martes, 10 de marzo de 2009

REMODELACIÓN

Una tormenta de arena sacude la vida política en todas partes y amenaza con enterrar numerosas carreras políticas. En USA, Obama no cesa de echar paletadas encima de las medidas tomadas por su nefasto antecesor, en aspectos tan aparentemente dispares como Guantánamo, los fondos para la investigación con células madre o las relaciones internacionales, pero que tienen en común el intento del nuevo mandatario de enterrar las políticas desviadas de la siniestra camarilla que gobernó junto a Bush niño.

En Gran Bretaña, es previsible que Gordon Brown no sobreviva políticamente a las próximas elecciones, que le pasarán con toda probabilidad la factura de una libra devaluada que ha reducido
notablemente el nivel de vida de los ingleses, situación que no parece que pueda mejorar a corto plazo, con el consiguiente desgaste del partido laborista.

En Islandia y algún otro país, gobiernos enteros han desaparecido de un plumazo, incapaces de resistir el siroco de la crisis financiera que arrasa todo lo que toca.

En España ya se escucha de modo cotidiano el runrún de la obligada remodelación del gobierno de Zapatero, muy debilitado por las circunstancias de la situación por la que atravesamos. Un tertuliano de la televisión decía ayer en un programa de parloteo, con una opinión fundada en la experiencia que sugerían sus largos cabellos blancos que, en toda la historia de las televisiones, tanto en la pre democrática como en las actuales, nunca nadie fue capaz de acertar las quinielas previas que siempre se barajaron ante hipotéticas crisis de gobierno en la Moncloa.

Parece que la política es un arcano misterioso en el que solo los iniciados, y de entre ellos, precisamente quien preside el gobierno, es el único capaz de saber los nombres de los ministros que cesan y los de quienes les van a sustituir. Y ni siquiera el presidente puede tener la certeza de cual va a ser su composición final, porque si bien tiene en su mano el cese cierto de los que se van, no puede saber al cien por cien quienes van a aceptar, o no, sus propuestas de nombramiento.

Lo de los nombres es, pues, en cierta medida, una lotería, pero la necesidad de una remodelación de gobierno es algo bastante previsible, incluso a un año vista. En mi página del 18-07-08, “Un ejercicio de prospectiva”, jugué a este juego y de lo que escribí entonces, referido a la posible situación en 2.009, pasados nueve meses –el ciclo de un embarazo normal-- juzguen ustedes mismos el grado de acierto o desacierto.

“En España, Zapatero (seguirá) en el Gobierno, pero (se verá) obligado a cambiar dos tercios de sus ministros, en un intento de frenar la caída de la confianza en su capacidad para afrontar la crisis económica que todavía sacudirá con fuerza el país.”

Otras hipótesis prospectivas que aventuré en esa misma página, sin embargo, todavía no son una realidad, pues la afirmación de que la economía norteamericana iría como un tiro tras la elección de Obama está lejos de materializarse.

Pero vamos a lo que interesa, aquí y ahora. En lo que coinciden todos los analistas profesionales, aficionados y simples curiosos, entre los que me cuento, es en que Carme Chacón es la ministra que mejor ha resistido, con su ejecutoria impecable –siempre ha sabido estar en el lugar oportuno en el momento adecuado, y decir lo correcto, sin que se le conozca ni una sola metida de pata pública-- el vendaval que se va a llevar por delante a buena parte de sus colegas.

Puestos a hacer una quiniela, como ni siquiera cuesta dinero, y desde las filias y fobias que casi siempre despiertan los personajes públicos, uno señalaría entre los que desearía que salieran, que no es lo mismo que predecir quienes van a salir, a Solbes, no por fobia, sino porque el mismo reclama desde hace tiempo un merecido descanso de su prolongada carrera pública, a Magdalena Alvarez, por los muchos líos que se han organizado en Fomento, con independencia de que el partido popular le tenga cierta ojeriza, a Miguel Sebastián, porque a este si le tengo yo mismo cierta ojeriza, por sus declaraciones extemporáneas, porque tengo la sensación de que defiende sobre todo los intereses de las eléctricas, y porque me parece un técnico mediocre y un político con poco fundamento.

En Trabajo y Justicia, ahora en manos de personas que dan sensación de responsabilidad política y sentido común, no me parece previsible que hayan cambios. Luego hay una pequeña tropa de ministros y ministras que han tenido un papel tan débil en la acción de gobierno, que su desaparición de la escena pública ni se va a notar. Aquí es donde creo que Zapatero entrará a saco.

Luego está Exteriores. La situación internacional está sujeta ahora mismo a un cambio tan radical en las relaciones diplomáticas, con la señora Clinton paseando por el mundo para predicar la buena nueva de la era pos Bush, que es legítimo preguntarse si ese cambio de escenario no requiere a su vez un cambio en el encargado de llevar la diplomacia de nuestro país a una estrategia mas acorde con la nueva situación.

Sin duda, el asunto mas difícil es a quien confiar la cartera de Economía. Teniendo en cuenta lo poco que han acertado, en su mayoría, estos profesionales, en la anticipación de la crisis, y las pocas soluciones que han ofrecido, y como los premios Nóbel americanos mas solventes están dando conferencias por ahí y no podrán hacerse cargo de ese ministerio, yo sugiero que se promueva a esa responsabilidad a un equipo bicéfalo, formado por un cirujano y un filósofo, el primero para que corte por lo sano y tome las medidas que haga falta, aunque sean traumáticas, el segundo para que dote a nuestro sistema económico y financiero de los nuevos valores éticos, cuya ausencia está en la base de las tribulaciones que ya nos afectan a casi todos, sin abandonar del todo el pragmatismo, o sea, una ética pragmática, o un pragmatismo ético, como sostengo en la página "Éticos y Pragmáticos".

De María Teresa Fernández de la Vega, nada tengo que oponer a que siga o que se vaya.
Por lo que ha trascendido de lo mucho que trabaja y lo poco que duerme, a título personal, solo quiero desearle que cuide mas su salud, que me parece mas importante que su carrera política.

Rubalcaba, como antaño el Real Madrid, es fijo en todas las quinielas.

En resumen, se huele un nuevo gobierno, para una misma crisis. No es un regalo, precisamente, para aquellos que se vean señalados por el dedo del presidente. Allá ellos si dicen que si. Solbes cuenta que se arrepiente todos los días dos veces por haber aceptado el último encargo.

Por cierto, viene al caso, los gobiernos autonómicos de Madrid y Valencia, deberían ser cambiados en su integridad, por higiene democrática, pero no parece que tal cosa vaya a suceder.

En fin. Hay remodelación a la vista. Hagan sus quinielas. No cuesta dinero y es una diversión inocente.

LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 10-03-09.

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