura genética de estorninos, la sumisión grupal al guía que practican desde siempre. Un Estado de Derecho en lo informatvo, debería vetar su presencia en la tele, para velar no solo por el equilibrio, sino por la ética periodística.

Por suerte, el mundo aviar es muy variado, de todas las aves que me ha sido dado contemplar, escuchar, fue el mirlo cuyo canto escuché en la casa de la sierra, en una inolvidable noche de verano., lo más sobresaliente.

Aquella experiencia fué comparable a asistir a un recital y aquel canto se me antojó como la voz prodigiosa de una diva. Lamentablemente, hace iempo que no voy por allí, he dejado de conducir y la cosa es ahora más complicada."

Mañana madrugaré, con la única finalidad de volver a escuchar el saludo mañanero de las distintas especies que conviven en el jardín, después de su acuerdo tácito para compartir el territorio. No solo escucharlos, verlos volar y sorprenderme, como antes, al comprobar la indiferencia de los gorriones ante la presencia humana, mientras picotean en las mesas las sobras de las tostadas.

En fin. Pájaros.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 25 09 17.