jueves, 26 de marzo de 2009

MEDITERRÁNEO

He bajado al Maravillas, después de regresar de una entrevista con María Luisa, una psicóloga clínica que dirige grupos de fumadores que dicen querer dejar el tabaco, a los que me voy a incorporar en unos días. Mientras tomaba café y fumaba un cigarrillo, que de momento todavía no me han prohibido, --dice María Luisa que no utiliza técnicas de terror, ni represivas, que lo suyo es la persuasión gradual y que ya cambiaré mis hábitos cuando sea el momento-- he visto algunas noticias en el diario “Levante” que me han llamado la atención, y que voy a comentar en la entrada de hoy.

Una columna periodística incide hoy en un asunto que saltó a la actualidad hace algún tiempo, y aún lo hace de modo ocasional, pero que la crisis económica y financiera ha tapado casi por completo. El cambio climático. Al parecer, según afirmaciones científicas documentadas, a partir de 2011 el aumento de las temperaturas medias comenzará a dejarse sentir en el Mediterráneo.

El cambio climático puede convertir Barcelona en Málaga y Málaga en Marraquech, a efectos de clima, dice el periódico. El incremento de las temperaturas medias afectará además a las costas Cantábricas y Atlánticas. Esta predicción, si se cumple, inducirá cambios notables en la industria turística. En el norte y en las costas atlánticas, la duración de la temporada veraniega puede extenderse en el tiempo, con el consiguiente aumento de visitantes, cuyo número está ahora limitado por una temporada estival muy corta. En el Mediterráneo, se anticipa una desestacionalización del turismo, de modo que la oferta será prácticamente permanente durante todo el año.

Hace apenas dos días, el mismo periódico informaba de que por cada punto que aumenta la temperatura media por encima de los veintiún grados, las tasas de mortalidad crecen, al menos, diez veces mas, y que el verano pasado el número estimado de defunciones relacionadas con el aumento de la temperatura alcanzó las veinte mil, solo en nuestro país.

Son dos aspectos de la misma realidad. La realidad suele ser así, no ofrece un aspecto plano, sino mas bien poliédrico, con muchas caras. Como no pienso morirme, ni ahora, ni de momento en el 2011, me ha interesado sobre todo el lado lúdico de esta noticia.

No veo la hora de poder pasear por las ramblas de Barcelona y escuchar a todo el mundo hablar, en el cercano mercado de la Boquería, con ese acento tan gracioso --en el mejor sentido-- que tienen los malagueños, y tomarme una bandeja de pescaíto en algún bar del puerto, frito con la sabiduría que ponen ellos en esa faena, sin tener que viajar hasta sus costas, mas lejanas. Por la noche, acudiré al Paralelo para tomar algún fino y alguna manzanilla en los tablaos que para entonces se habrán extendido a la noche barcelonesa, aunque me pregunto, ¿Si Málaga estará en Barcelona, donde leches quedará entonces la capital catalana?

Por otro lado, viajar a la antigua Málaga, dentro de un par de años convertida en Marraquech, también tendrá su miga. Será un placer insólito pasear por la calle Larios, convertida en una medina, acercarse hasta la plaza de Yemma elf na, sin necesidad de cruzar el estrecho, regatear por el precio de una muela usada en los puestos que allí las expondrán, ver a los encantadores de serpientes colgar del cuello de los turistas sus sierpes desdentadas, tomar un zumo de naranja con su pulpa en la terraza de un café, y escuchar las narraciones de los contadores de historias, entre los que tal vez estará Goitysolo, que dicen que ahora vive allí, pero que, como consecuencia de los efectos del cambio del clima mediterráneo, al parecer podrá disfrutar en 2011 del clima del Magreb, en su propio país.

No se si es o no casual, pero 2011 es la fecha que mas se repite ahora como horizonte para que las economías se recuperen de la anorexia que las aqueja, inducida por los disturbios metabólicos que han sufrido por los excesos cometidos en el uso de los recursos de los que se alimentaban Que ese horizonte temporal coincida con los primeros efectos de los cambios anunciados en el clima, seguramente será bueno para algunas economías, que verán florecer su sector turístico y los servicios que con el se relacionan, con lo que la salida de la crisis puede verse reforzada en ciertas áreas planetarias, en concreto en la mediterránea, aunque habrán de hacerse mas inversiones para preservar esas playas, que es previsible que se vean mas amenazadas por los fenómenos naturales, en estado de revista.

Pero como la realidad, además de poliédrica, es tozuda, no se puede ignorar que otras regiones del planeta sufrirán efectos muy negativos por esos cambios que el “Levante” de hoy anuncia para las costas mediterráneas ibéricas. Estoy pensando en el Caribe, en esos países que comprenden un conjunto de islas que hoy viven del turismo y mañana podrían convertirse en modernas Atlántidas, con su superficie terrestre reducida, cuando no sumergida, o en las tierras del Norte, economías frías, Alaska y otros territorios cuyo medio va a sufrir cambios muy radicales, antes de lo que se pensaba.

Ante una situación así, previsible y, seguramente, inexorable, solo se me ocurre sugerir a los poderosos que, mas o menos, son responsables, quizás por la excesiva ingestión de cocaína, de los desequilibrios en las economías y en el planeta, que se pongan a trabajar ya, en los ratos libres que les deje el asunto de los bancos y esas cosas, para elaborar una especie de cámara internacional de compensación, donde circulen los valores y títulos que puedan representar los efectos positivos para unos, negativos para otros, del cambio climático, con el fin de tener estudiadas y previstas, para que puedan ser implementadas con rapidez, las transferencias de renta que serán necesarias para atender las migraciones masivas de algunos países, la instalación de poblaciones enteras en otros lugares, la nueva estructuración de algunas economías, que ahora son frías o secas, y tal vez se conviertan en cálidas o sumergidas.

Por lo que concierne a los hoteleros españoles que estén pensando que la costa mediterránea puede convertirse en un área de nuevas oportunidades y negocios, de consolidación, con la salida de la la crisis y los cambios que se predicen, de sus negocios actuales, conviene que adviertan, también, que, en sus planes estratégicos, en sus cuentas de resultados proyectadas para los próximos cinco años, deben incluir las oportunas provisiones para hacer frente a la parte que les toque en la financiación de los costes públicos adicionales que, tal vez aquí, pero no solo aquí, aparecerán de la mano de los cambios que los científicos hace años que están anticipando.

Es lo que tiene la realidad. No es plana. Suele ser poliédrica, presenta distintas caras. El Mediterráneo que predicen los científicos a partir de 2011, a mi me gusta, pero si suben mucho las temperaturas y hacemos caso a su correlación con las tasas de mortalidad, a lo mejor para entonces ya estaré muerto.

Había otras noticias, pero las dejo para mañana.Salud.

LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 26-03-09.

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