sábado, 9 de septiembre de 2017

SIETE AÑOS

"Releo una página escrita en 2010, hace siete años, que tuvo más de doscientas visitas, 'Noticias', y que casual ¿no?, hacía referencia a los destrozos causados en nuestras costas, en nuestros campos, por los temporales sucesivos que barrieron nuestra geografía, con una virulencia desconocida hasta entonces.

Al mismo tiempo, señalaba la escasa atención de la prensa en general hacia los asuntos del clima, enmerdados en las pequeñas miserias de la política local, que la consulta de cualquier hemeroteca confirma que es el asunto preferido de los comités de redacción, de cualquier color y preferencia.

Siete años han transcurrido desde aquellas 'Noticias', y parece que estamos en lo mismo. Ahora es el conflicto catalán el que se pone por delante de otros asuntos mas urgentes e importantes.

Siete años de vacas gordas, siete años de vacas flacas, aquel retruécano que repetía el presidente de la firma exportadora en la que trabajé una decena de años, con un cierto sabor bíblico, no me pareció entonces que fuera digno de crédito, pero hago la cuenta de lo que ha durado lo más gordo de la gran depresión económica de este siglo, mal llamada crisis, y salen, eso, siete años.

Y por si tuviera dudas del carácter bíblico de esa sentencia, el castigo que han sufrido las rentas más bajas en el proceso de recuperación de ese disparate tiene una dimensión, efectivamente, bíblica, pues son los 'faraones' de este tiempo los que están sacando tajada de los bajos salarios, los contratos de días, y toda la mierda que nos han dejado las políticas del gobierno ¿conservador?, que no ha conservado nada del escenario socio laboral previo a la crisis.

Trato de recordar que estaba haciendo yo hace siete años, y no lo recuerdo, pero la lectura de esa página 'Noticias' da a entender que las oscilaciones en los ciclos económicos, al margen de que coincidan, o no, con periódos de siete años, siempre dejan, al final, una situación socio laboral para los segmentos más débiles de la sociedad, mas lamentable, más débil, más explotadora, que los sistemas que les precedieron.

Sin pensar demasiado sobre el asunto, se me ocurre una medida que, de aplicarse, podría intervenir para cancelar estos abusos, si la economía se mueve cada siete años, que los gobiernos no repitan después de cinco, de este modo se evitará que permanezcan para sacar tajada de las medidas que justifican cuando hay crisis, permaneciendo luego en el poder para cobrar sus dividendos por los servicios prestados.

Nada de esto, sin embargo, contribuirá a resolver el problema de fondo que tenemos ahora, la atención preferente a lo económico, y el olvido culpabe de lo ecológico, de las políticas urgentes, necesarias, importantes, que se ocupen de la calidad del medio en que vivimos.

Siete años, y seguimos igual, ahora pones la tele, compras la prensa y solo se habla de Catalunya, un asunto que la torpeza de los políticos ha elevado a prioridad única, cuando los asuntos importantes, de Catalunya y del resto del país son, naturalmente, otros."

Es lo que hay. Pero debería haber otras cosas.

En fin. Siete Años.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 9 09 17.

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