martes, 23 de octubre de 2012

TIEMPO POS ELECTORAL

En la oficina en la que tuve mi primer trabajo, antes de cumplir catorce años, había gentes con muy variadas preferencias. Unos se dedicaban a hacerle la pelota al jefe, otros, mas reivindicativos, lo criticaban, pero no acababan de decidirse a buscar otro trabajo, la mayoría, no hacían lo uno ni lo otro, llegaban, se instalaban en su mesa de trabajo, sacaban su estilográfica y se ponían a rascar en los libros de cuentas, sin interesarse en absoluto por las actividades de los otros.

Con el tiempo, después de nuevas incorporaciones, estos últimos se convirtieron en mayoría y los ecos de los halagos y las críticas dejaron de ser audibles para la mayoría gris que habitaba aquel lugar, sin otras ambiciones que sobrevivir a aquellas jornadas igualmente grises.

He renunciado a comprar la prensa, porque los titulares de 'Levante' eran demasiado localistas, y los de 'El País' demasiado centrados en el fracaso electoral de los socialistas en Galicia y País Vasco.

Al volver de comprar tabaco, he escuchado una conversación en la acera, entre tres hombres que parecían pasar de los cincuenta, y los tres parecían pertenecer a la categoría de los que hacen la pelota al que manda. Su argumento era ese que escuchamos tantas veces, 'Todos esos que critican la gestión del gobierno ahora, estaban callados cuando debieron haber protestado' Creo que se equivocan porque, ahora, como antes, hay quien lame el culo del que manda, quien lo critica, y quien permanece en silencio, y esas actitudes, no siempre tienen una raíz ideológica.
(...)
En las elecciones gallegas, la mayoría de los que han votado han optado por lamer el culo del que manda y, considerando la tradición caciquil de esa región, el modo en el que se producen los votos allí, desde hace muchas décadas, ligados a promesas e intereses particulares que obligan al elegido mas que en otras partes, no hay que ver los resultados como un triunfo ideológico, sino como una mayor habilidad del ganador para moverse entre esa sustancia pegajosa de compromisos locales tan cultivada desde tiempos antiguos. 

Lo verdaderamente trascendente de estas elecciones, no solo para los gallegos, sino para los demás españoles, es la interpretación que hace la derecha neo conservadora que gobierna este país, no sabemos por cuanto tiempo, de esos resultados. 

Cospedal ya lo ha declarado. Considera el resultado de las elecciones gallegas como un aval a su política anti social. Podían haber interpretado, igualmente, su fracaso en el País Vasco, como una censura a esa política, pero no es así.

A partir de ahora, el argumentario de su propaganda va a insistir en lo mismo. Se sienten legitimados para profundizar en su política de austeridad para 'sacarnos de la crisis'. Como si alguna vez, en cualquier parte del mundo, la depresión del gasto hubiera llevado a aumentar los ingresos. Absurdo.

Como en la oficina de mi adolescencia, la población española adoptará, ahora, --tal vez sea demasiado esquemático, si-- tres o cuatro actitudes básicas. Unos lamerán el culo a los que mandan, otros mostraran su descontento, tal vez una mayoría permanezca en silencio, y algunos se buscaran trabajo en otra parte. 

En este tiempo pos electoral se acerca un ciclo de protestas si, como puede ocurrir, la presión de la austeridad sin freno se refuerza. Volveremos a oír esas chorradas estúpidas de quienes se oponen al derecho de expresión de la protesta. 'No se de ninguna huelga que haya creado puestos de trabajo', o bien, 'Las huelgas no contribuyen a mejorar la situación actual'. Pero, que capullos, las huelgas no se hacen, naturalmente, para crear puestos de trabajo, ni para mejorar el PIB, se hacen para manifestar, para exteriorizar, la protesta de los sectores mas desfavorecidos, mas dañados, por las políticas del gobierno. Otra cosa es que el gobierno se de, o no, por aludido. 

Personalmente opino que, en estos momentos, tiene mas influencia en esas políticas nacionales la estrategia marcada por Frau Merkel, que la ausencia de estrategias de Rajoy. Por esa razón, cuanto mas sonoras, mas extendidas, mas continuadas, mas resistentes, sean esas protestas, mas probable será que se escuchen donde hace falta. 

Ah! Y lo de la imagen y la marca España, se lo pueden meter en el culo quienes lo han inventado. España tiene habitantes, pobladores, sujetos con derechos, aunque se los recorten, no está habitada por camisetas de marca o relojes de lujo

Veremos lo que sucede en este tiempo pos electoral. Es previsible que el gobierno acentúe el recorte de derechos, también que la intensidad de las protestas sea mas visible. Intuyo, sin embargo, que el desenlace de todo esto no se juega aquí, sino en otros foros. Habrá que esperar para verlo.

En fin. Tiempo pos electoral.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 23-10-12.

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