jueves, 4 de octubre de 2012

QUEDA DESPEDIDO

Uno de los signos mas claros del estado en el que está quedando la economía productiva tras la aplicación sistemática de la teología neo conservadora, 'la Austeridad os hará libres', es que las empresas apenas salen en los titulares de prensa. En su lugar, podemos encontrar cosas como el titular gordo de 'Levante' de hoy. 'El Consell despedirá al personal de empresas y fundaciones que no sea funcionario o laboral fijo'.

A continuación se mencionan 7000 empleos que podrían acrecentar la cuenta de los desempleados. Jamás habría pensado que la derecha dominante en este país nos llevaría tan cerca de la utopía de que nadie trabaje por cuenta ajena, todos emprendedores, o sustituidos por una automatización tal de los procesos de producción, que la población entera pueda dedicarse al arte, la literatura o la contemplación, liberada para siempre de la obligación de los trabajos repetitivos o burocráticos que tan poco contribuyen al desarrollo personal

Demasiado utópico, no?, sobre todo, demasiado rápido, una cosa así parece que necesita de una planificación a largo plazo, no se puede producir de golpe, de un día para otro, porque esa excesiva rapidez puede crear desequilibrios sociales graves. Hay alternativas al despido masivo, generalizado, que, iniciando esa misma dirección utópica, tienen la ventaja de la gradualidad y al aroma de lo posible.
(...)  
Una de esas alternativas es la reducción, generalizada, aunque con las excepciones que haga falta por sectores estratégicos, situaciones familiares, o las que puedan aconsejarlo, del horario laboral. Hacer de la jornada de ocho horas una excepción, no la regla, podría permitir incorporar al mercado de trabajo a millones de personas ahora excluidas.

A quienes argumentan que eso significaría el empobrecimiento de toda la población, hay que oponer el argumento de que los miles de millones ahora destinados a prestaciones por desempleo quedarían liberados y que el salario real se compone de un salario monetario mas otro no monetario en forma de prestaciones sociales, que se podrían financiar, incluso bajando algo los impuestos, con el ahorro de recursos dedicados ahora a financiar la ociosidad obligada.

Esto se ha experimentado, con diversos resultados, en otros países. En Francia, al parecer Sarcozy eliminó la reducción de jornada, mientras que en Canadá, la jornada de seis horas incrementó --junto a otros factores-- de un modo espectacular, la productividad. 

Yo no se si habría que reducir la jornada a cuatro, o a seis horas, pero reducirla a cero horas para seis millones de personas, mientras el resto de la población activa practica horarios, a veces, extenuantes, parece una barbaridad.

En apoyo de este argumento, citaré una sola fuente, la que tengo ahora mas a mano: 

Bertrand Rusell, filósofo, matemático y premio Nobel, a quien ya he citado en otras páginas, analizaba el desempleo, en una situación semejante a la actual, como una expresión de la estupidez humana en la conducción de los asuntos colectivos. Una cita de la página 13 de 'Elogio de la Ociosidad', lo ilustra. 

'..la guerra demostró de modo concluyente que la organización científica de la producción permite mantener las poblaciones modernas en un considerable bienestar con sólo una pequeña parte de la capacidad de trabajo del mundo entero. Si la organización científica, que se había concebido para liberar hombres que lucharan y fabricaran municiones, se hubiera mantenido al final de la guerra, y se hubiesen reducido a cuatro las horas de trabajo, todo hubiera ido bien.

En lugar de ello fue restaurado el antiguo caos: aquellos cuyo trabajo se necesitaba se vieron obligados a trabajar muchas horas, y al resto se le dejó morir de hambre por falta de empleo. ¿Porqué? Porque el trabajo es un deber, y un hombre no debe recibir salarios proporcionados a lo que ha producido, sino proporcionados a su virtud, demostrada por su laboriosidad.' 

Volvemos a encontrar aquí, como en la página Lutero/Merkel, argumentos teológicos, aplicados a la economía. Así nos va. 

A todo esto, ¿Que dicen los empresarios de esta situación?. Al parecer, al menos en los titulares del periódico, no dicen nada. Esos titulares están ocupados por los políticos, que andan despidiendo gente a toda máquina. 

Y, ¿Que hay de los financieros, los que tienen que financiar la actividad productiva y no lo hacen? Nada. Tampoco dicen nada, están ocupados diseñando ese vertedero, el Banco Malo.

A ver si va a tener razón aquel catedrático que escribió en una página del periódico que lo mas razonable para salir del desempleo es la emigración. ¿Será por eso que las escuelas de idiomas están a tope?. Pues para este viaje, para acabar en el desempleo o en la emigración, ¿No fueron demasiado precipitadas las promesas de los banqueros?, --Firme aquí, que vamos hacia una edad dorada.

 En fin. Queda despedido.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 4-10-12.

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