CHINATOWN

He bajado al bar de los locos a tomar un cortado, con la esperanza de que me moviera el intestino, que anda algo perezoso, confiado en que las larvas de la cafetera, que hace siglos que no la limpian, sustituirían al Plantaben, que ya no lo da 'el seguro', cuando me ha sorprendido la ponderación de ambos titulares, el de 'Levante' y el de 'El País', en su tratamiento del asunto ese del blanqueo de dinero de los chinos, que según la ex señora de Julián Muñóz, Maite Zaldivar, se refiere a asear las paredes del salón de casa.

El caso es que ambos periódicos han tenido la elegancia de eludir la palabra mafia para referirse a la organización delictiva que dicen ha blanqueado, en varios años, unos 1.200 millones de Euros. 'El País' habla de 'trama' y 'Levante' de 'red', ambos conceptos de resonancias textiles, mucho mejor que usar un concepto equívoco, mafia, de origen italiano, que se popularizó tras la película de Copola, 'El Padrino', y ahora se aplica de modo indiscriminado e inexacto a la delincuencia organizada rusa, ignorando, además, el concepto mas preciso de Ndangreta, que destapó el periodista italiano Roberto Saviano, amenazado de muerte por su indiscreción.

Sin ánimo de molestar, sugiero a los redactores de titulares de la prensa nacional y local que se informen bien sobre el modo de organización de las estructuras delictivas de origen chino. Comprobaran que existe un nombre preciso y descriptivo para estas cosas que ya ha sido experimentado en la novela negra, 'Las triadas chinas'.
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La palabra triada, sugiere un modo de organización triangular, que lo mismo puede aplicarse a un vínculo entre tres familias poderosas, que, como parece en este caso, el de la trama china en proceso de desarticulación, a una pintoresca asociación entre tres personas, un actor porno, Nacho Vidal, un emprendedor chino, con vínculos a su vez en su país de origen, y, tal vez, el capo que pretende instalar aquí Eurovegas, sin poner un duro de los suyos. Este último, tiene una pinta de gangster, en el sentido clásico del cine mas negro, que ahorra cualquier otra denominación.

Quienes se atribuyen defender los intereses de la comunidad de Madrid, no se cansan de repetir que el dudoso --legalmente-- proyecto de Eurovegas, generará muchos puestos de trabajo y ayudará a la depauperada economía actual. 

Cuánto mejor habría sido convencer al chino para que, en lugar de llevarse los euros a Shangay, instalara en cada ciudad importante del país un Chinatown, como el de San Francisco, con sus puestos callejeros de comida cantonesa, sus remedios medicinales a base de extracto de serpiente, sus casas de cambio de moneda, sus salones de juego privados, sus cabalgatas de celebración del año lunar. Un barrio chino, en cada ciudad de mas de medio millón de habitantes. 

Es curioso, sin embargo, que en el barrio chino que conocí de niño, no había chinos. En aquel barrio chino de mi infancia, en la Heliópolis de los cincuenta del pasado siglo, mi abuela tenía un despacho de carbón, y yo la visitaba los domingos con gran devoción, con la fundada esperanza de que, al final de la visita, depositara una moneda de un duro en la palma de mi mano. 

En aquella serie de visitas que se repitieron durante varios años, jamás vi chino alguno allí, ni residente, ni transeúnte, solo señoras de buen ver que llevaban la falda mas corta que las demás y permanecían en las aceras como si no tuvieran nada que hacer.

He de preguntarle a Marsé, si alguna vez, siendo un escritor catalán, se le invita a venir aquí despues de muerto, si el también vivió su infancia en un barrio chino, en este caso, el Raval. Me suena que es así, y si en su barrio de infancia había o no chinos. 

Sea como fuere, de todo este asunto, lo que llama la atención es que una persona tan joven como nuestro chino negociante, haya alcanzado de un modo tan fulgurante el sueño americano, hasta el punto de colocar a la loca del pelo rojo de aquí, nuestra ínclita Consuelo Císcar, dos exposiciones de pintura para el Ivam. 

El chino blanqueador representa, en estos momentos, a la perfección, la figura del Emprendedor que tanto ensalza el gobierno conservador como solución a nuestros problemas sociales. Se debería negociar con el, a cambio de una amnistía, la deseable instalación de un Chinatown en cada ciudad importante.

Lo de Eurovegas, no es menos descabellado. 

En fin. Chinatown.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN)  17-10-12.