domingo, 26 de agosto de 2012

A BERLIN POR INTERNET


Apenas faltan dos días para que nos vayamos a Madrid, en el AVE, para ver lo de Hopper y pasar allí tres días, --dos noches-- subrayo lo de las dos noches porque ha sido motivo de un error de contratación que nos ha puesto los billetes mas caros que el avión a Berlín, y ya estamos dudando si ha sido una buena idea realizar ese viaje porque, haciendo las primeras cuentas, nos sale mas caro que dedicar ese tiempo a conocer lo que ahora dicen que es el centro cultural de Europa.

(...)
El caso es que ayer vinieron dos buenos amigos a cenar a casa, la cena estuvo bien, pero la partida de Continental que jugamos previamente duró dos horas, lo juro, se me hizo eterna, porque yo había prometido no fumar hasta que se acabara, y nuestros amigos, algo mayores ya, se lo pensaban tanto antes de tirar una carta,que mi sensación de que el tiempo se dilataba fue semejante a la que sentí en su día viendo girar lentamente en la pantalla la nave espacial de la película de Kubrick. 

Ellos tenían sus razones para pensar tanto la jugada, porque eso les permitió perder solo por un punto, y ya dijo Byron --o su sastre-- que la prisa es enemiga de la perfección, pero mi madre me parió con un cohete en el culo y la paciencia no es una de mis virtudes.

Antes, el viernes, fuimos a casa de Lola y Antonio porque ellos se han encargado de reservar el hotel de Madrid, y las entradas para el Thyssen y el Prado. Nosotros nos encargamos de reservar, mal, los billetes del Ave. Pusimos los papeles encima de la mesa y resulta que el AVE nos sale mas caro que el hotel y los museos, sumados, porque Encarna equivocó, en un primer momento, la fecha de la vuelta, pensó que era una noche, en lugar de dos, y cuando ya tuvimos los billetes cerrados, hubo que cambiarlos. Nos dijeron, como es una tarifa especial, no se admiten cambios. Tiene usted que anular los billetes, y hacer una reserva nueva. De los anulados, le devolvemos solo la mitad de su importe.Tiene narices, la cosa. 

Total, que hicimos cuentas, y el viajecito a Madrid, con el calor que hace, nos saldrá mas caro que ir a Berlín, por burros. Menos mal que luego fuimos a lo de los montaditos de Poeta Artola, los mejores pinchos de Valencia, oiga, y, después a tomar un mojito a la heladería argentina, además el bus nocturno llegó enseguida y llegamos a casa a tiempo de ver diez minutos de porno antes de irnos a la piltra. 

Decía que, ayer, jugamos una partida de cartas, mientras mi amigo se tomaba sus buenos cinco minutos para decidir la jugada, y canturreaba para inspirarse, se lo dije, nos vamos a Madrid, pero el año que viene iremos a Barlín. He oído que esa ciudad es ahora el centro de la movida cultural europea. 

No te equivoques, repuso el, ahora, la pasta está en Alemania , por eso está allí la cultura. A continuación nos recomendó comer en el Café Gijón, hay un menú barato, dijo.--Te mandaré por Internet toda la información sobre cafés, restaurantes y otros chiringos, en lo mejor de Madrid. Nosotros ya tenemos el plan de viaje, lo han hecho Lola y Encarna, pero no dije nada. 

 Cuando lleguemos a Atocha, lo primero ir al hotel a dejar la maleta, luego al Prado a ver lo de Rafael, por la tarde, La Casa Encendida y el Matadero de Legazpi, por la noche, una copa en la plaza de Santa Ana, luego mojito y caipirinya en Huertas, a la mañana siguiente Las Rozas, Lola quiere ir allí, a no se que cosa de mercado, por la tarde en el mercado de San Antón, junto a Chueca, hay actuaciones, por la noche, no tenemos entradas para ningún musical, así que buscaremos algo de Jazz

 No se que tiene previsto Lola para la mañana del tercer día, pero por la tarde toca el Thyssen, y antes de ir a Atocha, compraremos una manzana en una frutería, o el clásico bocata de calamares en Brillante, --mi yerno, siempre me lo recuerda-- porque una puta manzana en la tienda de Atocha cuesta tres euros, si.

Esta mañana me he levantado soñando con el viaje a Berlín del año que viene. He consultado en Internet el portal turístico oficial de esa ciudad y esto es lo que he encontrado. "Berlín no tiene mar pero tiene playa, los surfistas navegan de un sitio a otro, la ciudad entera es una gran fiesta en la arena berlinesa." Cuelgas la tabla y te vas a patear la ciudad entre Alexanderplatz y Kudamen, por el barrio de Nikolaiviertel, con sus callejuelas medievales y sus numerosos resturantes y tabernas, --o sea como el Cármen de Valencia, solo que mas pequeño, imagino-- luego la puerta de Brandenburgo, la Cancillería donde ahora se cuece la política europea, la Catedral, Checkpoint Charlie, Spandau, la columna de la Victoria, East Side Gallery, un trozo de muro que dividió a los hombres, como ahora los dividen las religiones, judaísmo/islamismo, mormones/protestantes, católicos/agnósticos.

A pesar de esas divisiones, seguro que hay gentes, ahora mismo, pensando en meterse de monjes en Montserrat, en busca de la perfección, o de diáconos en Palermo, un escalón imprescindible para hacerse de la Mafia, mientras Ernesto Cardenal mete poemas en Internet y mi amigo Eutiquio, cura obrero, jubilado ya del camión de la basura, prepara su próximo viaje a América Latina. Y es que, el mundo, la vida, son así, diversos y variados, y está muy bien.

 Total que, en lugar de estar pensando en el inminente viaje a Madrid, voy a pasar el domingo soñando con el viaje a Berlín del año que viene. Cármen, la ex de mi hijo Jordi decidió marcharse allí, a practicar danza contemporánea, porque es una mujer muy sólida y decidida, y mi hijo, que ha salido a mi, se le quedaba pequeño, aunque aún mantienen una buena relación.

Carmen, espero que te haya ido  bien en el viaje a Irak, con la compañía en la que trabajas, para mostrar vuestro espectáculo. Berlín, Berlín, es para la gente inquieta de ahora, lo que fue el París de los veinte y los treinta para Scott Fitzgerald y sus compinches, eso me dijo mi amigo ayer, mientras se lo pensaba, se lo pensaba, antes de tirar una carta. 

El está muy enterado de esas cosas. 

En fin. A Berlín por Internet.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 26-08-12.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios