martes, 2 de octubre de 2012

PRAGMATISMO SIN ÉTICA

En ocasiones he tenido la sensación de que mis opiniones políticas eran algo radicales. Sin embargo, anoche esa sensación cambió al escuchar a Eduardo Serra, ex ministro de Defensa, entrevistado por Jordi Ébole, y a Vidal Cuadras, un político catalán que no ejerce de tal, entre otra razones, porque ahora está en Bruselas, representándonos, si.
(...)
Según creí entender al señor Serra, para estar en política de un modo útil, hay que tener las manos todo el día metidas en la mierda. El sabrá, yo, la verdad, nunca he sido político parlamentario, aunque he estado cerca de la política libertaria, por esa razón es difícil opinar con conocimiento de causa, pero intuyo que, si no te pones unos guantes elásticos, estar todo el día expuesto al contacto con las heces puede hacer que el veneno fecal se introduzca en la sangre y te convierta en una especie de cabestro incapaz de distinguir la tiranía del juego democrático. 

En este contexto, la mierda sería el pragmatismo, y los guantes la ética, de donde se sigue que el pragmatismo, sin el contrapeso adecuado de una porción de ética, nos puede llevar, exactamente, adonde estamos ahora, sumidos en la mierda de otros.

La opinión de Serra hunde sus raíces en una lección clásica de políticos anteriores que expresaban lo mismo, con otras palabras 'para ser político hay que estar dispuesto a tragarse un sapo todos los días'(Churchill?)  Esta tradición de declaraciones parecidas parte de un malentendido, que los demás ingenuos desconocen la necesidad del pragmatismo en política. 

Nada mas lejos de la realidad, no creo que nadie en su sano juicio desconozca la necesidad de una buena porción de pragmatismo en la política, únicamente sostienen, en base a las enseñanzas de casi todas las filosofías, mas o menos sabias, que el eclecticismo, una adecuada mezcla de ética y pragmatismo, suele dar como resultado un mejor gobierno.

Cuando esto se olvida, aparecen los fiascos como el que envuelve ahora la vida de las gentes. 

Lo de Vidal Cuadras, que salió ayer en el Intermedio, en una tertulia de Intereconomía, ya no es teoría política, es de juzgado de guardia, o mejor, pasto de la psiquiatria clínica. Afirmaba este loco de la colina que lo que hizo el gobierno socialista anterior, como subvencionar la matrícula de jóvenes universitarios para luego mandarlos al paro, es lo que nos ha llevado a la crisis. 

Vamos a ver, tener un mayor número de licenciados universitarios, con independencia de lo que tarden en encontrar trabajo, es mejor para un país que tener un mayor número de inútiles, como Vidal Cuadras, a quien al final hay que mandar a Bruselas, y pagarle las dietas, para que no moleste aquí, porque es lo mas parecido a un estorbo que existe en la política. 

Para saber de las causas de la crisis, Vidal Cuadras no parece la fuente adecuada. Es mejor recurrir a los diversos premios Nobel cuyos argumentos fundados ha venido publicando en los últimos años la prensa norteamericana, y atender a los economistas españoles que han analizado el caso particular de nuestra burbuja inmobiliaria. 

En última instancia, si queremos colocar una etiqueta de síntesis a nuestro caso particular, yo propongo esta. 'Pragmatismo sin ética'. Se podrá compartir, o no, pero es una propuesta. Si no la comparte, haga usted otra.

 En fin. Pragmatismo sin ética.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 2-10-12.

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