sábado, 18 de febrero de 2012

PAULA

Quienes siguen el Blog desde hace años, en particular los artículos orientados a la crítica política, habrán observado que al hacer comentarios sobre el anterior gobierno de Camps, ese político que cobra sin trabajar, cuando tantos desean trabajar y no pueden, quien, en su momento nos hizo enrojecer cuando los desmanes de su gobierno fueron motivo de chanza en todo el país, y hasta en la prensa extranjera, siempre dejé a salvo a Paula Sánchez de León porque percibía su discreción, su actitud ponderada, inteligente, en medio de una pandilla de tipos impresentables, charlatanes de dudosa ética política, cuyas declaraciones y ocurrencias Paula tenía que salir a matizar, cuando no a corregir, con un sentido común de la política escandalosamente ausente entre sus compañeros de partido y de gobierno.

Algo ha ocurrido que ha desecho ese encantamiento. Ha sido ocupar el sillón de delegada del Gobierno en esta Comunidad y toda el aura que rodeaba a Paula en su desempeño anterior de portavoz del gobierno de Camps se ha desvanecido.

La formación política y profesional de Paula incluye, sin duda, un conocimiento profundo de las leyes y su aplicación. No se entiende que la reiterada violencia policial ordenada por ella contra una manifestación estudiantil, en su mayoría formada por menores de edad, ni la detención posterior de algunos de ellos, sea reivindicada por Paula como el "fruto de acciones ilícitas" cuando la propia delegación de gobierno, convierte en un acto ilícito, la aplicación de la violencia contra los menores que solo expresaban en la calle sus opiniones críticas.

A la larga lista de actuaciones políticas que nos avergüenzan a una inmensa minoría de los valencianos, hemos de añadir ahora el uso desmedido e ilegal de la fuerza pública dirigida por Paula en relación con nuestros jóvenes estudiantes.

¿Hasta donde está dispuesto a llegar el partido popular en su reflejo autoritario de la política, se trate de legislar una reforma laboral impuesta o tratar el orden público en la calle?. La mayoría absoluta parlamentaria, es una cosa, un régimen absolutista es otra. ¿Conocen la diferencia?

Si no la conocen, pueden ir preparándose para una primavera muy larga y complicada porque las tímidas manifestaciones de protesta de nuestros estudiantes pueden ser solo el síntoma de una movilización general de buena parte de la sociedad, que no comparte, para nada, los tics autoritarios de quienes gobiernan ahora, pero no lo harán siempre.

Lo peor de todo esto, es que he perdido la fe en Paula. Esa persona discreta, ponderada, inteligente, ha dejado paso a un sujeto político indeseable, que nunca hubiera pensado que la habitaba. Los cargos políticos son así. Le das una gorra de plato a alguien, y se cree un general.

En fin. Paula.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN)18-02-12.

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