viernes, 23 de noviembre de 2012

VALORES

Me ha gustado leer la opinión de Pedro Silva en su espacio 'En corto' de la página 28 de 'Levante' de hoy, que ojeo algo precipitadamente antes de acudir a la tertulia de los viernes, frecuentada por periodistas, un entrañable ex alcalde, y otros ilustres jubilados, por lo que dejo para luego extender este comentario.
(...)
Hola, ya he vuelto, y ahora me dispongo a entrar en materia. Dice Silva, entre otras cosas interesantes, que no hay que 'medir a un dirigente de la derecha con los valores de la izquierda'. ¿A que se refiere Silva, a que hay que apelar a los valores de la derecha? ¿ O será, que, como dice el viejo refrán, 'la derecha no tiene valores, solo intereses'?. 

Yo no soy muy de valores, la verdad, a mi me sacas de Proudhon y Chomsky, y es que no tengo ni puta idea de nada, aunque mi abuelo me dicen que dejó dicho que lo importante son las conductas, no la retórica que trata de justificarlas. O, como dijo un amigo mío, la otra noche, citando a no se quién, nadie está a la altura de su retórica. 

Por eso, considero que la derecha, efectivamente, no tiene valores, y hay que juzgar su ejecutoria política por sus hechos, por su conducta efectiva, no por su retórica. Si lo hacemos así, claro, aquí, suspende, pero  si lo hacemos de otra manera, también suspende.

Pero lo que a mi me interesa ahora son los valores, mas que la política, los llamados 'valores de la izquierda' esos valores que se le atribuyen, sin mas, como a los soldados, en otro tiempo, el valor se les suponía, se daba por hecho.

Supongo que, como en todo lo demás, hay diversas clases de valores, unos que impregnan la conducta, una conducta ética, se supone. Otros, que son un complemento del vestuario, que acompañan la bandolera con el i-pod, la tableta, la agenda electrónica, los tres móviles, uno para la familia y los amigos, otro para la política, y otro para las amistades inconfesables.

Esos valores tienen la finalidad de componer una identidad exterior del individuo, y solo están presentes en su retórica, no en su conducta. Estos tipos que se adornan con los valores puramente externos de la izquierda, suelen ser los mismos que se escandalizan cuando oyen hablar de la necesidad de regenerar la clase política.

No suelen admitir que, aunque es cierto que somos en lo biológico y en lo psicológico, básicamente idénticos, tanto los políticos como los no políticos, con los mismos vicios y virtudes, lo que reconocemos los críticos que es necesario regenerar, son sus conductas, no sus 'valores'. 

Y no se me ocurre otro modo de regeneración que sanear sus filas con gente mas joven, mas combativa, menos retórica y mas honesta en su conducta, gente que prescinda de valores puramente externos, resistente a la estructura de clanes que ahora domina los partidos, capaz de interpretar su trabajo como un servicio a quienes les han votado, no como un medio de servirse a si mismos. 

Una nueva clase política, abierta a la opinión y la participación de la gente, no solo mediante el voto, un mecanismo que se revela cada vez mas insuficiente, sino a través de la participación efectiva, que hoy es mas posible que nunca por medio de la tecnología. 

Valores los hay. Positivos y negativos. Entre estos últimos, quizás el mas generalizado, el mas letal, es el escepticismo, el que marca, tal vez, de un modo mas extendido, las conductas de la clase política actual. Solo por eso, su renovación se convierte en una exigencia política y ciudadana.

En fin. Valores.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 23-11-12.

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