viernes, 27 de marzo de 2009

LA CIUDAD DE LOS PRODIGIOS

Espero que Eduardo Mendoza no se enfade por tomar prestado el título de una de sus mejores novelas para la entrada de hoy. Me produjo un gran placer leerla, en su momento, y recuerdo haberla citado como contrapunto literario a las de Zafón, pero supongo que ha dejado de editarse, por lo que mi atrevimiento no está exento de un posible efecto de estímulo para su relectura.

He de aclarar, por si acaso, que Eduardo se refería en su novela a la ciudad de Barcelona, mientras que los prodigios a los que me voy a referir tienen como escenario Heliópolis, mi trasunto literario de la ciudad de Valencia y, por extensión, de la Comunidad Valenciana.

*HELIÓPOLIS EN COREA.

Un diputado del partido que gobierna ahora la República de Corea (no confundir con la otra, la que gobernó con mano de hierro un gordito con peluquín, con veleidades y aficiones nucleares, que fue incluida por Bush en la lista de los países que conformaban el eje del Mal, que ahora Obama trata de revisar para quitar hierro a la tensión mundial) ha visitado Heliópolis, acompañado de una misión con objetivos comerciales y turísticos y ha permanecido unos días entre nosotros.

Después de conocer la ciudad (la que le han enseñado) Sung Woong, alabó la visión de futuro que tiene la alcaldesa, R.B., se interesó por la difusión turística de Heliópolis en su país, que podría convertirse en un destino preferente de los coreanos, a la vez que promoverá la presencia coreana entre nosotros. Corea y Heliópolis hermanadas, como se decía antes, por sus afinidades culturales.
Además, el visionario Woong asegura que tomará como modelo Heliópolis para construir una réplica urbana en su país que albergará medio millón de habitantes.

Todo un prodigio. Después de leer, ayer, que Málaga se instalará, a efectos de clima, en Barcelona, y Marraquech lo hará en la ciudad andaluza, que Heliópolis se reinstale en Corea, la verdad, ya no me sorprende.

Las afinidades culturales entre coreanos y valencianos auguran el éxito de ese proyecto. No se olvide que entre las preferencias gastronómicas.de los ciudadanos coreanos representados por Woong, están las delicias caninas, pero que nadie se rasgue las vestiduras por esa inclinación, porque nosotros nos comemos los caracoles y se dice que en nuestra gastronomía tradicional tuvo su lugar el arroz con roedor de agua de la Albufera.

No menos prodigiosa me parece la imagen que el diputado coreano ha difundido en la prensa de nuestra alcaldesa. R.B. y su visión de futuro. Esta mujer, que viene del mas oscuro paleo franquismo y se va pareciendo al fósil andante de Fraga, que todavía resiste en el mercado político con una capacidad de supervivencia asombrosa, es un ejemplo de adaptación camaleónica que no tiene parangón en la política municipal de este país.

Ya saben, este proyecto tiene todo el aspecto de una iniciativa exitosa, al menos tan triunfal como la marcha que nos ha conducido a los valencianos adonde nos encontramos. No importa que R.B. Sea la responsable directa de un montón de desaguisados urbanísticos en esta ciudad, como los sobre elevados que ha autorizado por doquier desde que está al mando del urbanismo municipal, destrozando un montón de edificios, modernistas y no modernistas, como saben muy bien los arquitectos, o que en las calzadas de las nuevas vías públicas abiertas en algunos barrios pervivan naves industriales y otras muestras de la desidia municipal. Que barrios enteros, como el de Malilla, o el de Orriols, carezcan de los mínimos equipamientos públicos, por poner algunos ejemplos.

R.B. ha paseado al coreano por las nuevas realizaciones, ciertamente emblemáticas y espectaculares del ladrillo y el turismo, y le ha vendido esos prodigios con su habitual capacidad de convicción. A mi no me parecen mal iniciativas como estas para buscar nuevos mercados turísticos, ahora que el mercado inglés está de capa caída. Solo haré tres acotaciones. Una que, si finalmente, vienen muchos coreanos a visitarnos, aten ustedes los perros y no los dejen salir solos a la calle, porque estos se los comen. Dos, que un señor tan poco radical como Aurelio Martínez, presidente del ICO, acaba de desautorizar públicamente el modelo de ladrillo y turismo, con abandono flagrante de la agricultura y la industria, que Rita le ha vendido al coreano, que ha caracterizado la gestión municipal y autonómica de la derecha política en Heliópolis, y ahora está, para nuestra desgracia colectiva, en coma irreversible. Tres. Conviene que los coreanos que nos visiten, con gastos pagados, supongo, lo hagan también con proyectos industriales en la cartera.

Pero, claro, en un país prodigioso como el nuestro, pedir mas sensatez a personalidades tan fabulosas como R.B., Camps, Costa , Fabra y compañía, es entrar en el reino de la fantasía.

*HELIÓPOLIS MEDIEVAL

Alberto Moncada, un sociólogo de mucho prestigio y una larga trayectoria profesional, publicó ayer en “Levante” una columna, encabezada con la pregunta, ¿Quién le hace caso al Papa hoy? Su punto de vista es que no le hace caso casi nadie, y menos que nadie, las mujeres católicas, que deciden sobre su sexualidad sin contar con sus recomendaciones. Los sociólogos saben mucho de eso, porque centran su actividad en tomar el pulso de las personas y grupos que forman el entramado social y utilizan una variedad de instrumentos y herramientas de una eficacia contrastada, que validan sus opiniones. Quien no sabe nada de sexualidad, mas que por los libros, es el Papa, que es célibe.

Moncada hace una reflexión histórica sobre las posiciones de la Iglesia en este país, nos recuerda que la Inquisición estuvo activa hasta anteayer, y cómo Fernando Séptimo la reinstauró al mismo tiempo que se cargaba la constitución liberal de 1.812, y se felicita de que, al menos, en nuestro tiempo, el Estado solo legisle en el Parlamento, no en nuestras alcobas y hábitos mas íntimos, como cuando la Iglesia y el Estado, no hace tanto, se repartían el poder absoluto.

Ese reflejo inquisitorial de la iglesia, que trata de invadir nuestras libertades individuales, vuelve a aparecer de vez en cuando, como en la Rioja, con esos horribles vídeos que se han impuesto a la audiencia estudiantil, --una técnica de terror, según la definición de una psicóloga clínica que acabo de conocer-- de los que algunos medios de comunicación se han hecho eco, o en la torpe campaña difundida por la conferencia episcopal en contra de algo que es un derecho que se puede ejercer, o no, de manera voluntaria, en modo alguno es una obligación impuesta.

Imagino que R.B. habrá paseado a Sung Woong por el centro histórico, le habrá mostrado nuestro rico patrimonio histórico y artístico, nuestra arquitectura medieval, la catedral, los palacios de la calle de Caballeros, de la plaza de Manises, el palacio Arzobispal, las puertas que cerraron nuestras murallas.

Ignoro, por el contrario, si nuestro algo ilustre visitante oriental habrá conocido a García Gasco, el mas rancio representante vivo de la iglesia medieval en Heliópolis, fiel reflejo de las actitudes inquisitoriales que sus compañeros de la conferencia episcopal intentan reavivar en el país, con el resultado provisional de los vídeos de La Rioja, los ataques a un establecimiento clínico en Castellón, y otros progresos de la vida civil que tal vez nos veamos obligados a sufrir cuando, como amenazan, lancen sus ejércitos manipulados a la calle.

Si los coreanos se llevan Heliópolis a su país, y les acompañan también las fuerzas políticas y las jerarquías católicas que han dominado la vida pública aquí en los últimos quince años, daremos por bien empleados los gastos protocolarios de la visita.

Si, como contrapartida, los coreanos deciden establecerse aquí, no pasa nada. Solo habremos de atar a nuestros perros y cuidar que no salgan a la calle solos. Por lo demás, seguro que su gastronomía es mucho mas amplia que su peculiar afición a las delicias caninas, y podemos aprender algo de ellos.

LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 27-03-09.

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