jueves, 22 de noviembre de 2012

FLOWERS

Ayer dediqué la entrada del blog a la política y eso me dejó --me ocurre a veces-- un poso, una sensación de indigestión, por eso hoy intentaré centrarme en la poética --la poética floral-- con el propósito de que al terminar quede flotando un aura lírica, mas digestiva, mas amable, que la política.

Me voy a ocupar de las flores, si, dos clases de flores, las cinematográficas, 'Amor bajo el espino blanco', una película china que vi ayer en el cine D'Or, en sesión doble. La primera era 'El artista y la modelo', la última de Trueba, en blanco y negro; y luego me ocuparé de las alcachofas --estofadas-- que también son flores, no?.
(...)
'Amor bajo el espino blanco' es una historia de amor ingenuo, sin relación carnal, entre dos jóvenes que se encuentran en una de esas expediciones de reeducación en el medio rural, corrientes en la China de Mao. Dado que esas expediciones son temporales --de otro modo, si fueran permanentes, serían deportaciones-- la pareja se mueve entre encuentros y desencuentros, y así se va tejiendo entre ellos una relación vinculada al Espino blanco, un árbol monumental al que se le atribuye la cualidad de dar flores rojas por la sangre de los héroes muertos en la invasión japonesa.

La chica se está formando en la enseñanza a las órdenes del partido, y el chico pertenece a una unidad geológica. El trágico final, la muerte del chico por una rara enfermedad que en el hospital no reconocen que exista, parece dar a entender que se debe a la manipulación en el laboratorio de minerales radioactivos sin las técnicas de protección adecuadas, lo que parece creíble, aunque en ningún momento se expresa de manera clara en el guión de la película.

Parece que se trata de una historia real y su autora cuenta en el epílogo que el Espino blanco terminó cubierto por las aguas de la gran presa de las Tres Gargantas, lugar al que ella acude porque piensa que ese Espino, aún sumergido, sigue derramando la sangre de su amado, en forma de flores rojas. Lírico, y trágico, no?. 

La otra película, El artista... no tiene nada de floral, aunque la presencia permanente en el film de la desnudez de Aída Folch, la modelo del escultor, Jean Rochefort, se quiera ver como una manifestación de belleza floral. Yo, la verdad, no lo vi así. 

A medio hacer la entrada de hoy percibo el olor de las alcachofas que Encarna está estofando. 

¿Alcachofas?, cuanto tiempo... Es que es un producto de temporada, hace un año, si, que no las veía en el mercado. He comprado media docena para los dos. Y, ¿como las haces? 

Primero las cuezo en agua y sal hasta que, al pincharlas, noto que están blanditas. Reservo un poco del agua de cocerlas, hago un sofrito de cebolla, trocitos de jamón, una hoja de laurel, y un poco de harina tostada, luego añado el agua de cocer las alcachofas que reservé y lo rehogo todo hasta que se traba. 

Después añado las alcachofas, ya cocidas, no pongo un chorrito de vinagre porque se que a ti no te gusta, pero el plato lo lleva, para estofar las alcachofas en esa salsa, rompo cuatro huevos y los pongo encima de las alcachofas, lo tapo todo, para que se haga ahogadito, y voilá, ya está. 

Ya noto el aroma, mmmmmm..., la poética floral sienta mejor que la política, donde va a parar... 

En fin. Flowers.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 22-11-12.

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