lunes, 26 de noviembre de 2012

FEDERALISMO

El federalismo, en España, estuvo guardado en un cajón polvoriento, donde lo metió un general con bastón de mando que impuso el centralismo en un país diverso, durante mucho tiempo. Ese término genérico, federalismo, tiene su expresión concreta mas extendida en el modelo político de la República Federal, pero cuando aquel generalito ridículo murió en la cama, las clases políticas que emergieron entonces decidieron cobijarse bajo el paraguas de la monarquía constitucional, que les pareció seguro.

Una cosa es el federalismo político, otra el fiscal. Una vieja colección de Mac Millan, en rústica, se ocupó del federalismo fiscal en USA. Lo estudié cuando cursé los estudios de ciencias Económicas en la facultad de Valencia, y creo recordar que consistía en un aparato central que recaudaba los impuestos, y una descentralización del gasto a cargo de las administraciones locales, porque se consideraba que la cercanía entre quienes decidían el gasto y los usuarios de sus prestaciones permitía optimizarlo.

Aquí, la diversidad del país, planteó la existencia de Catalunya y el País vasco como un problema, una especie de federalismo asimétrico y, para resolverlo, se decidió descentralizar el modelo de Estado por medio de las Autonomías, para que el país resultara menos asimétrico, aunque por diferentes vías, de modo que la Autonomía vasca recauda sus propios impuestos, y luego le da un cupo al Estado, que es como una especie de federalismo al revés.

Ahora, los políticos catalanes reclaman para sí el modelo vasco, entre otras cosas, y las elecciones que se sustanciaron ayer, cuyo reflejo televisivo tuve ocasión de contemplar, sus resultados, sus discursos, dan pie para algunas reflexiones.
(...)
Dos cosas me llamaron la atención, en particular, de las elecciones celebradas, ayer, en Catalunya. Una de ellas, la caída, no tan intensa como auguraban las encuestas, del PSC. Entiendo las dificultades que habrá tenido Pere Navarro para explicar una campaña basada en el Federalismo, así, en abstracto. Sobre todo porque, siendo la República Federal la concreción del federalismo político, no ha usado el término república, que ha monopolizado Esquerra Republicana que, por cierto, se ha quedado con los escaños perdidos por el PSC. 

He oído decir que es por que las gentes prefieren el original a la copia. También que la memoria de la situación que dejó en el país el partido de Zapatero, ha perjudicado al PSC. No tengo ni idea de a que se debe la pérdida de sus escaños. Tal vez el desgaste de los partidos mayoritarios a nivel nacional, haya tenido algo que ver, no se.

La otra cosa que me ha llamado la atención es la intervención de Mas ante sus fieles, una vez conocidos los resultados electorales. La impresión que recibí es que Mas, en realidad, no puede separar a Catalunya de España. Su ego es tan grande, tan desproporcionado, que no cabe en su tierra, cuando se expande, incluso la península ibérica en su integridad, se le queda pequeña.

Un político que obtiene unos resultados inferiores a los de la última convocatoria electoral, cuando se había planteado obtener una mayoría abrumadora, si es un tipo normal, no puede salir al balcón reivindicando su persona, su condición de presidente --cuando está en funciones-- y reclamar para si y su partido la hegemonía --compartida, no se sabe bien con quien-- de un país al que ha metido en un gran lío, ha forzado unas elecciones a media legislatura que solo el consideraba necesarias, y que lo que ha obtenido es un voto de izquierdas que, sumado, daría para otro tripartito.

Su intervención me pareció atropellada, repetitiva, con el fondo de los rostros algo fúnebres de sus compañeros de partido que, se vio a la legua, que no compartían su euforia. O Mas se había tomado algo, o es que el es así. 

Catalunya, creo yo, merece algo mejor. Sobre todo después de haber demostrado la madurez de una sociedad plural que quedó reflejada en los resultados. 

Tengo la sensación de que el Masismo ha entrado en declive. Entre las presiones que se adivina va a recibir de su propio partido, y el coste de la hegemonía compartida que se ve venir, si no hay una coalición de izquierdas que la frene que, numéricamente, sumando los votos de PSC, ERC, mas Iniciativa, es técnicamente posible, el ego de Mas, con toda su capacidad expansiva, puede acabar reventado en medio de las presiones. 

Había pensado que esta página fuera un frío análisis comparado del federalismo fiscal y la ineficiencia en la gestión de buena parte de nuestras autonomías, lo que en modo alguno debe derivar en una recentralización del  modelo de Estado como reclaman algunos,  y ya ven, al final me ha salido, otra vez, una página política. No tengo remedio.

En fin. Federalismo.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 26-11-12.

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