jueves, 2 de febrero de 2012

LA CONTRARREFORMA

Estoy confundido. Yo pensaba que la palabra conservador indica el deseo de conservar algo, pero en solo un mes de ejercicio del nuevo gobierno, sus ministros han dejado claro que no les importa arrasar hasta la última piedra del edificio social construido laboriosamente durante décadas sobre acuerdos que recogían el sentir de las mayorías sociales de uno u otro signo.

La muerte de la dictadura dio paso, a través del consenso, a la instalación de las formas democráticas, con el convenio tácito de que no habría reclamaciones por los objetos perdidos en el camino, pero esa muerte dulce sembró de esporas el nuevo hábitat democrático y ahora vuelven a surgir las tendencias autoritarias que están tomando la apariencia de una contrarreforma en toda regla.

Este país tiene una arraigada tradición absolutista y contra reformista, que tiende una y otra vez a restaurar el orden moral anterior a Lutero, y cuya expresión mas fiel fue Fernando VII, llamado El Deseado, aunque los liberales lo conocían mas bien como el gran hijo de puta del absolutismo.

Las monarquías absolutas, no tienen nada que ver con las actuales mayorías absolutas
democráticas, conferidas por los electores libremente, pero el carácter absoluto de una mayoría en democracia implica, inevitablemente, la ausencia de un contra poder que modere los excesos de esas mayorías. En esas estamos.
(...)

La lectura de los periódicos en las escasas semanas transcurridas desde que el gobierno 'conservador' de Rajoy comenzó a dictar decretos, leyes y otras formas coercitivas de ejercicio del poder, ofrece una larga lista de recortes (literalmente, disminución de los ingresos) que han consistido en quitar a las rentas medias y bajas y no cobrar a las altas.

Afectan a colectivos sociales muy determinados que se ocupan de la educación, la sanidad, la atención a dependientes, ancianos en residencias, en fin, que afectan a la parte mas vulnerable de la población, niños, enfermos, y personas que, por su bajo nivel de renta, son usuarios de los servicios públicos, que las personas de elevadas rentas usan en menor medida.

Es curioso que los recortes hayan afectado a tantos colectivos sociales y que a Rouco Varela no se le haya tocado la asignación de 'su' iglesia,(lo de los colegios privados, aparte) pero la ocurrencia de Gallardón con los Notarios es algo pintoresco. Buena parte de ellos podrían estar retirados en una playa caribeña, con lo que facturaron por el boom inmobiliario y ahora se les trata como un colectivo desfavorecido. Joder.

Los argumentos para justificar los recortes; el déficit del Estado, incluidas las autonomías, y la obligación de control que impone nuestro vínculo comunitario, dando a entender que es una política impuesta, sin alternativas, es la letra que ha acompañado, de modo insistente, la música de esa política de una sola dirección.

Ahora asistimos, además, a una oleada de medidas que no tienen relación directa con la economía, sino con la concepción ética, moral y social de los valores políticos y ciudadanos, vigentes hasta que el electorado decidió votar al partido 'conservador'.

Los ministros de justicia, de sanidad, de educación, las comunidades autónomas, se han lanzado a una operación contra reformista en aspectos como el matrimonio, el divorcio, el aborto, la justicia gratuita, la educación ciudadana, que parece querer desmantelar, sin contemplaciones, la concepción del Estado social que, al menos sobre el papel, estaba vigente hasta que llegaron al poder.

Para entender mejor este panorama hay que precisar algunas cosas. Así como el partido republicano en USA acoge a toda la derecha, mormones del medio oeste, psicoflautas, racistas del sur, testigos de Jehová, católicos irlandeses y gente mas normalita, la derecha española es un conglomerado igual de variado, democristianos, herederos del nacional catolicismo, gentes de la extrema derecha, franquistas residuales, dicen que también liberales, y gente, claro, mas normal.

Lo que en su momento pareció una ventaja, esa menor dispersión facilita el juego parlamentario, ahora se manifiesta como un inconveniente, porque, cuando ese único partido hace campaña para obtener votos en las elecciones, no suele mostrar el verdadero rostro que lo habita, y cuando alcanza el poder, comienza a verse la influencia de grupos que lo constituyen, que estaban, por decirlo así, agazapados bajo las siglas populares.

Es lo que pasa con la iglesia de Rouco, que está influyendo en el gobierno de un modo mucho mas rotundo al que le correspondería si hubiera concurrido a las elecciones con su propia marca. ¿Quien hubiera votado a Rouco, con ese rostro tan siniestro, que luce esas máculas que parecen restos de pecados juveniles?, y sin embargo ahí lo tienen, mandando en las prioridades legislativas de un gobierno que, en ningún momento, se declara demócrata cristiano, solo conservador.

Por no hablar de los desastres que han ocasionado en nuestra comunidad dos grandes meapilas, Camps y Cotino, representantes directos del poder eclesial, con el amparo de las siglas populares.

La Democracia Cristiana es una formación política presente en diferentes países europeos, y ejerce su influencia en la sociedad a través del voto. Aquí está agazapada y buena parte de sus votantes, ni se entera a quien está votando.

El resultado está a la vista, una contrarreforma salvaje, impulsada por lo mas granado de quienes aún están habitados por nostalgias del pasado, y cuyos voceros, como Gallardón, Ana Mato y Wert aparecen como guiñoles, disfrazados de liberales, pero se ponen al servicio de las fuerzas mas reaccionarias de ese conglomerado llamado partido popular. Popular..¿Que sarcasmo, no?.

En fin. La Contrarreforma.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN)2-02-12.

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