El ruido inconfundible de los motores de varios aviones en vuelo me ha despertado esta madrugada. He salido de la cama, he entrado en el cuarto de baño, me he echado encima las dos batas de rizo, la de mi mujer, --suele estar mas seca-- y encima la mía, he mirado la hora en el reloj de la cocina 5:20 y me he preguntado con cierta perplejidad no exenta de angustia que estaba pasando. Porque el sonido recurrente de los motores de avión que sobrevolaba muy cerca de las azoteas próximas evocaba una flota aérea en tránsito hacia alguna forma de invasión militar.
Me preguntaba si las fuerzas de la OTAN habían decidido el bloqueo aéreo de Siria, en contra de los deseos de Rusia cuyos jefes parecen dispuestos, por conservar una cuota de presencia en Oriente Medio, a apoyar al dictador actual, que continua con su contabilidad de muertos en honor a su padre, que fue responsable de la masacre de 20.000 sirios sin que nadie le haya pedido cuentas por ello.
O tal vez, se trata de un ensayo, para el caso de que Israel cumpla su amenaza de bombardear Irán para destruir unas instalaciones nucleares de las que aquel país dispone sin que nadie las cuestione. Me debatía en esa duda, Siria o Irán, cuando, al escuchar a mi mujer, que permanecía despierta en el cuarto que ha elegido para dormir en soledad, le he preguntado si oía lo mismo que yo, si tenía la radio puesta y había escuchado la noticia de la invasión, y me ha contestado que lo ha oído, pero que se trata de un helicóptero de la policía que no cesa de dar vueltas sobre el patio del Centro de Detención de Extranjeros que linda con nuestra casa.
Así que es cierto, he oído ruido de motores, pero era un solo motor, eso sí, muy insistente y repetitivo, el que me ha despertado en plena madrugada. Ya que estoy despierto, me fumo un cigarrillo y pienso que este incidente me puede servir para la entrada cotidiana del blog. En eso estoy.
(...)
Horas mas tarde he bajado a por la prensa y el único indicio
que he visto en los titulares sobre alguna forma de invasión se refiere a la reforma laboral impuesta por el gobierno,después de ningunerar a los sindicatos tras tenerlos entretenidos en negociaciones que se ha han quedado en el universo virtual.
La foto debajo de esa noticia es de la invasión de una inmensa minoría de valencianos que protestan en los espacios urbanos que caracterizaron la política de derroche del gobierno del PP en Heliópolis, que tiene deudas hasta 2.057.
En fin. La Invasión.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN)12-02-12.
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