domingo, 26 de febrero de 2012

LA NEUMÓLOGA

"Después de la visita a la neumóloga, el jueves, creo, estoy en el sillón contemplando la rara belleza de las hilachas del humo del único cigarrillo de la tarde, iluminadas por el sol declinante flotan en medio del salón como una estructura galáctica, se mueven con una grácil y voluptuosa lentitud y sus formas cambiantes habitan el espacio interior con la misma fuerza estética que se puede apreciar al observar la nebulosa de Andrómeda desde las alturas de la sierra.

(...) Cuando entré en la consulta de neumología, no estaba la doctora joven, amable y exuberante que me atendió la última vez y me hizo sus recomendaciones sin ningún rasgo autoritario, por el contrario, la que me atendió el jueves dio muestras, enseguida, de que su salud mental era mas precaria que el estado de mis pulmones.

El modo histérico de expresarse, su discurso entre paternal y autoritario, la manera en que desgranó los resultados de la Espirometría que iba leyendo en el informe, su interpretación de los resultados de la exploración con Rayos X --Se trata de una peculiaridad anatómica-- y el modo brusco y excluyente con que me diagnosticó, tiene usted una EPOC, pero en grado leve, si no deja de fumar, ese nivel aumentará porque, además, su disminución de la capacidad respiratoria, ahora reducida al 66%, es irreversible. Nada de nuevas revisiones. Lo derivamos a su médico de familia y, si empeora, ya lo mandará aquí de nuevo.

Me di cuenta de que me echaba, por mi condición maldita de fumador, no sin antes aclararme que yo era un drogadicto, a lo que no puse ninguna objeción. No me hizo ningún caso cuando le expliqué que había hecho dos intentos para dejar de fumar. Uno en un centro de deshabituación de la red de salud pública, otro con una psicóloga privada especialista en tabaquismo.

Lo cierto es que, después del chaparrón que me echó la autoritaria neumóloga, que me hizo sentirme culpable como un niño pillado en falta, he intentado reducir el consumo de tabaco y resulta que no me ha resultado nada difícil. La neumóloga había dicho que la dependencia del tabaco es exclusivamente mental, mas que física, y los últimos dos días estoy viendo que tenía razón.

Hace tres días compré un paquete de tabaco y todavía no lo he terminado de consumir, cuando lo normal era que me fumara dos paquetes diarios. O sea, se puede reducir el consumo, sin demasiado esfuerzo. Otra cosa es lo que pasará cuando el paquete se acabe y tenga que elegir entre comprar mas, o no volver a comprar nunca mas.

La verdad, no se si estaré a la altura y abandonaré el hábito de fumar, o volveré a las andadas."

(Continuará)

En fin. La Neumóloga.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN)26-02-12.

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