domingo, 21 de octubre de 2012

SOUFFLÉ DE CASTAÑAS

El mundo anda con un nivel de conflictos, mas o menos, como siempre, si dejamos a un lado la novedad de la crisis, que ha dejado de serlo (novedad), todo depende de como lo percibe uno. Si estás con una media depresión producto del cambio estacional como yo, te sientas frente al teclado y dudas si citar un poema de Hierro, manipulado, o una receta para el soufflé de castañas del cocinero Oteiza (Wikipedia) manipulada.

El caso es que yo, introvertido como soy, no consigo identificarme con las cosas que cuentan los periódicos, casi siempre sucedidas en lugares lejanos, o tan cercanos, pero tan ajenos, que devienen igualmente lejanos.

(...)  

El País promete en un titular en primera las recetas de Obama y Romney para el mundo si consultas el suplemento Domingo. Te lo crees, buscas en esas páginas y no hay nada de cocina creativa, solo mas de lo mismo. Romney cocina una América latina de buenos y malos en el supuesto de que USA se declare afecta a la causa mormona, y mas atención al lobby sionista, y Obama presenta su pastel en el que las guindas son la salvación de General Motors y el cadáver de Osama, así como su aliento a los líderes europeos para una pronta recuperación económica. 

Como se ve, las harinas, los azúcares, los ingredientes que aparecen en esas recetas, responden a la mas vetusta cocina tradicional. Ninguna novedad en el estilo, en las formas, ni en los ingredientes. 

De castañas, algo sé, porque Encarna suele preparar una deliciosa crema de castañas para acompañar el asado navideño, un año si y otro no. La he visto escaldar ese fruto para despojarlo de su corteza --es fácil-- y de la segunda piel, bastante difícil, cocerlo y reducirlo después a una especie de puré que, lo mismo sirve para una crema que, junto con los demás ingredientes que cita Oteiza, huevos, mantequilla y azúcar --también cita harina de castañas-- puedes ponerlo a hinchar en el horno, como hacen los periódicos con noticias y titulares, y conseguir un soufflé.

Esto, en cuanto a cocina. Si hablamos de escritura, puedes meterte con Frau Merkel, yo lo hice ayer y ahora tengo dudas, después de haber leído lo que dice Vargas LLosa en un destacado de la página 35.

'¿No es un deporte divertido envilecer a los otros si, además, ello se puede perpetrar con impunidad?'. Hombre, Vargas, también puede uno envilecerse a si mismo con un bodrio como aquel infausto libro 'La ciudad y los perros' que nunca mereció el bombo que le dieron, por no hablar de que Vargas, con todo su bombo, ha vendido aquí de alguna de sus cosas, la sexta parte de lo que vendía Terenci Moix (me enteré en la tertulia del viernes).

En el fondo, son solo opiniones, y claro, si opinas sobre la situación económica en Europa, es inevitable citar a Frau Merkel. 

Si quieres abstenerte de opinar, dedicarte solo a manipular, recomiendo hacerlo a partir de un poema de José Hierro.

Por ejemplo. "Me acuerdo de los árboles de Dublín/(cerrad los ojos y veréis caer sus hojas doradas)/Me acuerdo de los árboles de Dublín/ (ella) los vive y los recuerdo yo/ De los árboles caen hojas doradas/ sobre el asfalto de Madrid/Crujen bajo mis pies, sobre mis hombros, acarician mis manos/ quisieran (secarme) el corazón.../ (Otra vez el otoño, el jodido otoño...)/ "

Libro de las alucinaciones. J. Hierro. Cátedra, 'Alucinación', pag. 94 (Las frases entre paréntesis son mías). 

Pura manipulación, sin ánimo de envilecer a nadie. Es el otoño. Y ahora, ¿donde pongo esto? ¿En cocina? En libros?. Lo pondré en artículos y ensayos, sí.

En fin. Soufflé de castañas.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 21-10-12.

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