domingo, 19 de abril de 2009

PARADOJAS (II)

Es una paradoja, casi surrealista, que Juan Cotino, Conseller de Bienestar Social de Heliópolis, tenga vínculos familiares con los gestores de una Empresa que en 2007 facturó a la Generalitat, por los servicios de las residencias de mayores de su propiedad, según “Levante”, 18 millones de Euros, y según una página de Internet, que sale al teclear su nombre, 15, 9 millones.

En el marco de la máxima que siguen en Heliópolis algunos servidores públicos, que no sienten que están para servir al público, sino para servirse del público en beneficio de sus intereses particulares. esto no es una paradoja, sino un comportamiento perfectamente normal.

Algunos pensamos, sin embargo que, aunque nos aburra, estamos obligados a denunciar, una y otra vez, esta lacra de la democracia, consistente en administrar los presupuestos públicos, como si fueran el cortijo de un señorito, porque cada vez que alguno de estos políticos cínicos se arregla su economía doméstica a costa de los presupuestos, es como si nos metiera la mano en nuestro propio bolsillo, porque es de los impuestos de todos de donde se nutren los presupuestos.

Supongamos que no es el caso, que se trata de una contraprestación por unos servicios prestados de acuerdo con la legalidad. Aún así, la vinculación familiar de este señor con el grupo que ha prestado y cobrado sus servicios, debería inhabilitarle para el cargo de Conseller de un departamento en el que podría haber incurrido en autocontratación.

Si no es así, si no existe en las leyes ni reglamentos ninguna prescripción específica que señale esa incompatiblidad que le impida contratar con empresas vinculadas a su persona, todavía queda un buen argumento para no hacerlo La vergüenza, que, antiguamente, iba seguida del adjetivo torera.

Pero, claro, este señor, se ve que no tiene vergüenza torera, ni de la otra. En el “Levante” de ayer iba una página entera que relataba los avatares de la asistencia a mayores y dependientes en Heliópolis, desde la época en que estuvo en vigor el Bono-Residencia, pasando por un concurso para construir nueve mil plazas, hasta la confusión y la desatención desatada por el modo tan singular en que se ha aplicado, --mas bien dejado de aplicar-- la Ley de dependencia en esta comunidad.

Dicha página, la firmaba una asociación, supongo que de empresarios de residencias no vinculados al grupo relacionado con el Conseller. Hacía un relato prolijo de todos los avatares por los que ha transitado la política de Bienestar Social en Heliópolis, hasta derivar en un estado generalizado de malestar social, y concluía pidiéndole al Conseller que, por favor, no retrase hasta el verano los pagos de los servicios prestados a la Consellería por esas residencias, porque esa demora implicaría
nuevos despidos, además de los que ya se han producido en un sector que se supone que debería estar creando mas empleo, cuando parece que lo está destruyendo.

Visité ayer a unos familiares residentes en uno de esos establecimiento no vinculados al grupo relacionado con el Conseller, y pude constatar que la plantilla de cinco cuidadores, se había reducido a dos, y me dijeron que la calidad de la comida que allí se sirve, se había reducido. Por no hablar del estado lamentable de la convivencia de los residentes, donde coexisten en los mismos lugares, personas gravemente enajenadas, con otras a las que solo se les va la olla de vez en cuando, y con residentes con buen estado de salud, lo que complica bastante la buena relación entre ellos.

Hasta hoy, hasta que hice esa visita, solo me había percatado de las graves insuficiencias en la atención a ciudadanos dependientes, por la deficiente, morosa y mezquina aplicación de la Ley de Dependencia por nuestra administración autonómica. Ahora, he de añadir a esa indignidad el lamentable estado de la atención a los residentes mayores en los lugares donde están “depositados”, como si fueran fardos inútiles, en lugar de personas.

Si los dependientes están desatendidos, si los residentes, o una parte de ellos, comienzan a estar mal cuidados, si los propietarios de residencias no vinculados al grupo de Cotino se quejan de que no cobran a tiempo, y el Conseller de Bienestar Social le facturó a su propio departamento, vía empresas vinculadas, casi tres mil millones de pesetas en 2.007, ¿Me puede explicar alguien porqué sigue este señor en esa Consellería?. Si se trata de una persona influyente, que lo es, vinculado al Opus, que lo está, con peso en el partido popular, que lo tiene, al menos, que lo cambien de departamento. Aunque solo sea por las apariencias. Por la vergüenza torera.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 19-04-09.

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