miércoles, 15 de febrero de 2012

OLLI

Gobernar un país como si fuera una empresa es un error de gran alcance. Un país no es una Empresa. Poner a un contable --Olli-- a resolver los problemas de una comunidad de países es un error todavía mayor. Para obtener la evidencia de que un país, o una organización comunitaria de países no son Empresas, basta con consultar los presupuestos de la Unión Europea que el propio Olli contribuye a elaborar.

En esos presupuestos aparece la evidencia de que el porcentaje de recursos que se dedican a subvencionar la agricultura comunitaria es muy superior al peso de la población activa agrícola en esa comunidad.¿Haría algo así una Empresa? No, porque la Unión Europea, como los países que la integran, están gobernadas por instituciones que se han dedicado históricamente a lograr e incrementar la cohesión social entre los territorios y las poblaciones que las constituyen.

Cualquier nacional con memoria de España, Irlanda, Portugal, y después Alemania del Este, sabe que esto es así, porque ha visto cambiar regiones deprimidas históricamente que gracias a la acción institucional de la Unión Europea han alcanzado mayores niveles de desarrollo social, urbano o rural y disminuir desigualdades históricas que las han acercado a la media europea. ¿Entonces?, porqué De Guindos, Olli, se empeñan en querer convencernos de que gobernar nuestros países como si fueran empresas es bueno para Europa?.

(...) Es un error histórico de proporciones enormes reducir la política, las medidas de gobierno, a un asunto de deudas, cuentas de resultados y otros factores de naturaleza económica, en perjuicio del componente social de la política. Eso solo puede llevar al fraccionamiento, a la pérdida de cohesión social
que sabemos que es un factor esencial del que no se puede prescindir para el progreso a largo plazo.

Las cabezas de quienes hoy dirigen la política comunitaria y las políticas nacionales de cada país están llenas de números, pero parecen vacías de ideas. Ver, hace algún tiempo, a nuestro ministro de Economía, De Guindo, deslizar en el oído de Olli, el Comisario Económico Europeo, el comentario sobre lo agresiva que iba a ser nuestra reforma laboral, sin que el rostro de Olli mostrara emoción alguna, me pareció algo patético.

Una idea tan sencilla como que una economía fría, con altísimas tasas de paro, necesita de manera urgente combustible para salir del ciclo de depresión económica, precisa que el crédito fluya, que la administración estimule la inversión, sin perjuicio de que el problema de la deuda se trate a la vez con ayuda de los bancos centrales, al parecer no entra en la cabeza cuadrada de Olli, ni en la de los hombres de Goldman Sachs, la poderosa banca de inversión, que ahora ostentan cargos económicos en los gobiernos europeos. ¿Donde están los políticas puros, capaces de aplicar soluciones políticas a problemas que no son solo económicos?

Si Olli, De Guindos y los demás, se empeñan en conducir la política económica de los países y las instituciones comunitarias que los integran, como si fueran empresas, los llevaran a su mayor fracaso, no solo político, sino económico, de su historia.
Alguien cercano debería hacerles ver su error. Obama lo está haciendo, desde el otro lado del Atlántico, pero su voz queda demasiado lejana, no se oye con suficiente claridad.

Olli, De Guindos y compañía, vuestra política para Europa es una puta mierda, y no os queréis enterar, así de claro.

En fin. Olli.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN)15-02-12.

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